CAPÍTULO 12
CHICAS O TRAJES
Barney valora la posibilidad de dejar de llevar traje para ligarse a una camarera muy guapa, pero su conflicto interior acaba generando un número musical; y Ted está un poco más cerca de conocer a la futura madre de sus hijos.
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Monólogo:
Chicos, nunca se sabe cuando vas a conocer a alguien verdaderamente importante. La vida no te avisa. De pronto abres los ojos y ahí esta. No ese tipo no. Ella.
Chicos, os acordareis del día en que me equivoqué de clase. Creí que estaba en primero de arquitectura pero estaba en quinto de economía. Naturalmente yo no sabía que vuestra madre estaba en esa clase, y a ella le parecí un perfecto idiota.
Aquella noche me embarque en una primera cita muy importante. Es curioso, a veces entras en un sitio en el que no has estado nunca, pero tienes la sensación de que es justo donde debes estar. Y chicos, esa fue la primera vez que ví el pequeño autobús amarillo de vuestra madre. Ya sabéis cuál. Esta detrás de vosotros.
Y allí estaba yo chicos, en el piso de vuestra madre. Olvidemos el hecho de que yo había quedado con su amiga Sindy.
No lo sabía entonces pero estaba a punto de oír la primera descripción de la mujer con la que un día me casaría.
¡Uih!
Mientras, Sindy y yo tuvimos una gran cita Sindy no había exagerado a decir que tenía complejo de su compañera. Estaba mintiendo, me pareció fantástico, la acuarela del robot de volleybal está colgada en el cuartito de estar.
La versión de memories de vuestra madre interpretado por un bizcocho es, hasta la fecha, lo más bello que he oído jamás.
Pero no tan increíble como vuestra madre.
Y hablando de cosas que son menos increíbles: vuestro tío Barney había declarado la guerra a los trajes.
Por supuesto, tenían razón, tenía que olvidarla. Pero como pronto descubriría vuestro tío Barney, no es tan fácil dejar pasar las cosas.
Ninguno de nosotros habíamos visto a Barney tanto tiempo sin ponerse traje y chicos el espectáculo era penoso.
Si alguien podía arreglar ese destrozo era el sastre personal de Barney Tim Gunn, el de la tele.
Chicos, como ya os habréis imaginado, aquella no fue la noche en la que conocí a vuestra madre. Aunque creo que ví su pie.
Pero si que estuve un poco más cerca de conocer a la mujer de mis sueños y vuestra madre recuperó su paraguas amarillo.
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