CAPÍTULO 21
LA REGLA DE LOS TRES DÍAS
Cuando Ted incumple la «regla de los tres días» de Barney y Marshall al mantener contacto a través de mensajes de texto con una chica que acaba de conocer, los dos amigos le gastan una broma cruel haciéndose pasar por ella.
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Monólogo:
[...]
Pero nunca dije nada de los SMS. Empecé con algo tierno y encantador, y nada más darle a enviar comprendí que no era nada tierno, era la cosa más cutre que alguien le haya dicho jamás a nadie. Y lo malo de un mensaje es que una vez que lo envías ya nunca lo puedes recuperar. Y entonces... esperas, y justo cuando decides no volver a enviar un mensaje en tu vida...
Holy y yo estuvimos enviándonos mensajes hasta las 2 de la madrugada y también al día siguiente. Parecía perfecto.
Y así me dispuse a hacerles perder media hora a esos capullos contándoles un sueño en que estaba cenando con mis 5 arquitectos favoritos de toda la historia.
Había demostrado que la regla de los tres días era falsa y estaba cenando con una chica guapa y hasta este momento, nunca le he contado a nadie la verdad de lo que pasó aquella noche.
Al final, no me hacia falta esperar tres días, pero a Holy le hacia mucha, mucha falta.
Como muchas reglas, a veces hay que cumplirlas y otras no, pero os diré una cosa; cuando conseguí el teléfono de vuestra madre la llamé enseguida.
❤
