CAPÍTULO 21
LECHE
Ted recibe una llamada de una agencia de contactos porque dicen que tienen la pareja perfecta para él. Por otro lado, Lily tiene una cita secreta, pero se la rompe el coche y pide ayuda a Ted, quien tiene que cancelar su encuentro.
Así, Lily le cuenta a Ted su secreto: tiene una entrevista para un curso de arte en verano, lo que significa que deberá posponer de nuevo su boda con Marshall. Ted habla con ella, pero ella piensa que debe probar a hacerlo.
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Monólogo:
Chicos, la vida es un camino oscuro, nunca sabes realmente con qué te vas a encontrar. Una noche vas al volante de tu coche, disfrutando de un agradable paseo y de golpe y porrazo tienes 28 años.
La verdad es que mi trigésimo cumpleaños no estuvo tan mal, bueno excepto por lo de la cabra en mi baño; una anécdota genial pero os la contaré en otro momento.
Y ¿quien me iba haber dicho a mi que en aquel preciso instante el destino, disfrazado de superordenador de 600 gigahertz, se estaba ocupando de ello?
Y era verdad, Marshall siempre había soñado con utilizar su licenciatura para proteger al medio ambiente, pero necesitaba dinero para la boda así que llevaba dos meses haciendo una pasantía en la empresa de Barney, algo que detestaba profundamente.
Así que leí el informe y ¡Dios mio! aquella mujer era perfecta. Le gustaban los perros, pasaba los veranos en Carolina del Norte, tocaba el bajo, hacía el crucigrama del New York Times, jugaba al tenis, veía películas antiguas, comía lasaña, su novela favorita era el "Amor en los tiempo del cólera", su cantante favorito era Otis Redding y quería tener dos hijos, un niño y una niña.
Así que aquella noche tenía una cita a ciegas con mi pareja perfecta, estaba tan ilusionado que llegue pronto, pero antes de que todo empezase...
Así que después de un viaje de 90 dólares en taxi, me encontraba en medio de ninguna parte.
Por suerte, aún quedaba una persona a la que podía llamar para que viniese a recogerme.
En los errores ocurre un cosa; a veces aunque sepas que tal vez es un error, tienes que hacerlo de todos modos. Incluso los errores más rematadamente tontos.
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