Capítulo 15

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A la mañana siguiente, jueves 8, antes de dirigirme a la lavandería, aprovecho para darme una ducha rápida. Por suerte el agua está siempre caliente a esta hora y, con más suerte aún, no habrá nadie. Aunque claro, quién se va a levantar a estas horas para ducharse si aún ni siquiera se acerca la hora del desayuno.

Cuando entro en el baño escucho una ducha abierta. Dejo mis cosas en el gancho de una de las duchas mientras me deshago del albornoz, el cual también cuelgo en el gancho. Una vez dentro, cuando me estoy enjabonando, la chica que ya estaba en la otra ducha y ya no pregunta:

- Perdona... ¿no tendrías un tampón o una compresa o... algo?–parece avergonzada.

- Sí, claro –respondo-. Puedes cogerlo de aquí –digo asomando la cabeza y señalo mi neceser-. Cógelo tú misma o lo empaparé todo.

Cuando la chica entra dentro de mi campo de visión descubro que se trata de Cindy.

- Cindy –se me escapa.

- ¿Sí? –ella no me conoce, estamos en clases diferentes-. Eres Skyler, ¿verdad?

- Sí.

- Encantada de conocerte. Y gracias –dice volviendo junto a sus cosas.

Este es el momento, tengo que hablar con ella.

Me quito el jabón de encima a toda prisa y me meto dentro del albornoz otra vez, casi me caigo al salir con estas prisas.

- Cindy, ¿puedo hablar contigo?

- Claro, pero no sé en qué podré ayudarte...

- Antes de nada me gustaría saber cómo estás. Ya sabes, han pasado unos días y...

- Está bien, Skyler –dice intentando sonar como si no estuviera rota por dentro-. Estoy... me siento en pausa.

- ¿En pausa?

- Ha pasado algo malo y ahora me da miedo cerrar los ojos para dormir, tengo pesadillas y me asusto sin ningún motivo. Pero al mismo tiempo siento como si nada hubiera pasado, todo el mundo sigue su vida fuera. Tampoco me tratan igual, ahora soy esa pobre chica a la que han... -se interrumpe y toma aire-. No me dejan salir de esta planta –dice-. Quiero mi vida de vuelta.

- Cindy –intento empezar con cuidado-, no eres la única a la que han robado su vida.

- ¿A qué te refieres?

- Dru está confinado en su habitación con un policía haciendo guardia en su puerta y que le sigue a todos lados si debe salir. Lo lleva esposado siempre. Si no encuentran al verdadero agresor, será a él a quien le echen toda la culpa.

- Cómo estás segura de que no fue él.

Intento buscar una respuesta convincente en mi cabeza, pero no la encuentro. Lo sé porque lo siento, no porque tenga pruebas. Es eso y ya. Y así se lo hago saber.

- No tengo pruebas que demuestren su inocencia, Cindy, pero siento de corazón que Dru nunca haría algo como eso. Sobre todo después de saber que su madre había muerto, justo al mismo tiempo que te agredían a ti.

Veo un movimiento en la mandíbula apretada de Cindy. Y por su mirada, creo que está empezando a dudar. A creerme.

- Si recibió esa llamada –dice-, habrá quedado registrada la hora. ¿Verdad?

- Claro –eso me da esperanzas. Cindy asiente pero se queda en silencio-. Cindy, ¿crees que puedes recordar algo que se te haya pasado decirle a la policía?

Closed. I hate uWhere stories live. Discover now