La lechuza Negra

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Harry estaba más desesperado al igual que Ron al no haber encontrado a Hermione por ningún lado, ni siquiera Luna o el otro Ravenclaw quienes eran premios anuales la habían visto después de aquellos dos dias pasados. La noticia llegó rápidamente a manos de la directora quien al pricipio dudaba en notificarles a sus respectivos padres por el temor de solo levantar una falsa alarma tanto en los estudiantes como en los padres de familia que con dificultades y reservas habían enviado a sus hijos de nuevo a Hogwarts.

Ginny por su parte había convocado a una reunion de prefectos para comenzar a realizar brigadas de búsqueda en todos los rincones del colegio, asi como también dentro del bosque prohibido; sitio engañoso para todo aquel que se adentraba hasta lo más profundo encontrando criaturas recelosas de su territorio.

Los demás cooperaban en los grupos ya que habían pasado exactamente dos dias después de la desaparición y McGonnagall debía notificar tanto a los padres de la chica como a los aurores para comenzar una búsqueda más exhausiva en cada rincon de la ciudad. Muchos decían que se había fugado con Viktor Krum, algunos otros mencionaban que la directora le tenía demasiado favoritismo que la había enviado a otro colegio fingiendo que había desaparecido y después dar la sorpresa que se encontraba en otro sitio recibiendo su título de graduacion cómodamente hasta la puerta de su ahora mansión.

Las persona especulaban lo que deseaban, no obstante, había solo una persona que sabía exactamente la ubicación de la desaparecida Hermione Granger y ese era un platinado que siempre se le veía sentado en el patio de las serpientes leyendo un libro denominado "Pociones avanzadas aplicada a la transmutación", un título que a muchos les parecía demasiado extraño en las manos del principe de las serpientes quien solía detestar aquella materia durante seis años seguidos cabiendo mencionar que la razón de sus excelentes notas era el evidente favoritismo que tenía el antiguo profesor finado hacia su ahijado.

Las brigadas no habían tenido éxito en la localización de la castaña; habían peinado todo el perímetro del colegio desde las torres, las aulas, las bodegas, los patios respectivos donde habitaban algunas criaturas mágicas, el bosque prohibido e incluso cada rincon de Hogsmeade donde pudiera haberse extraviado. La directora no le quedaba más remedio que realizar una brigada en las profundidades del lago negro deseando que sus suposiciones fueran equivocadas, su deber era encontrar a la chica viva o muerta, y en cualquiera de los dos escenarios debía avisar a los padres para que estuvieran enterados de lo sucedido; noticia que por supuesto no resultaría nada fácil.

-Ya buscamos por todo el colegio y no hay rastros de Hermione - Mencionaba la pelirroja al momento de llegar fastidiada del éxito no obtenido en las brigadas sentandose en el sofa quedando al frente del pelinegro quien se frotaba las manos ansiosamente al no recibir noticias de su ahora amante. Ginny lo observaba inquisitiva, pues jamás había visto preocupado a Harry de tal manera tan atroz, contemplaba su rostro pélido, sus nervios destrozados reglejados en ese respirar agitado acompañado de sus manos que temblaban como gelatina. No era que no le preoucupara la situación de su amiga, pues estaba haciendo todo lo posible por encontrarla pero la forma en la que el pelinegro tomaba toda esa situación era de lo más rara.

-Pero no pudieron intensificar las busquedas?, ¿Estan seguros de que buscaron bien?- El chico se mostraba preocupado haciendo que la pelirroja arqueara la ceja un poco, jamás creyó que precisamente él dudara de sus capacidades como lider de una brigada, mucho menos en le busqueda de su amiga.

-Estamos haciendo mucho más que solo buscar Harry, no comprendo como es que tu te pones a dudar cuando sabes que estamos hablando de Hermione Granger la chica que ha soportado muchas cosas en la vida y en la guerra, si algo te puedo asegurar es que esta viva, ella no es de las que se rinde tan facilmente sin antes haber luchado por su supervivencia- La chica se levantaba de su lugar para sentarse al lado de su novio quien solo sonreía con dificultad en la espera de noticias favorables, le tomaba las manos para poder reconfortarlo y corría un mechon de su cabello negro observando la cicatriz en forma de rayo de la que tanto estaba enamorada. -Ella estara bien amor, tu solo debes de tener fé o si quieres puedes ayudarnos en la búsqueda- Indicaba para poder animarlo un poco pero él seguía fijando su vista en la mesa de centro tratando de buscar los lugares posibles donde pudiese haber estado; aún se lamentaba haber acudido con la profesora McGonagall aquel dia en que se citaron llegando demasiado tarde.

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