Alma Matter

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Harry estaba nervioso por su siguiente entervista con el cuetvo; sentía las manos sudorosas y sus nervios estaban al tope de su capacidad, decidió tener su varita a la mano para utilizarla en caso de ser necesario. Deacuerdo con la ultima carta recibida dos dias anteriores, aquel individio le había mencionado que se verían en la azotea del museo de historia natural de la ciudad de Londres; por otra parte consideraba que era arriesgado verse en un sitio tan concurrido por muggles.

Salía de la torre de los leones con una mochila que contenía la cantidad en efectivo que esa misma tarde había ido a retirar de su cuenta en Gringotts gracias a la intervención de Sharkthoot.  Vestía unos vaqueros deslavados y una camisa holgada con la insigia del equipo de Gryffindor en la parte izquierda, sus lentes tan tipicos que pareciera que había crecido con ellos cuando aún vivia con sus tios Dursley estaban ligeramente empañados de un lente pero no le importaba.

Necesitaba el lugar ideal para desaparecer ya que no podía arriesgarse a que de nueva cuenta Cristal Parker lo pillara desprevenido montando de nuevo en su escoba para ir al lugar de la cita, caminó por algunos pasillos dirigiéndose hacia el patio de herbología; sitio en el cual los estudiantes dudaban en transitar por el sonido constante de algunas mandragoras que a pesar de estar plantadas emitian ligeros chillidos quejandose de la mala calidad de la tierra. 

Miraba hacia el frente y esperaba que por fin terminara aquel suplicio por el que estaba pasando, sus manos sudaban aun más de la cuenta tratándo de mitigarlas y calmarlas con la ferviente idea de que esta vez recuperar a Hermione. Se introdujo a un pasadizo donde no había visto pasar a nadie afortunadamente decidiendo hacer la desaparición; su mente estaba concentrada en el sitio donde se citaría con aquel secuestrador cambiante a cuervo.

-Museo de historia- En ese instante se disolvió en la nada dejando aquel lugar igual de solitario que de costumbre.

Sus entrañas parecían de goma como aquella primera vez en el que el director Dumbledore lo había llevado a la casa del profesor Slughorn para disuadirlo de regresar al colegio como profesor de pociones supliendo el lugar de Snape, quien impartiría Defensa contra las artes oscuras por mera estrategia del mago dirigente de Hogwarts. Estaba acostumbrado a sentir esas emociones dutante la desaparición pues la castaña en su momento los transportaba constantemene para poder hacer la busqueda de los horrcruxes.

En una callejuela que quedaba contigua al museo de historia natural el chico de la cicatriz reaparecía un poco agitado por el movimiento del truco, se colocaba una mano en el pecho para serenarse y volteaba a ambos lados para percatarse de que nadie lo hubiese visto hacer un acto parecido al de Houdinni. Apretó la mano en una de las correas de la mochila y se dirigió a la puerta circular donde algunos niños, estudiantes universitarios e incluso indigentes merodeban por esa entrada.

-Tengo que llegar a la azotea- Entrando al edificio caminaba a paso lento para no despertar sospechas entre los visitantes; el guardia de seguridad estaba tan distraido en su periodico y sus rosquillas que no se percataba de quien ingresaba al edificio. Harry se dirigió para pagar su entrada tranquilizandose a cada paso que daba, posteriormente caminaba por las galerias para introducirse en al algunas salas alusivas a la historia de Londres.

Contemplaba por un rato los esqueletos de dinosaurios, las fotografías viejas de los primeros reyes de aquella nacion hasta la mas reciente en un lienzo que mostraba la cronología de aquella casa real que se dedicaba al gobierno británico. Se adentró a otras salas donde se encontraban algunos cuadros de pintores famosos como Russeou, que a pesar de tener nacionalidad francesa era muy querido en las tierras inglesas.

EstocolmoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora