El precio de la realeza

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Harry estaba decepcionado por no haber tenido su encuentro que ya era tan periódico con el secuestrador cambiante a cuervo; había llegado a regañadientes al colegio demasiado molesto por la intervención innecesaria de la auror llamada Cristal Parker, debía reconocer que ahora más que nunca se dificultaría cualquier contacto con él estando esa chica de por medio. Por otro lado también se preguntaba por Hermione, no había tenido noticias de ella desde la segunda entrevista y comenzaba a pensar lo peor, pues ya casi tres meses de la desaparición cortaba con toda esperanza de encontrarla sana y salva.

Las fiestas decembrinas estaban por llegar y la profesora McGonagall había decidido que la vida debía continuar con o sin noticias de la castaña. Muchos de los Gryffindor estaban inconformes con tal decisión pero no les quedaba más remedio que aceptar que debían dejar en manos de los expertos aquella busca; se sintieron decepcionados por no haber contribuido en nada experimentando un humor de perros los últimos días de noviembre.

Draco por su parte había llegado al colegio donde su relevo lo esperaba con ansia pues tenía que surtirlo de algo que lo ayudaría a seguir burlando su presencia con todos y cada uno de los docentes. Se dirigió a las mazmorras donde esperaba encontrar un ejemplar del profeta declarando la desaparición de sus amigos serpientes enterándose de la misma noticia el día en el que la imprudente de Parker había llegado al lugar donde se citaban con regularidad los dos enemigos jurados.

-Maldita sea, debe de haber algo por aquí- Declaraba el rubio revolviendo los libros que se encontraba en las mazmorras; sitio al que había logrado entrar gracias a su simpatía con la condesa del retrato. Movía los cojines de los sillones para poder buscar algun indicio sobre los tabloides de los diarios para enterarse mejor del probable secuestro de sus camaradas; se sentía preocupado por Pansy, pues recordó que el señor Parkinson le había confiado su seguridad dejándola en manos de quien había convivido con ella desde la infancia.

Se sentó frustrado encendiendo un cigarro inclinándose al frente mirando hacia a la nada; aún tenía en sus mente aquellos ojos color caramelo que lo observaban deseando tener una vida, la experiencia de la intensidad que se había privado por asistir sin recompensa alguna a su amigo Potter quien estaba  de la misma manera que él enamorado de ella. Concluía mientras fumaba que aquel sentimiento debía erradicarlo lo antes posible, de lo contrario sus planes; aquellos en los que había trabajado duramente se harían polvo por tan solo un arrebato de cursilería y ternura.

En ese momento sintió unos pasos acercarse a el con tranquilidad por lo que volteo al instante para toparse con un joven de cabello castaño y ojos marrón; vestía unos vaqueros deslavados y una camisa muggle con la leyenda "be strong". El platinado quien lo observaba con la ceja arqueada sentía algo extraño, como si aquella energía que emanaba le resultara familiar, conocida, aquello que no se puede ver pero sin embargo paraliza ciertos sentidos preguntando la naturaleza del mismo.

-Tu debes ser Draco Malfoy o ¿Me equivoco?- Indicaba el castaño sentándose al frente del chico.

-A menos que hasta eso me hayan quitado los hijos de puta del ministerio supongo que si, soy Draco Malfoy, ¿Y tu eres…?- Preguntaba el rubio.

-Connor Blake, auror  y cazador del distritio de Luxemburgo, un placer- El castaño le daba la mano para saludarlo mientras que el otro dudaba un poco; no era que fuese escrupuloso sino que no se fiaba de cualquiera, en especial si este por suposición lógica trabajaba lado a lado con Parker.

-Auror he?, creo que la desaparición de Granger trae vueltos locos a todos en Londres, bueno era de esperarse- El chico le daba la mano sintiendo de nuevo aquella extraña corriente de energía que vibraba un poco en su cerebro, quizá fuera por las emociones recientes con Hermione. -Supongo que trabajas con Cristal, tuve el … placer de conocerla hace un par de semanas, aunque lo raro del asunto es que sea de las personas que les guste hacer equipo- Puntualizaba.

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