~No ha sido un error~ (Editando)

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*Narra Nati*

Cuando despierto estabamos en Sevilla, en una carretera donde pone en letras grandes "Mairena de Aljarafe", así se llama el municipio donde estaremos estos tres meses. No es muy grande, pero esta bastante bien. Aunque a Lore dudo mucho que le guste, ella es más de ciudad, de playa, de cine, de tarde de paseos por el muelle con los amigos...

Sandra me ha pedido que despierte a Lore, porque ella aún sigue dormida. No se como puede dormir tanto. Seguro que si aparcamos, nos bajamos y la dejamos en el coche, ni cuenta se daría. Verás la cara que pone cuando le despierte.

*Narra Lore*

    -¡Lore! -oigo gritar a mi amiga

    -Mmmm... ¿que? -digo con los ojos entrecerrados ya que me molestaba tanta luz

    -Ya hemos llegado

Abro los ojos del todo como puedo y miro por la ventana del coche.

    -¿Dónde estamos?-pregunto

    -En Mairena de Aljarafe- contesto mi tia.

No se como me siento en este momento. Admito que me esperaba algo más...grande, pero me gusta. Parece un lugar tranquilo y la verdad, que después del curso tan intenso que he tenido, me hace falta un descanso.

Llegamos a la casa de mi tía, nos bajamos del coche y entramos en la casa con las maletas. Por lo menos la casa es grande y muy bonita. Tiene jardín y piscina. Perfecto. Mi tía nos lleva hasta la habitación que compartiríamos Nati y yo lo que nos queda de verano. En realidad es grandísima. La más grande de toda la casa, pero necesita un poco de nosotras, luz y color.
Después de colocar toda la ropa y demás, empezamos a pegar pósters por toda la pared y dibujos que habíamos hecho nosotras. De repente escuchamos unas risas que vienen de la ventana que hay a dos metro de la nuestra. Frente a frente. Nos encontramos a un chico no muy alto, moreno, con ojos marrones y para ser sincera, bastante guapo. Nos está mirando y se ríe a pequeñas carcajadas.

    -¡Hola, guapetonas!- Dice él aún riéndose y apoyándose con los dos brazos en el borde de la ventana.

    -Hola- contesta Nati sonriendo como una boba

    -¿Se puede saber de que te ríes?- digo yo sería

Digamos que la simpatía no es mi punto fuerte.

    -Bonita maleta- dice desviando la mirada hacia mi maleta de bob espoja y riéndose aún más.

Entonces Nati también empieza a reír mientras y mi humor empeora. Gracias, amiga. Le miro seriamente y ella para de reír.

    -Te dije que se te había quedado pequeña- me dice susurrando ella

Cosa que yo ignoro.

    -Mi intuición me dice que es tuya ¿no?- dice fijando su mirada en mi y sonriéndome.

    -Pues si, es mía ¿algún problema? -contesté poniéndome roja.

    -No nada, solo que, ¿no eres un poco mayor ya para...?

    -No - digo sin dejar que acabe.

No se si los colores rojos de mis mejillas eran de lo nerviosa que me estaba poniendo o de que mi enfado ya estaba llegando a cierto límite que no recomiendo tocar.

    -Yo que tu dejaba el tema. No te recomiendo enfadarle, eh- dice Nati burlándose

Le pego un pequeño golpe en la cabeza y para de reír. El chico suelta una última carcajada.