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*Narra Lore*

Llego a casa y les veo a todos sentados en el sofá, algunos en el suelo, mientras juegan a la play.

    -¡Hola!- digo cerrando la puerta

Todos me responden menos Nati, que se levanta del sofá, me agarra del brazo y, literalmente, me arrastra hasta arriba.

     -No vas a imaginar quién me ha llamado al móvil- dice ella un poco alterada

     -¿Quién?- pregunto 

     -David, el hermano de Sergio

Espera, que me da un mini infarto.

     -Si, dice que quiere hablar contigo

     -Pues que se valla a la mierda. Yo con él no tengo nada de que hablar. Ni con él, ni con su hermano.

     -Dice que si tu no vas va a venir él.

     -Estos niños son gilipollas- digo suspirando y llevándome las manos a la cabeza

    -¿Porque no hablas con ellos dentro de dos semanas cuando vallamos?

     -No. Con ellos no. Puede que hable con David pero con Segio no puedo. Lo sabes.

    -Lo sé. Al menos habla con David, a ver que quieren y que nos dejen tranquilas ya

Entonces a Nati le suena el móvil y me quedo mirándole mientras ella revisa el mensaje

     -Es Jesús, dice que si nos vamos a merendar a su casa

    -No se, tu dirás

    -Por mi si, pero si no quieres me quedo aquí contigo

    -Venga, vamos

¿Cómo voy a hacer que se quede conmigo por yo no querer ir a la casa de su novio? Eso sería de ser mala amiga...

   - Si yo se que en el fondo quieres venir- me dice sonriéndome

Bajamos al salón y avisamos a Raúl y Adri para que vengan con nosotras. 

A estas alturas ya me he acostumbrado a llevar el bikini todo el día puesto. Y menos mal, porque nos han propuesto ir a su piscina, y con la calor que hace aquí quién les dice que no.

Además después de pasar toda la tarde en la piscina, su madre, Eva, nos invitó a quedarnos a comer.

    -Oye, que esta noche tenemos fiesta con unos amigos y le e dicho a mi madre que os quedáis aquí para que podáis venir -dice Dani casi susurrando para que no les escuche su madre

En ese instante nos dio un subidón de adrenalina a todos. Normal, es que he venido aquí a pasar las vaciones y no salgo de la piscina de mi tía o de los gemelos.

Adrián, que se encuentra sentado a mi lado, se acerca a mi oído y me pregunta 

    -¿Podemos hablar un momento?

Le asiento con la cabeza y me levanto diciéndoles al resto que saldremos al jardín un momento

     -Dime- le pregunto cuando por fin estábamos solos

Entonces el se queda mirándome bastante serio y me coge la mano acercándome hacia él

    -Dentro de dos semanas vuelvo a Canadá y no se cuando volveré, ni siquiera me se si lo haré.

     -Lo sé, me lo ha dicho Raúl.

     -¿Y sabes qué?

     -¿Qué?

     -Que no me puedo ir sin antes dejar las cosas claras

Miedo me dan estás palabras

     -¿De que hablas?- dije con cara extrañada

     -De esto.

Entonces me empuja hacia él y me besa. 

No me lo puedo creer, me está besando el chico que me ha gustado durante un año y que nunca he tenido el valor de decírselo. 

Esto es demasiado bonito para ser verdad. 

Al cabo de dos minutos nuestros labios se separaran, no porque no queramos seguir besándonos sino porque nos acordamos de que tenemos que respirar.


~No ha sido un error~  (Editando) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora