Epílogo

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El sonido desgarrador del lamento astral de Rakkaus alcanzó hasta el último confín de la Vía Láctea. La anulación total de un planeta por fuerzas externas se había dado en varias ocasiones a través de los siglos. Un juicio adverso recibido desde un emisario de los linajes originales equivalía a la obliteración. Ellos se caracterizaban por ser jueces justos, así que nadie ponía en tela de duda lo acertado de sus decisiones. En consecuencia, la mayoría de las razas más poderosas de las constelaciones no intervenían en ello ni tampoco se mostraban alteradas cada vez que se producía un evento de esa índole.

Sin embargo, la escisión de un orbe habitado por la elección voluntaria de su propio espíritu guardián sí constituía una anomalía absoluta sin precedentes. Ninguna de las almas protectoras de mundos había tomado una decisión así de drástica, pues el bien común de las criaturas vivientes jamás había estado por encima del bienestar de un cuerpo celeste. Era bien sabido que los entes de cualquier especie derivada de las poderosas estrellas creadoras podían ser reemplazados o incluso revividos si se protegía alguna fracción de sus almas.

Por otro lado, llevar a cabo la reconstrucción de los planetas destrozados resultaba casi imposible. Aunque las estirpes originales podían retractarse de sus decisiones y regresar a un mismo punto del multiverso para rehacer viejos mundos que ellos hubiesen destruido, esto sucedía en muy raras ocasiones. Y si los daños eran provocados por alguna de las almas de los planetas, los creadores jamás cuestionarían dichas resoluciones. Los seres como Rakkaus eran incapaces de actuar movidos por el odio o la maldad, pues no había ni una ínfima partícula de oscuridad en su interior. Por consiguiente, los fundadores confiaban por completo en el sabio juicio de estos.

Por dichas razones, el insólito lamento del noble corazón terrestre trastornó los ánimos en millones de entes. Todos se preguntaban cuál podría haber sido el motivo de Rakkaus para que actuara de esa manera tan drástica. Solo una de las estrellas de Cepheus conocía la respuesta correcta ante tal interrogante. Ella había captado de inmediato lo que eso significaba. El esperado momento para que interviniera de nuevo en los asuntos terrestres por fin estaba a las puertas.

Había transcurrido mucho tiempo desde la última ocasión en que Sherezade tuvo comunicación con Milo. En su corazón, la dama albergaba grandes deseos de volver a encontrarse con el amable muchacho. Desde el momento en que sus caminos se habían separado a la fuerza, la tristeza la ahogaba. Sin embargo, se había abstenido de establecer contacto con el muchachito terrícola debido a la extraña lealtad que le debía a Savaelu.

A pesar de no haberlo visto nunca en su forma tangible, la señora estelar lo había conocido a profundidad. Gracias a las numerosas conexiones que sus esencias habían compartido dentro del plano onírico varios años atrás, ambos se fueron encariñando hasta que llegaron a convertirse en amigos muy cercanos. Poco después de que se produjese la primera visita del duque entre los vívidos sueños de la Keijukainen, la vida de esta última jamás volvió a ser la misma.

La decisión de alejar al joven Woodgate de la Tierra no había sido una alocada idea de la dama. El hecho de que lo hubiese traído consigo para criarlo como si fuera su propio hijo no se debía a una afortunada casualidad. Ni siquiera las impactantes visiones premonitorias de las que había sido testigo la habían impulsado a actuar de aquella manera. El secreto mejor guardado de Savaelu era el verdadero motor de sus acciones.

El gran misterio le había sido confiado a la fémina estelar y ella prometió que iba a protegerlo sin importar cuál fuera el costo. Además de Sherezade, solamente Rakkaus y Araline conocían toda la verdad sobre el singular pasado del noble. No obstante, había llegado el momento oportuno para que Déneve comenzara a ser partícipe del asunto. Al fin y al cabo, una gran parte de ello le había afectado de manera directa y lo seguiría haciendo, así que tenía derecho a saberlo.

Pacto de Fuego [Saga Forgotten #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora