Chapitre 1

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Narrador...

-¡Evelin! -gritó el pelinegro.

Una chica castaña de ojos verdes entro por la gran puerta de color blanco opaco que daba a la oficina del jefe.

-Señor -dijo amable.

-¡Ve y diles a los ineptos de archivos que esto no fue lo que pedí! -aventó los papeles con datos de la empresa.

-Lo siento señor. Ahora mismo voy -tomó aquellas hojas y salio hacia el apartado de archivos.

Un día realmente agitado y con el estrés a mil por hora era la vida cotidiana de aquellos empleados.

El dueño, Jose Canela, era un enorme dolor de cabeza. Nadie lo podía tolerar y muchos llegaban a decir que estaba enfermo mentalmente. El hecho de estar enojado las 24 horas del día era algo imposible para cualquier persona sana pero para Canela no era así. Podía estar enojado con medio mundo y seguir furioso semana tras semana.

Evelin, su hermosa secretaria era la única capas de soportar a tal amargado. Y aun que al principio quiso irse y jamás volver, el amor que esta sentía hacia su jefe era el único que la mantenía ahí.

Y muy aparte de ello tenía una responsabilidad; cuidar de su hermano menor. Desde la perdida de sus padres ella quedo como tutora y responsable de aquel niño de 3 años. Ya había pasado el tiempo y ese tierno niño se convirtió en un apuesto joven con millones de sueños y esperanzas. Su hermana estaba orgullosa de ver a ese pequeño crecer y no estancarse como otro lo hubiera hecho.

Ahora estaba apuntó de iniciar su universidad y el presupuesto que tenían no era el mas apto para cubrir aquellos gastos tan elevados. Y sin mas que hacer decidió buscar trabajo, Evelin se negaba a dejar que su hermanito trabajara, ella juro a sus difuntos padres hacerse cargo del pequeño y hasta entonces lo había cumplido. Varias platicas y una que otra pequeña discusión hicieron que por fin y a regaña dientes la castaña aceptara el hecho de dejar trabajar a su hermano.

Minutos antes de que el malhumorado Canela la llamara estaba preparando todo para presentar a su hermano ante su jefe. Y es que esa fue la única condición que le puso. Trabajar con ella para estar segura de que no corriera peligro y estar al tanto de sus decisiones, ya que aun no era mayor de edad.

Evelin regreso con los archivos correctos y miró a su pequeño hermano mirando con cierto miedo la puerta de la oficina de Jose.

-¿Listo? -preguntó sacando del transe en el que estaba el castaño.

-Listo -dijo seguro de si mismo.

Evelin asintió y entro para después dejar entrar al menor.

-Aquí están los archivos señor Jose

Un ademán de mano fue su respuesta. Los ojos de Canela estaban fijos en el monitor de su computadora, ni si quiera había visto al chico detrás de la castaña.

Canela alzo su vista al no escuchar la puerta ser cerrada y miró con fastidio a la chica.

-¿Necesitas algo? -dijo serio y alzando una de sus gruesas cejas.

-Si señor, quería pedirle de favor que le diera una entrevista a mi hermano.

Se hizo a un lado y dejo ver a aquel pequeño chico con nervios y miedo al cien

Canela miró al chico y alzo totalmente su rostro.

-¿Y tú eres...?

-Alonso, Alonso Villal....

-Si, si, si Villalpando ¿no? -el chico asintió

Jose miró serio a la castaña y esta entendió al instante.

-Los dejare solos -dejo los documentos en el escritorio y salió de la oficina.

Canela señalo la silla enfrente de él y el castaño chico tomó asiento.

-Y dime Alonso ¿que sabes hacer?

Tomó una gran cantidad de aire y saco su mejor voz.

-Soy bueno en varias cosas una de ellas es mi memoria y..

-¿Tu memoria? -dijo Jose alzando una de sus cejas.

-S-si, tengo una memoria excelente y creo que es una buena ventaja en este tipo de trabajos.

-¿Sabes manejar una computadora? -el chico asintió - bien, te pondré a prueba ahora mismo. Quiero que entres a la base de datos de la empresa y me imprimas el formulario en un documento con la fecha y hora de hoy ¿crees poder?

Alonso sentía que el miedo lo consumía vivo. Jamas había entrado a alguna base de datos y quizá tampoco había cambiado la fecha y hora a algún formulario.

-Si.

«Claro Alonso, por que mejor también le dices que sabes manejar cohetes espaciales»

El castaño se levantó de la silla de cuero negro y camino hasta estar aun lado de Canela.

-Te diere lo que tienes que hacer. No repito ni mucho menos te ayudare ¿entendido?

Alonso solo asintió.

-Sientate

El castaño miró por todos lados en busca de una silla o algún banco pero no logro ver nada.

-¿E-en donde? -pregunto nervioso

Jose suspiro pesadamente y tomo por las caderas al castaño, haciendo que se sentara en sus piernas.

Las mejillas de Alonso se encendieron y el sudor de sus palmas incremento. Vaya entrevista de trabajo.

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(Posdata: Obra sin editar.)

Actualizaciones MUY LENTAS para evitar plagio :)

@CursiPeroJalonso ✌

Enamorado Del Asistente. -|Jalonso|-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora