Enamorado Del Asistente. -|Jalonso|-

Chapitre 4

Narrador...

Los azulinos ojos de Alonso se perdieron en aquel miel tan profundo, esas malditas ganas de sentir las manos de Jose dentro de su camisa y que estas acariciaran cada parte de su piel sin pudor alguno lo estaban cegando y lo hacían alejarse de la realidad, en verdad que no podía con tal sensación. Sus labios se fueron acercando de manera lenta y sus pupilas comenzaban a dilatarse, un pequeño rose basto para que el corazón del castaño latiera de manera descontrolada. Canela acerco su rostro y así corto la distancia, sus labios estaban unidos en un beso calmado, las manos del jefe subían cada vez mas la playera del castaño. Uno de los brazos de Alonso rodeo el cuello del pelinegro, lo tomo por la nuca he hizo mas profundo el beso.

Ya a esas alturas las manos de Canela se encontraban cerca del pecho del mas bajo, suspiros salían de los labios del ojiazul y jadeos casi inaudibles chocaban con sus labios. La cadera del mas bajo se acerco a la pelvis del ojimiel he hizo un poco de fricción que aumento el calor en ambos cuerpos. ¡Al carajo si alguien los veía! La necesidad que ambos sentían demandaba atención y ellos no ponían resistencia a semejante placer.
Una de las manos de Canela bajo hasta la bragueta del chico de ojos azules, con lentitud fue haciendo que descendiera. La cabeza de Alonso se encontraba en las nubes y no podía detener algo que el mismo pedía a casi gritos. Aquella traviesa mano se adentro poco a poco en el jeans del castaño, un pequeño rose y los gemidos por parte del ojiazul comenzaban a salir de manera provocativa.

-¡Señor Canela! -habló Evelin con fuerza al no poder pasar a la oficina del ojimiel.

Alonso se separo de golpe y acomodo su camisa junto con su jeans, mientras que Canela acomodaba su cabello despeinado. Ambos con la respiración agitada y las mejillas un tanto coloradas se miraron con cierto toque de complicidad, el castaño dio media vuelta y trato de darle la espalda a la puerta para que nadie viera la erección que ya tenía. Jose por su parte acomodo su corbata y se cercioró que no hubiera algo que ocultar. Camino hasta la puerta y la abrió, Evelin entró sin preguntar y se postró enfrente del escritorio de Canela

-Creí que no estaba señor -dijo un poco disgustada.

-¿Qué quieres? -respondió mas frío de lo usual, ¿y cómo no? Si había interrumpido su momento con el pequeño Alonso.

-El señor Bryan intento comunicarse con usted pero... -miró de reojo a su hermano y escupió con cierto desprecio - estaba ocupado siendo maestro.

Alonso al escuchar eso siento una leve punzada en el pecho, ¿Podría ser que Evelin se había enterado de su puesto?

-Creo que eso a ti no te incumbe, yo hago lo que quiera en mi empresa...

-P-pero señor -interrumpió Evelin con voz un tanto quebrada

-¡Quiero que le digas a Villareal que si quiere hablar conmigo lo haga personalmente! -gritó furioso y pudo apreciar como el cuerpo del castaño se tenso al oírlo gritar de esa manera.

-L-lo haré señor -salió la castaña con la cabeza agachada, Jose nunca le había gritado.

Al escuchar la puerta ser cerrada camino hasta estar detrás del ojiazul y rodeo su cintura con sus brazos.

-Lamento que hayas escuchado eso -susurró calmado, nada comparado con el Jose de hace unos instantes.

-N-no hay p-problema -dijo con un hilo de voz.

Canela beso su mejilla y abrazo con mas fuerza su cintura. Escondió su rostro en el cuello del mas bajo he inhaló profundo, aquel exquisito aroma era realmente fascinante.

-¿T-tienes algo con mi hermana? -habló después de un silencio un tanto abrumador.

Canela sonrió por aquella pregunta y alzo su rostro.

-No, pero creo que ya sabes que siente algo por mí. Algo que nunca existirá. -acaricio una de las mejillas de Alonso y sonrió.

Alonso dio media vuelta y miró a los ojos al pelinegro, esos profundos y hermosos ojos.

-Señor Jose -Canela coloco su dedo en medio de los labios del castaño en señal que guardara silencio.

-Ten la confianza de decirme Jos

Aquel Jos sonriente era algo que muy poco se podía apreciar. A su edad es para que estuviera lleno de vida pero parece como si fuera la edad de alguien harto de sonreír. Aquella sonrisa hizo que también se dibujara una en los labios del pequeño castaño, sin poderlo evitar pensó en la pregunta que cambiaría su vida.

«¿Qué se sentiría vivir una relación a escondidas? »

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Si llegamos a los 40 votos antes de las 5:55 pm tendrán otro capítulo con Smut del bueno 7w7r

Jsjsjsjs quiero ver si llegamos :v aun que io digo que nuop pero ñeee :3

@CursiPeroJalonso ✌