Chapitre 22

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El próximo cumpleaños del castaño ya estaba a la vuelta de la esquina y eso quería decir que en algunos días ya seria un adulto ante la ley, o sea adiós a tener que pedirle permiso a su hermana para todo incluyendo relaciones. Jos estaba algo abrumado al no poder encontrar el regalo perfecto para su pequeño amante; ya que todo lo que se le ocurría era bastante cliché y no era lo suficiente para su novio. Pensó en todo; anillos, collares, un auto nuevo, comprarle una casa o un ramo de flores gigante pero nada lo convencía, nada era suficiente para Alonso y el paso del tiempo no ayudaba en nada. Ya eran las ocho de la noche y al amanecer tendría que llevar al castaño de vuelta a la ciudad, con tan solo unas horas con él y ya se había acostumbrado a tenerlo cerca pero eso aun no encajaba en la realidad, pronto eso era lo que se repetía Jos a cada rato pues el remordimiento de que tal vez pudo causar problemas no lo dejaba disfrutar del todo.

—¿Quieres cenar?—pregunto tomando al ojiazul por la cintura.

Alonso se estaba comando la playera ya que apenas se habían levantado de la cama.

—¿Propones algo? —dio media vuelta y enrollo sus brazos en el cuello de Canela.

—¿Comida francesa? —pregunto mirando aquellos preciosos mares

—Aja, y ¿donde piensas comprarla? Recuerdas que estamos lejos de todo —dijo con diversión

—Yo la preparo  —sonrió.

—¿Tú sabes cocinar?—enarco una ceja, mientras trataba de no reír.

—Me ofende mucho ese comentario —dijo con un poco de seriedad y soltó al ojiazul

—Vamos solo era una broma

Canela salió de la recámara y se dirigió a la planta baja, Alonso iba detrás suyo aun pidiendo disculpas por su mal chiste. La mujer con la que Jos estaba hablando cuando el castaño aun dormía no había aparecido y tal vez eso debería de preocuparle a ambos pero había pasado desapercibida como un simple soplo de viento.

Canela llegó a la cocina y comenzó a sacar todo lo necesario para comenzar a cocinar, ante la atenta mirada de Alonso el ojimiel  trataba de no hacer mucho desastre; aun que era un buen cocinero no era nada cuidadoso con los utensilios y menos si eran de vidrio.

—¿Sigues enojado? —pregunto el ojiazul

Canela dejo de lado un cucharón de madera y recargo sus manos sobre la mesa.

—Sabes, no me vendría mal un poco de confianza —enarco una ceja y sonrió.

El castaño se acercó a él y con lentitud lo tomó por el cuello acercándolo a su rostro, besó sus labios sin responder nada. Cada roce llevaba al pelinegro a un punto donde podía sentir ya el calor del cuerpo de su pequeño asistente. El castaño terminó el beso y sonrió con picardía

—No le prendas fuego a la cocina —dijo el ojiazul y Jos bufo para después sonreír.

El ojiazul salió de la cocina para ir por su chaqueta, el frío aumentaba con cada minuto que pasaba, casi podía asegurar que el soplar del viento hacia mover las cortinas y los altos arboles.

En el transcurso a la habitación recordó la vez que la compañera de su hermana lo llevo devuelta a su casa, ese mismo día había discutido con Jos y su hermana no estaba en la empresa. Recordaba que ella le había dado su número por si algo se le ofrecía y ahora mas que nunca necesitaba hablar con alguien, necesitaba desahogarse y decir todo lo que había callado desde que entró a trabajar.
Al llegar a la habitación buscó con rapidez su celular entre las sabanas revueltas encontrándolo debajo de una pero la batería no era lo suficiente como para durar mas de quince minutos. Marcó el celular de la única persona con la que podía confiar en esos momentos y que sabía que su relación estaba a salvo.

—Liliana,  soy Alonso.

—Vaya, creí que tu hermana te tenía prohibido llamarme —dijo con burla.

Alonso enarco una ceja confundido, el no había hablaba con Evelin desde la tarde de ayer.

—¿De que hablas? No he hablado con nadie y mucho menos con mi hermana

—Te diré todo mañana pero sera mejor que seas mas cuidadoso, Evelin estuvo muy molesta todo el día. —Liliana suspiró y continuó — decía cosas…pero eso ya no importa

—Liliana, dime que cosas —demando Alonso.

—Bien, ella piensa que estas con alguien y el jefe es una de las opciones. Ya sabes sus amigas —hizo voz de desagrado al decir lo último —le están lavando el cerebro otra vez

—¿L-lo sabe?

—No por completo pero no te aseguro nada —otro suspiro mas por parte de la morena— si vas enserio con el jefe sera mejor que te apresures, Evelin no se quedará con la duda y si lo confirma todo se terminará.

Alonso quedó en silencio no sabía que decir, era momento de decidir y no equivocarse. Era momento de poner todo en una balanza y ver quien era mas importante para él, quien merecía ser su prioridad y quien quedaba en segundo puesto. Evelin era su hermana y madre, ella estuvo en todo momento y se volvió su responsabilidad desde que tenía tres años. Pero, en cambio Jos era el amor de su vida y lo amaba con todas las fuerzas de su corazón, moriría si no está a su lado. Cerró los ojos y escucho lo que su cerebro decía, su corazón gritaba lo mismo que importaba si perdía o ganaba un futuro mejor él lo había decidido por su cuenta. Liliana no dijo nada durante el tiempo que Alonso se quedó callado.

«Perdoname»

—Liliana necesito tu ayuda —cerró su mano en puño con fuerza y abrió sus ojos que demostraban seguridad.

—Sabes que no te juzgaré.

«No te mereces esto, pero tampoco puedo seguirlo ocultando»

—Esperame en la dirección que te invitaré, por favor no le digas a nadie

—No lo haré, lo prometo

—Gracias —colgó.

Tecleo la dirección y la mando, bloqueo el móvil y casi al instante el celular se apagó por falta de batería.

—Se que es lo correcto.

Después de eso dejo el celular sobre el buró y bajo las escaleras, el olor a comida abundaba en la planta baja eso lo hizo sonreír ya que aquel aroma le demostró que en efecto Jos si sabía cocinar. Al entrar a la cocina encontró al ojimiel partiendo un poco de frutos rojos para el zumo que haría ya que no quería embriagar a su pequeño. Canela alzo su vista y sonrió un poco

—Tardaste demasiado

—E-e no encontraba mi chaqueta —respondió nervioso

Jos enarco una ceja y dejo de lado lo que estaba haciendo para ver directamente al castaño.

—¿Y la chaqueta?

Alonso abrió de golpe los ojos y los nervios no lo dejaban hablar o siquiera inventar una escusa ya que Jos tenía entendido que nadie pero absolutamente nadie sabía de su relación y ahora era su turno de exigir un poco de confianza que de seguro terminaría en una discusión.

—N-no la encontré, pero ya no tengo frío. ¿Te ayudó a servir? —pregunto sonriendo y cambiando de tema drásticamente.

Jos solo siguió con los ojos a su pequeño asistente, negó con la cabeza y abrazó al castaño por detrás.

—Se que pasa algo así que dime de...

—Casate conmigo.

🍦👑🍦👑🍦👑🍦👑🍦

Oliwuis.

Capítulo Random**** :v

Jsjsjsjs bien dicen mejor tarde que nunca :v

No diré nada solo recuerden el capítulo anterior, NO QUIERO DECIR QUE SUCEDERÁ pero si habrá varias referencias :3

Ustedes que le aconsejarían a Alonso?

Evelin

Ó

Jos

@CursiPeroJalonso ✌🍦

Enamorado Del Asistente. -|Jalonso|-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora