Enamorado Del Asistente. -|Jalonso|-

Epilogo

Ya habían pasado los años, tres para ser exactos desde la muerte de Evelin y su llegada a México. El pequeño Josesito pateaba una piedra mientras miraba la tumba de su tía. Alzó su mirar y con ojitos tristes miró a su papi Alon, quien lloraba en silencio. Cada 14 de cada mes iba a ver a su hermana para poder hablar con ella como antes lo hacía y para desahogar el dolor que en su pecho guardaba desde que se enteró que había muerto.

Tres años atrás...

Cuando volvió a México lo primero que hizo fue ir con las autoridades del país para que lo llevaran a donde se encontraba el cuerpo inerte de su hermana. Pero al verla, ahí sin vida, con quemaduras, y con mitad del cuerpo roto era algo que con palabras no podían describirse pero si con el llanto desgarrador con el que lloraba sin piedad, Jos aun lado suyo mientras intentaba asimilar como es que esa mujer que un día considero "gran persona" pudo terminar así. Después de la llamada de Liliana procuró mantener la calma y tratar de controlar a su esposo quien aun estando en el hospital pudieron sedarlo para evitar que se pusiera mal. Cuando lo dieron de alta buscó la carta que la había llegado y que no pudo leer; cuando la encontró sin perder tiempo comenzó a leerla y fue en ese momento cuando se enteró de la verdad. Evelin había muerto en un accidente de auto provocado por alguien que aun desconocían, la castaña llevaba consigo su pequeño hijo e iba con el padre del niño; por lo que decía la carta se dirigían a Texas pero cuando se encontraban cerca otro auto, el cual aun no sabían de que modelo o si era una camioneta, les hizo volcarse. El auto en el que iba Evelin tenía señales de que lo habían incendiado, logrando así que todos los que estuvieran dentro del automóvil perdieran la vida o al menos esa era una de las posibilidades ya que el pequeño que viajaba con ellos logró sobrevivir.

Canela al saber todo eso quiso informarle a su esposo pero no tomaba en cuenta que cierto chico ya estaba preparando las maletas para regresar a México lo antes posible pero era mas que claro que no podría hacerlo puesto que acababa de salir de una operación y su hijo era demasiado pequeño como para poder volar por muchas horas. Sin evitar llorar y suplicar por que le permitirá ir con su hermana, Jos no hizo mas que calmar a su pequeño y convencerlo de que lo mejor para los dos era permanecer en los Angeles hasta que su pequeño creciera un poco o al menos unos días mas.

Pasaron los días y en cuanto Alonso se sintió listo para volar partieron hacia México, ya que el cuerpo de Evelin lo habían trasladado a la ciudad de México pues así lo había pedido el castaño. Volaron varias horas y por fin estuvieron en su país natal, Alonso no quiso dormir nada solo comió un poco y alimento a su pequeño para después ir hasta la funeraria donde ya estaban preparando el cuerpo de su hermana.

Lo dejaron pasar con cubre bocas y una bata, puesto que el ojiazul les habría dicho que tenia pocos días de haber tenido una operación. Para protejerlo de cualquier cosa optaron por mantenerlo un poco alejado del cuerpo y le advirtieron que en el momento que se sintiera mal lo llevarían al hospital mas cercano. Alonso sin prestar mucha atención asintió a todo lo que el medico forense le decía. Jos por su parte solo se mantenía a su lado, dándole la fortaleza que necesitaría en esos momentos tan dolorosos. Cuando la tuvo enfrente sintió como si un cuchillo al rojo vivo se le enterrara lenta y profundamente en su pecho; desgarrando y que mando a cada centímetro que avanzaba. Su mano busco la de su esposo y la estrujó para no caer de rodillas frente al cadáver de Evelin.

-¡Perdoname, de verdad perdoname! -gritó con fuerza y se acerco al rostro de su hermana pero los brazos de Jos no lo dejaron que se acercara mas.- lo siento tanto, hermanita. Tú me diste todo y y-yo... te pague con tu muerte.