El lunes llegó para abrir paso a una nueva etapa en la vida de Ha Na trabajando para los chicos. Cuando se levantó esa mañana no tuvo que hacerlo con el lado de la cama donde dormía Jimin vacío pues ahora ambos tenían que despertar al mismo tiempo y tomar caminos diferentes aunque estuvieran tan cerca.
Durante el tiempo que les quedaba en Los Ángeles, ya no habría desayunos al pie de la puerta o aquellas largas miradas que Jimin le regalaba a Ha Na cuando se levantaba de la cama y ella todavía estaba dormida entre las sábanas.
A partir de hoy todo sería diferente y ambos dentro de sí lo sabían.
— Buenos días —Dijo Ha Na cuando ya se estaba vistiendo con el suéter que Yoongi le había regalado y un jean negro. Se recogió el cabello en una trenza que luego convirtió en un rollo y finalmente se aplicó un poco de labial rosa en los labios —¿Crees que así estoy bien?
Jimin le sonrió desde el borde de la cama y se levantó llevando un mechón que se le había escapado hasta detrás de su oreja.
— Estás perfecta, Ha Na —Le dijo sin querer con una sonrisa nerviosa en los labios —Eres hermosa.
— Basta —Protestó suavemente mientras le regalaba un beso en la mejilla. Él se quedó inmóvil perdido en sus pensamientos mientras la miraba terminar de arreglarse.
Anoche la había escuchado decirle que lo amaba mientras murmuraba en sus sueños.
¿De verdad le amaba?
¿O había sido sólo un sueño en el que aquella frase se le escapaba sin querer de los labios? ¿debería preguntarle por ello o callarse? Tenía miedo de que Ha Na admitiera que sólo había sido un error porque Jimin empezaba a amarla también.
Estaba amándola y lo hacía con más fuerzas cada noche que pasaba a su lado, en cada paseo del bulevar, en el descanso del muelle. Aquella ciudad le estaba regalando una mundo donde no había nada más importante que ella.
— Me voy antes —Le dijo la chica ligeramente sonrojada —Tengo que...
— Por favor, si te ocasionan algún problema házmelo saber.
Ella le sonrió de manera afirmativa y lo dejó allí de pie en medio de su habitación con la misma pregunta flotando en el aire haciendo bulla en la mente del chico.
— Ha Na, ¿me amas? —En soledad la valentía era vasta. Cuando ella estaba delante de él todo se congelaba.
***
No fue muy difícil dar con su nuevo equipo de trabajo cuando se encontraban todos en el restaurante del hotel. Ha Na ya había conocido en algún momento a su presunta jefa, Daehwa por lo que al verla se acercó de inmediato para saber la movida del día.
— Oh, Ha Na —Daehwa levantó la cabeza del plato y le hizo señas para que se sentara en la mesa. La chica estaba acompañada de un chico y tres chicas más. Daehwa se encargó de presentárselos y oficialmente darle la bienvenida.
— Así que vas a estar con nosotros por un tiempo —Le dijo una de las chicas animadamente.
— Sí —Respondió ella con cierta vergüenza y tomó asiento.
Estuvieron charlando un rato acerca de la agenda que tenían cumplir durante el día. Ha Na estaba realmente nerviosa porque aunque ya le habían avisado que estaría supliendo las funciones de la antigua asistente de maquillaje, tenía miedo de no estar a la altura. Después de todo ella sólo estaba acostumbrada a dar clases a niños pequeños y esto era un mundo completamente nuevo.
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30 dates → park jimin
Fanfiction❝Fueron muchos días a su lado, más de 30. En todos ellos me enamoraba un poco más de ella.❞ Colarse en el corazón de Park Jimin fue exactamente lo que hizo Hana. → Historia original.