17

3.7K 369 113
                                    


Había algo particular en la risa de Jimin que Ha Na empezaba a notar porque al escucharlo y mirarlo reír de cualquier cosa, su corazón estallaba en un baile sin ritmo ni fin. Cuando las mejillas del chico se ensanchaban y sus ojos se volvían más pequeños de lo que en realidad eran, la habitación del hotel se pintaba de otro color.

Uno más rosa, uno más calmado y dulce. Incluso podría jurar que hasta un tenue olor a vainilla se desfilaba por el lugar cuando Jimin reía.

— ¿De verdad no te gusta? —Preguntó el peli rosa con una leve indignación cuando Ha Na le confesó que no podía comer el chocolate que le había traído hace rato.

Después de que Jimin casi se vomitara encima tras comer varias gomitas, Ha Na también intentó probar una pero terminó yendo al baño con arcadas. Jimin le dijo que para que se quitara el mal sabor de la boca probara el chocolate pero cuando la castaña leyó la empacadura terminó arrugando el rostro.

— No es que no me guste —Dijo con una leve sonrisa —Es que trae maní y soy alérgica.

— ¡Por Dios! —Chilló él quitándole el chocolate de las manos con rapidez —Casi te mato.

Ha Na le dijo que no se preocupara que él podía comerlo en su lugar pero Jimin sólo miró el objeto con tristeza pues creía que nada le estaba saliendo bien. Ni las gomitas, ni el chocolate.

— Jimin, no pongas esa expresión. Por favor —Le pidió ella tomando el rostro del chico en sus manos —Recuerda el hechizo.

Él la miró por unos instantes para luego regalarle una sonrisa que lentamente se fue dibujando en sus labios, alzó su mano y le acarició un poco el cabello a la chica que aún lo miraba pidiéndole que dejara de estar triste.

— Está bien. Mañana iremos por un chocolate que te guste y que no tenga maní —Dijo asintiendo con seguridad —¿Sí?

— Sí. Así será —Secundó ella mientras se levantaba de la cama e iba hacia el baño —¿Me esperas un rato?

— ¿Qué vas a hacer? —Preguntó inocentemente el chico.

Ha Na lo miró como quien no creía lo que Jimin le estaba preguntando.

— Voy al baño a darme una ducha, Jimin —Dijo cruzándose de brazos.

— Oh. Cierto —Dijo pensativo —Puedo lavarte el cabello si quieres.

Como aquella vez en la que ella no podía por si misma a causa de su tobillo.

Fue la primera vez que Jimin tocaba el cabello de una chica de esa forma tan personal.

— Pero esta vez lo haré en la bañera. De verdad yo puedo... —Dijo ella intentando disimular su sonrojo.

— Sí pero... —No sabía qué excusa inventar —Seguramente lo harás mal. Yo puedo hacerlo mejor —Dijo sentado en la cama con la mirada clavada en sus pies.

— Llevo toda una vida haciéndolo por mí misma —Dijo enarcando una ceja.

— El cabello no te olerá tan bien si no lo hago yo —Murmuró el chico pronunciando sus mejillas en un puchero.

— ¿Qué dijiste?

— Nada. Nada —Repitió acobijándose con el edredón —Te esperaré aquí entonces.

Ha Na se lo quedó mirando con una sonrisa incrédula y se metió en el baño cerrando la puerta tras ella.

— Pero yo quería —Murmuró de nuevo el chico acostado sobre su lado izquierdo.

30 dates → park jiminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora