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A las 14:10 pm del día Lunes de un Noviembre, Jackson junto a Emma declararon la denuncia.

A las 10:23 am del Martes, Stephen Frost fue detenido en un hotel a las afueras de la ciudad.

A las 16:50 pm del día Miércoles, fue el día del juicio.

Emma declaró, entre lágrimas.
Jack declaró, con rabia.
Unos cuantos guardias que el hombre contrató, declararon.
E, inclusive, lo hizo el director de la Universidad.

La mayoría afirmaron lo mismo. Otros lo negaron. "El Señor Frost era, es, y siempre será un peligro para los hermanos Frost".
El Juez golpeó su mazo exigiendo orden en la sala, y con una mirada inexpresiva, observó a los hombres del jurado. Y es medio de todo el silencio, su voz resonó.

—Caballeros del Jurado, ¿han llegado a un veredicto?

Entre ellos se miraron, siendo el presidente el que habló.

—Así es, su Señoría.

—Puede leer el veredicto a la Corte —ordenó el juez.

—Tomando en cuenta el hecho de que hace unos minutos se nos informó el fraude que tomó el hombre, en un intento de soborno —pronunció con total seriedad. Jackson frunció el ceño, dandole una mirada al que era su padre—. Nosotros, miembros del jurado, encontramos al acusado, Stephen Frost, culpable.

El desorden se desató. Jack suspiró con alivio, removiendose en su silla. Emma volvió a llorar, esta vez de alegría, y abrazó a Hiccup Haddock en un agradecimiento por haberles ayudado. Dos de los guardias de prisión tomaron de los codos al Sr. Frost, quien con una mirada de repulsión y odio, se dejó llevar al interior de alguna celda. Sabía que esa era su derrota, que uno de sus guardaespaldas debió haberlo traicionado y acusarlo del soborno. Sabía que estaba solo, y que ya no servía de nada resistirse.

Jack vio como se lo llevaban, sintiendo como era libre por fin. Si bien, llevaba tres años de no vivir con él, lo culpable por no haber hecho nada en su contra lo mantenía atado.
Pudo respirar, pudo sentir que estaba a un paso de su felicidad cuando su hermanita lo abrazó con sonrisas llenas de alegría.

—Gracias, Jack —murmuró Emma—. Gracias...

—Perdóname por no haberte cuidado —la abrazó.

—Y tu por como me comporté.

—Lo sé —le sonrió tranquilamente.

Emma se separó de los brazos de su hermano y se colocó a un lado mientras algunos reporteros tomaban fotografías para algunas próximas noticias. Mientras, Rapunzel corrió a los brazos de los Frost para abrazarlos; la joven se había convertido en una gran amiga de ellos durante estos últimos días, aunque era Eugene quien le había afectado su presencia.

—¿Que no eras libre como el viento? —se burló Hiccup cuando notó la mirada del castaño en la pequeña rubia.

—Cállate —gruñó. Haddock soltó una risotada.

Ambos felicitaron a los hermanos Frost, siendo Hiccup quien también recibió celebraciones por haber ganado su primer juicio. Uno que hará que se gradue con honores próximamente.
Jackson sonrió hacia su hermanita, quien lo abrazó esta vez de su cintura.

—¡Vámonos de aquí! —exclamó el joven, sus amigos y hermana aceptando.

Ya nada debían hacer ahí.

—Joven Frost —uno de los reporteros se aproximó a ellos junto a su camareógrafo—, soy del periódico Neptuno. ¿Podría usted o la señorita aquí presente, hacer algún comentario sobre la detención de Stephen Frost?

La Niña ||Jelsa||[TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora