—...Y resumiendo, adoptamos a mi pequeña, compré la casa con lo último que tenía, llegó Bailey y mi vida era feliz antes de que se fueran a Noruega —terminó por decir.
Jackson le contó la historia de como fue que terminó con una hija y enamorado mientras terminaban por comer la pizza. Emma lo escuchaba atenta, de vez en cuando bebiendo del poco jugo de naranjas que había en el refrigerador. Ahora entendía porque esa chica le había cortado la llamada así de golpe, estaba celosa. Era lo más evidente.
—Cambiando de tema —suspiró Jackson—. Hiccup vendrá mañana, vamos a denunciar a ese bastardo.
—No creo que sirva —negó con terror—. Tiene mucho dinero, capaz que haga de las suyas y...
—Y supongo yo que tenemos evidencias, ¿no es cierto? —la miró con seriedad—. ¿No te ha dejado marcas...?
—Moretones, y rasguños en la espalda —murmuró cabizbaja, moviendo el mechón que tapaba casi su ojo—. Y en la sien tengo una herida que ha costado cicatrizar...
Jackson apretó la mandíbula. Ese malnacido se las iba a pagar, se dijo.
—Me dejó muchas marcas —susurró.
—No volverá a pasar —dijo para calmarla, abrazándola—. Te lo juro.
Emma suspiró, tomando el celular que estaba en la mesa de noche para extenderselo.
—¿Por qué no la llamas? —preguntó, encogiendose de hombros—. O enviale un mensaje para aclararle las cosas. A mi me gustaría dormir un poco, llevo años en que no lo he hecho en paz y estos últimos dos días no dormí en lo absoluto.
—Ve a dormir, te hará sentir bien —aceptó el celular.
Una vez que Emma desapareciera, buscó el contacto de Elsa, o como él le tenía: Cariño.
Esperó y esperó, hasta que supo que la llamada fue colgada. Ella no quería contestar. Volvió a intentar varias veces hasta resignarse, así que a través de un mensaje le aclaró que la chica que había visto era su hermana y que los celos no era necesario mostrarlos, pero que los guardara para cuando realmente necesitara ser salvado de una chica.
Ahora sólo esperaba a que Elsa se dignara a contestarle. No podía ser que ella se hubiese enojado por una tontería que ni siquiera es como cree que es.Colocó una película de acción y fue a ver su Bailey al fin había comido. El animalito se encontraba dormido en el césped y donde iba su comida estaba completamente vacía al igual que el pocillo donde iba el agua. Sonrió, satisfecho. Debía sacarlo a pasear más seguido para que no se sucumbiera en la depresión. Con dificultad, debido a que Bailey estaba más grande, lo tomó en brazos para adentrarse a la casa. El perro despertó, quedándose quieto, sabiendo que su amo no le haría daño. Jackson lo llevó hasta la cama de la que era la habitación de Alicia, no dejaría que volviera a dormir afuera. Fue hasta su cuarto, tocando antes de pasar.
Emma se encontraba durmiendo en su cama como un tronco. Nada lograría despertarla. Sacó unos pantalones holgados de su armario junto a una camisa blanca, saliendo de su habitación sin hacer ruido. Bailey movió tan sólo un poco su cola al verlo entrar, no quería volver a dormir solo. No estaba acostumbrado.
El joven se cambió la ropa y, descalzo, caminó hasta la cama cubriendose hasta por debajo de las axilas mientras llamaba a Bailey. El animalito se acurrucó a su lado hasta lograr quedar cómodo. Jack acarició su pelaje y sonrió muy apenas.—Verás que volveremos a ser como antes... —susurró— Lo verás, amigo.
****
Noruega.
Otra vez una pesadilla. Elsa estaba totalmente harta de seguir sin poder dormir bien, ya hasta temía cerrar sus ojos porque sabría que lo vería a él. Hans le causó tanto daño que por una parte fue por eso que decidió estudiar en otro continente, lejos de él. Por eso y por querer conocer otros hábitos.
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La Niña ||Jelsa||[TERMINADA]
FanfictionÉl era de fiestas y aventuras de una noche. Ella era de libros y tranquilidad. Ambos sin ninguna otra preocupación que no sean los estudios de la universidad y/o su familia. Sin embargo, eso cambia una noche. Discutian mientras caminaban devuelta a...