Capitulo 2: La cita

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Por fin llegó la deseada mañana, el cantar de los pájaros resonaba uno con otro comunicando la nueva mañana y el día luminoso para los seres vivientes en el cual continuando con su normalidad diaria que era producto de su desarrollo cognitivo avanzado con ayuda de mano de obra en lo que todos le llaman "trabajo" a esas labores variadas. El reloj sonaba una y otra vez en llanto con sus brazos quietos en berrinche saltando de un lado a otro sobre la cama del albino en donde lo tuvo que calmar con un solo botón de apagado, estirándose de brazos sin ganas de hacer algo se tuvo que alistar para prepararse en el gran día.

Se esmeró en dar una buena presentación, eso incluyo cepillarse cuatro veces hasta que su aliento este con olor a menta, se baño tres veces para asegurarse de que no hubiese una mancha o mal olor en su cuerpo, y mientras se bañaba esperaba que sus ropas estén limpias todas ya que las remojo y las puso en la secadora teniendo cuidado de no mezclar los colores, luego de haber comido su desayuno se volvió a cepillar y lavo todos los platos, nunca se sabe cuando el pelicrema pueda llegar a visitarle.

Saliendo de la casa cerrando con llave se fue caminando sin mucha prisa por el tiempo que tiene de libre se puso a pensar en el camino sobre el asunto de cómo debe decirle lo que siente, estaba ilusionado con decirle lo que siente y de saber como reaccionaría su mejor amigo, esa palabra le duele por cierta razón, el pelicrema aun lo considera su amigo porque no sabe lo que realmente siente por el, aunque hoy mismo eso debe cambiar o todo o nada con solo esa confesión que debe darla en el momento justo y sin interrupciones, eso era lo que le inquietaba bastante ya que cada vez que intentaba decirle algo con respecto a sus sentimientos alguien llega a interrumpir totalmente el momento, se puede decir que esta de más ese clásico pero todo el tiempo eso cansa.

Por fin ha llegado al instituto y como si nada saludo a los demás chicos al mismo tiempo buscando con la mirada al pelicrema que... Para su milagro lo encontró como siempre, solo y reservado, era lo bueno de el porque nunca gusto de ser social con muchas personas aun cuando sabe que tiene un club de fans decide reservarse como "el lobo solitario" que es, con una dulce y gran sonrisa llena de coraje y valor se acerca a el paso a paso para mover la mano esperando que le viera hasta que dio resultado.

-Hola Goenji. Buenos días- dijo ya estando frente a el.

*Buenos días Fubuki, ¿Cómo va todo?* dijo típicamente en su tono, ese mismo tono grave y suave que enloquece a cualquiera que llegue enamorado hacia el.

-Jej, todo normal, pero gracias-

*De nada.*

Y es así como iniciaron una pequeña conversación antes de que la campana de entrada sonara para iniciar las horas de clases, estas eran distintas a las de ayer por lo que estarán juntos en clases, aunque no cuando no es en algún proyecto porque en donde se sienta es en el centro con todas las chicas de la clase están cerca de el, y en cambio el peliplata estaba un tanto lejos a la izquierda abajo, muy lejos pero era mejor ya que así es como se percata si se mueve o no, si esto es acoso y el albino lo admite y hasta se avergüenza de ello pero su corazón era quien le dictaba en esos momentos, las clases valen un pepino en cuanto el se presenta, se podría estar horas tras horas observando la hermosa cara del moreno pelicrema y esos ojos oscuros y profundos que hacen su cara sonrojar de inmediato.

La siguiente clase no desaprovechará una oportunidad, la de química es en donde los dos comparten mesón así que mientras esperaba que el profesor llegue se pusieron a hablar de locuras que les hacen reír y pocas veces por lo que le pasaba a Endou cuando se daba trompazos de cara cuando en el experimento que están haciendo con Kazemaru y Lika en uno el peliplata se quedó petrificado debido a que sin querer el castaño empujo al pelicrema sobre él y sosteniéndolo entre sus brazos para que no cayera le dejo con el pecho a mil, era demasiado cerca cuando le agradeció con esa sonrisa que tanto se ama de el pelicrema.

Me arrepiento.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora