Capitulo 4: "la verdad" parte 1

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La mañana llegó, todo fue como siempre el desayuno y ducha fueron como siempre, lo diferente era que el albino estaba más concentrado en ver como le hará para saber si sus dudas son finalmente ciertas o no pero sin que le pillen en el acto y vayan a sacarlo de una vez, por suerte aun estaba a tiempo se decidió en ir a prepararle el desayuno al mayor y sonreírle tierno pero al abrir la puerta ya esa mujer le ha ganado, ver la sonrisa del moreno le hirió un poco pero disimuló no haber visto nada hasta escuchar el "te lo advertí" de esa mujer en lo que suspirando se iba de la puerta.

*hum? ¿Fubuki? Hey! ¿A dónde vas?*

-E-eh?... Estemm... Iba a... El comedor, lo siento.-

*No, para nada, ven entra.*

Sin saber si entrar o no, no obedeció a su mente y entro a la habitación del mayor para dejar la bandeja en la mesa de noche y quedarse en una silla a lado del mayor.

*¿Dormiste bien?*

-Si.-

*Que bien, sabes hoy... Llega mi padre... Estaba pensando en decirle lo que pienso al respecto...*

-Que bueno, espero que puedas lograrlo-

*¿Crees que entenderá?*

-No puedo asegurar nada-

*Bueno... Espero que me acompañes en ese momento*

La sonrisa del moreno le dio un pequeño sonrojo en las mejillas del albino que desvió la mirada, otra vez mientras asiente con la cabeza.

-C-claro que iré-

*Oye... ¿De verdad estas bien?*

-Si, ¿por?-

*Pues... Parece que no hubieras dormido bien, ¿pesadillas?*

-Etto... S-si... Eso fue...-

EL moreno solo guardo silencio por unos minutos, pensativo de lo que le pudo haber pasado anoche mientras dormía en la noche, pero terminando de desayunar los dos salieron de la habitación por el trabajo pero el albino observaba con el pasar de las horas que el moreno no iba saliendo de la oficina hasta después de 30 minutos extra, estaba algo cansado por lo que se ve pero levantando la mirada hacia el menor le sonríe un poco, intentó darle una sonrisa ampliada y dulce sino fuera por el sudor que portaba el mayor en lo cual era raro porque todas las habitaciones tienen aire acondicionado.

Saliendo del edificio ambos caminaron por las calles hablando de distintas formas pasando por unas tiendas que sospechosamente eran de rosas y cosas así, le aconsejaba cual llevar... Pero al paso de las horas el albino sentía como unas punzadas en su corazón a cada paso. No solo fue un solo día sino por más de uno que iban comprando lo mismo y cosas variadas, el moreno casi no le presto atención ni cuando casi se iba a caer en una alcantarilla y cuando estaba esa mujer llamándolo a la oficina tardaban hasta la noche con ruidos extraños pero no se atrevió a preguntar por miedo de que... Se enoje con el.

-Y es por eso que ya no sé que hacer... ¿Crees que esa mujer tenga algo que ver?-

Kaze: lo dudo ¿Cómo puede enamorarse de el siendo como 20 años mayor a el?

-No lo se, pero parece que le conoce desde niño...-

Kaze: ese es una ventaja...

-Creo que sería bien que no me meta en ello... Seguro estaré de metiche.-

Kaze: no digas eso, tu tienes mucho más que ella.

-¿Cómo que?-

Kaze: pues... Pues... ¡Tienes una maravillosa personalidad!

Me arrepiento.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora