Capítulo 22: luto

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En el entierro todo estaba de color negro totalmente, en silencio observaron como aquella tumba hecha de plata y cristal, se colocaba sobre aquel pedestal con la estatua de su figura como recuerdo, hecho por sus propias manos, aquel cuerpo estaba como si nada por todos los ciertos tratamientos para que dure mucho tiempo sin descomponerse, en aquella "lápida" estaba la biografía de nacimiento y muerte, y todo el resumen de lo que fue aquel albino, alado de su figura arriba estaba un lobo como representación de su poder y personalidad y también avatar.

En silencio todos escucharon las oraciones del padre, todos en silencio aunque estaban secos pero claramente no podían evitar soltar lágrimas como los demás presentes.

Poco a poco cada uno daba sus ofrendas, desde fotos hasta dulces, lo que el albino más le gustaba, endou estaba con su carisma, pero solo por pocos segundos ya que fue el primero el hablar, se tambaleaba y tuvo que sostenerse con ayuda de su querido kazemaru para tenerse en pie. Kidou estaba en las gradas, no había querido acercarse a la lapida ya que sabe que no podría controlarse mucho aun estando lejos de ella.

Toramaru y algunos mas llevaron dulces en una canasta, los favoritos del albino manteniendo una sonrisa, pero eso no quitaba el hecho de que su partida les haya dejado un gran vacío en su corazón, lo mismo sucedía con Hiroto, Midorikawa y lo que restan de muchachos, todos vinieron de negro en dar luto a quien se ha ido de sus vidas terrestres, ahí el pelicrema se había dado cuenta que... Todos lo querían también...

Más tarde el entierro se detuvo, todos se fueron a sus casas con sus familias, todos... Excepto el pelicrema, se quedo junto a la tumba de rodillas velando mientras observaba la luna ya que tiene ciertos rasgos físicos del albino, llorando en silencio ignorando que sus ojos estaban hinchados y rojos de tanto llorar pero aun le duele

*Todo esto es mi culpa.... Es mi culpa que te pasara esto... Si no hubiese sido tan... Tan.. * no podía evitarlo el llanto y la tristeza eran mas fuertes que no es posible ocultarlas, hundió la cabeza entre sus piernas mientras que las nubes iban opacando el cielo con sus retumbares y suave lluvia.

Unas cuantas horas pasaron, la lluvia seguía cayendo, el silencio no hacia mas que estarse quieto y el frío era parte también de él, el pelicrema despacio decidió levantarse con dificultad y mirar la tumba que intacta le resbalaban gotas de lluvia suavemente. Un callado suspiro salio de sus labios antes de girarse y incarse frente a la lapida y limpiarle un poco de barro que le había caído por el viento, guardo los dulces bajo techo que armo alado de la lapida pues no debe alejar los dulces que le regalaron.

*lamento mucho no haber estado...*

Dijo bajo antes de levantarse sin despegar la mirada, aquella mirada seria que intimidaba a quien la vea ahora era una mirada vacía reflejando tristeza, su cabeza le dolía de tanto pensar y llorar pero no le tomo importancia, apuño las manos antes de chasquear la lengua.

*¿quien demonios te habrá hecho esto?*

Era inevitable, la iré la hervía la sangre.

*quien lo haya hecho lo pagara con su vida...*

Otra cosa de la que se pensaba podrá ser de miedo, era que el mal carácter del pelicrema al enojarse es de temer, aunque las veces que sus amigos le hicieron enojar era suave, cuando, vulgarmente diciendo, le hacían encabronar en serio su ira explosiva (típico del elemento fuego) es capaz de lastimar gravemente al oponente o si se lo proponía matar... Aunque esto ultimo nunca paso hasta los momentos...

*Lo encontrare... No descansaré hasta encontrar al maldito que te lastimo!*

Respiro hondo, no era momento de queman algo y mucho menos maldecir enfrente de una tumba recién orada por todos.

*lo siento... Me deje llevar...*

Estaba cansado si, un poco débil también.

*es solo que... No entiendo... ¿por que a ti? No... No es justo! ¿por que la gente te odia? Bueno... Algunos...*

Volvió a suspirar pesado.

*yo a ti te amo, Shirou... Aunque supongo que estés lastimado por no haber estado contigo ayer... No debí haber aceptado la ayuda de mi padre si hubiera sabido...*

Las nubes de relámpagos no se dejaron esperar.

*no descansaré hasta encontrar al culpable... Así me tome mucho tiempo...*

Mirando la lapida antes de bajar la mirada.

*lamento por haber faltado a nuestra promesa de siempre estar contigo, intentare remediar aquel error... No se como pero lo haré.*

Levanto la mirada antes de irse levantando.

*vendre mañana a verte... Descansa, Shirou.*

Suavemente acaricio la lapida y despacio fue a darse la vuelta y con dificultad se alejaba de aquel lugar en dirección a su hogar, con la mente llena de nudos y preguntas sin respuesta, también teorías sin razón alguna, estaba mareado por no haber comido ni parado de llorar en todas esas horas de sumamente depresión... ¿como le dará la cara a los demás?

Me arrepiento.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora