capitulo 25: nuevo hogar

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Durante el recorrido escuchaba las palabras del joven hombre observando el colorido y elegante lugar, la gente andaba alegre de un lado a otro saludando a todo su alrededor incluso al muchacho que a pesar de ser un desconocido igual lo saludaban con una sonrisa de felicidad, lo que le extraño mucho al albino porque siendo honesto no esperaba tener una "bienvenida" de esa forma sin ni siquiera saber en donde estaba.

"Ya llegamos."

Freno de golpe haciendo que sin querer chocara con su guía.

"Este sera tu nuevo hogar."

Con una sonrisa señalo una enorme casa, parecida a una mansión de años pasados llena de colores y muchas ventanas para ver el mundo y 3 pisos en total aparentemente así que extrañado miro al mayor antes de que se fuese.

-disculpe, pero ¿por que me trajo aquí?-

"EH?? Aaaaaahhh! Jajajaja ya me acorde jejeje perdona que no te haya dicho, pues ahora que dejaste la tierra necesitas un nuevo lugar donde poder alojarte el resto de tu descanso."

-mi descanso... Espera quiere decir que me mudarse aquí?-

"Exactamente."

-pero... ¿solo eso?-

"Pues cuando tengas un tiempo aquí, se te dará el permiso de visitar la tierra por unas horas, claro si tienes a quienes ver."

-entiendo.... Muchas gracias.-

"Cualquier duda no olvides llamar, los teléfonos aquí sirven las 24/7"

Montando un caballo se fue galopando rápidamente lejos y mas lejos del joven, este suspirando despacio entra mirando que por dentro era adornado con una mezcla de antigüedad con modernidad perfectamente sincronizada a excepción que no tenia cuadros de nadie, extrañado en silencio solo se dejaba guiar por sus pies subiendo las escaleras.

-¿hola?-

Empezó a llamar.

-¿hay alguien?-

No recibió respuesta mas que de su propio eco tras rebotar por las paredes. En el segundo piso observo que habían muchas puertas pero no sabia de que o de quienes eran, así que sin abrir solo pasaba de frente a tocar sin recibir una pregunta o palabra, lo mismo le sucedía con las otras. Siguió hasta el ultimo piso y nada de respuestas que obtuvo entonces dio a entender que el lugar era solitario, quizás apenas listo para ser habitado y seguramente el seria el primero en vivir ahí.

-bueno, veré entonces.-

Volvió a bajar a buscar la cocina a ver que podría preparar, encontrándose a una visita inesperada, una peluda y ronroneante de ojos verdes y patitas suaves esperándole en la ventana tras luces de rayos blancos meneando la cola de un lado a otro mirándole fijo a los ojos.

-¿sera...?-

Con sombro se fue acercando a verle bien y si era de verdad, saltando a sus brazos aferrado con sus garras a las ropas lamiendo con su pequeña lengua la mejilla ajena antes de escuchar una risita tras unas caricias que le brindaron sus manos alzándolo con suavidad y pegar frente con frente.

-Si eres tu! Ohh Snow tanto tiempo sin verte! No has cambiado nada!-

Casi en un borde de llanto abrazo con fuerza y suavidad al pequeño minino quien se poso en sus hombros mostrando una sonrisa algo tierna rozando su cabecita en la mejilla ajena.

-¿como has estado? ¿me estabas esperando acaso?-

Olvidando lo que venia a hacer anteriormente fue de regreso con el minino en brazos hacia uno de los sofás tomando un cojín y dejarlo en su regazo dejando el paso para que el minino se posara en el dicho y recostarse a dejarse acariciar.

-han pasado muchas cosas desde que te fuiste... No tienes idea de cuanta falta me has hecho amigo...-

Decía acariciando su lomo.

-¿recuerdas cuando te contaba sobre los días que pasaba? Suena como si fuese sido ayer, te quedabas dormido en medio de las platicas y tenia que despertarte para que me siguieras escuchando.-

No pudo evitar la risa mientras el minino se quedaba a verle ladeando la cabeza sin dejar de mover la cola debajo de la barbilla de su extrañado dueño.

-supongo que también estabas solo aquí ¿no?-

En ello un pensamiento se le subió a la mente, en lo cual miro a todos lados.

-pero... Es raro...-

Guardo silencio durante unos minutos.

-pensé que mis padres estarían aquí... ¿habrán salido?-

Miro al gato y este cruzo mirada.

-es decir, hace tiempo han fallecido y siempre me dijeron que estarían en un lugar mejor, que me esperarían cuando llegará... Pero no veo a nadie.-

Guardo otros minutos de silencio

-será que han salido por algo... ¿te parece si los espero aquí?-

El gato miro al chico antes de empezara a jugar con sus dedos sin medir la fuerza de sus garras pero al parecer ya no sentía ese dolor físico de esos rasguños que rebajan marcas en la piel, ahora parece que ya no pasara otra vez. El reloj andaba y nada que se sentía movimiento de afuera, caminando por toda la casa buscando que hacer para la espera, ya les preparó la cena, les arreglo las habitaciones, limpio lo que pudo encontrar de sucio la casa,incluso se dicho y baño al gato a costa de sus arañazos.... Pero nunca llegaron...

-quizás... Este lugar no es en donde han venido.... O es que no me fije y debí preguntar?-

Mirando la ventana como los demás estaban en sus quehaceres unos a otros, el reloj daba las 12 que se supone deben ser de la noche.

-seguramente me habré equivocado de lugar.-

Suspiro suave.

-¿entonces que haré? Mmmhhh.... Quizás preguntarle al hombre que me guió hasta aquí y preguntar si los vio, no creo que me hayan enviado a un lugar donde solo estemos los dos a propósito ¿verdad?-

Ya para entonces el gato se durmió, con cuidado lo llevo a su correspondiente cama y le arropo con la manta antes de ir apagando las luces y bajar, de repente un recuerdo vino a su mente... Se sacudió la cabeza terminando de bajar al 1er piso y hecharse en el sofá mirando el techo.

-si es cierto... ¿que estará pasando?

Susurro suave para si mismo....

Me arrepiento.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora