Capitulo 18: revancha

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Paso ya un día, el que supuestamente ya debía de haber salido de regreso a casa, su mente no dejaba de pensar en el tema anterior sobre que alguien quiere desearle mal, el resto de los muchachos están igual de preocupados por eso, y eso no evitaba que lo visitara, aunque estaban más ocupados para ver qué hora libre tener y reunirse, eso incluye al moreno, que cuyos estudios se pusieron un poco pesados y los deberes que su padre le imponía no le ayudaban mucho, ya llegaba su hora de visita y le daba algo de lástima dejar solo y preocupado a su amor, pero no tenía mucho tiempo…

Suspira levemente antes de recargar su cabeza sobre su mano para sobarse la frente, antes de tomar un pañuelo ofrecido por aquella mujer.

“Está muy cansado joven amo.”

*Solo estoy algo fastidiado, es todo.*

“Debería descansar.”

*no, debo terminar rápido para verle…*

“¿a shirou?”

*¿A quién más? Me preocupa el…*

“¿Por qué? Si puedo saber…”

*Nada…*

Ella suspiró un poco antes de levantarse de ese lugar y mirar al moreno con una mirada algo decaída.

“realmente lo ama…”

*Por supuesto que lo amo, por si no lo sabías, es el amor de mi vida, y haré cualquier cosa por él…*

La mujer no pudo evitar el tener que fruncir el ceño mientras le miraba.

*Sé que no te gusta, pero que seas contratada por mi padre no implica que tengas poder de decidir entre nosotros, ya he tomado mi decisión de estar con él, no lo dejare y sé que él no me dejará…*

Dijo antes de levantarse e irse hacia arriba, dejando en silencio y con el corazón roto a la mujer, apretando los puños un poco antes de seguir su camino donde el mayor de ellos y seguir su labor hasta que saliendo el moreno estaba caminando de un lado a otro con algunas cosas en manos, fue detenido cuando su padre le llamo.

Sr. G: ¿ya terminaste tan rápido?

*solo me falta el acomodar unas ecuaciones, y llevarle esta bolsa a Shirou.*

Sr. G: ¿para qué?

*Tengo entendido que solo comerá una sola vez por ser un día antes de ser libre, por eso quisiera llevarle esto antes de que le den algo raro allá.*

Sr. G: ¿y ya terminaste de arreglar lo de los patrones?

*¿Eh? Aagh! Demonios…*

Se dio un facepalm ante ese recuerdo, había mucho por hacer que le frustraba el no tener que ir lejos de la casa.

Sr. G: hijo, ¿no has pensado en mandar a alguien para enviar tu regalo en su lugar?

*No tengo a quien…*

Un incómodo silencio se manifestó en el momento para los tres, pero ella levantó la mirada después de pensarlo miró a ambos hombres con una mirada fija y algo decidida y seria.

“yo lo haré.”

Los dos se sorprendieron bastante, de hecho no se esperaron esas palabras de parte de la mujer ¿por qué ese cambio tan drástico? No podría simplemente ser por su deber ¿o si? Lo que haya sido dejo a los mayores pensando unos minutos antes de que el silencio volviera a regresar entre ellos y volver a ver a la mujer antes de que el mayor de ellos interrumpiera.

Sr. G: supongo que no es problema.

*¿estas seguro?*

Sr. G: si, de hecho no le veo nada de malo que fuera a verlo en tu nombre.

El moreno aun seguía en silencio, pero ante la incesante mirada de su padre suspiro un poco antes de desviar la mirada y darle la bolsa con algunas comidas y una sola bebida, un jugo de manzana, a las manos de la mujer quienes la sostenieron con cuidado.

*asegurate de que no te vean, son algo fastidiosos esos guardias.*

"De acuerdo."

Y sin mas cuando el padre tomo del hombro a su hijo dejándola sola, dio la vuelta para irse a buscar una caja de cartón y revisar el contenido, resitaba algunas palabras en todo de desagrado. Iba caminando por toda la casa hasta que fue subiendo al ático, especialmente en una caja fuerte detrás de uno de los cuadros familiares que se encontraba en la pared, de allí observo las empolvadas cosas que habitaban adentro de lo que cabía. Entre ellos un frasco en especifico. Luego de ello bajo las escaleras procurando que nadie le haya escuchado o visto, entonces en el comedor saco las cosas para revisar lo que llevaría.

"Cielos, 'y llevarle esta bolsa a shirou'... ¿que tiene de especial ese niño?"

Dijo para sí misma antes de mirar aquel pequeño frasco. Luego observo el embalse de jugo que le enviaría, se tomo un tiempo para pensarlo, su corazón roto y dolido ya no soportaría más, entonces tomo el embalse para abrirlo con cuidado y dejarlo en la mesa, apago las luces por dos razones: una es porque a esa hora era momento de usar la luz solar y dos no quería que le vieran que en su momento la encontraran.

"Bueno, si así es como quiere estar, si no es mío, tampoco tuyo..."

Tomó 4 gotas y las virtio en el jugo, las dos primeras seria para ver como se disuelven y las otras dos para asegurarse de que fuera efectivo, gracias al colorante pueden dar buena impresión y su aroma era realmente dulce, en verdad un arte y el plan perfecto para esperar con ansias el agrado del menor, y antes de cerrarlo suspiro con una sonrisa aliviada y partir directamente al departamento en donde como pudo saberse, el menor estaba entrenando en su mismo lugar, entre las cuatro paredes grises y ralladas por las múltiples tizas que tenia a la mano.

"Buenos días... Joven..."

Me arrepiento.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora