Capitulo 17: un grave problema

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Dentro del apartamento estaba el albino jugando con un balón que hizo con sus propias manos para golpearlo entre las paredes, junto a los hoyos que hizo en tiza y la portería que también hizo con tiza, dribleaba consigo mismo en un mini entrenamiento que ha creado casi parecido al que el moreno le ha comentado, no quería quedarse atrás y estaba más que ansioso de saber que en un día será libre y podrá jugar con sus amigos nuevamente.

-Bien, creo que es todo por ahora.-

Dijo sentándose en el suelo con la espalda apoyada en la pared mirando el techo con algo de sudor sobre su frente, nada que fuera lejos del tema que sus pensamientos no vayan a ayudarle a mejorar su estado de ánimo, también esperaba visitas obvio, aunque seguía extrañado que ayer la mujer le haya acompañado y no haya interactuado con los dos, raro también que su mirada este puesta en él todo el tiempo, sin embargo no tiene nada que temer si ahora oficialmente están juntos, una manera rara si pero juntos.

-¿qué hora es?-

Le pregunto a uno de los guardias que estaban en la puerta.

Guardia: son las 11:35

-Gracias.-

Regresa atrás para así poder estar un poco más a gusto, ahora que no tiene mucho por hacer más que entrenar un poco decidió el matar el tiempo en hacer unos dibujos en la pared con la tiza que tenía en sus manos mientras cantaba una canción, esa fue su rutina desde ayer con la noticia, y en verdad anhelaba poder cumplirlo junto a sus amigos sin fallarles.

Mientras tanto en la cancha la mayoría estaba descansando bajo el manto de las nubes mirando prácticamente la nada en el cielo, algunos riendo y otros en silencio con sus pensamientos puestos a flor de viento, quizás para descansar sus ojos unos minutos antes de que el entrenador les llamara a formar dando por último el tiempo libre para el equipo, debatían que poder hacer, y optaron por dividirse en grupos para ir a la ciudad a jugar unos videojuegos, ver mangas, etc.

Endou: -jugando la maquinita, casi por tener a uno de los peluches hasta fallar.- aah! Falle!

Akio: siempre fallas hasta en la vida –dijo mientras esperaba que el de rastas llegara.-

Endou: oye!

Hijikata: -con algunos peluches.- inténtalo de nuevo, estaba a punto de caer en tus manos.

Endou: está bien…

Y así pasaron los demás para estar en diferentes juegos, sobre todo de algunas maquinitas y videojuegos, los otros estaban más adelante en las cosas más grandes, así en las tiendas de mangas y videojuegos para llevar, hoy estaban algo de tendencia los de RPG maker de suspenso por ende habían decisiones difíciles de tomar por la trama, por el gusto de cada uno eligieron por cuenta propia uno de preferencia, ya para cuando regresaron al centro de aquel lugar encontraron al moreno sentado con algunos peluches a su alrededor y jugando un poco.

Toramaru: Gouenji-san!

*Ah! Hola toramaru.*

Toramaru: ¿cómo está?

*Bien, bien, ¿y tú?*

Toramaru: igual, pensé que estaba con los demás.

*Quise darme un respiro, más tarde iré a visitar a shirou.*

Toramaru: genial! ¿Puedo ir con usted?

*¿Y eso?*

Toramar: etto… Hace un tiempo no le veo y le extraño un poco.

El pequeño peliverde (o peliazul marino) jugaba un poco con sus dedos iniciales, hablarle a su ídolo a veces le era algo complicado sabiendo que son compañeros de equipo y amigos siempre le mantenía el respecto, no por ser un año mayor, sino porque su carácter siempre aspira grandeza y era bien reflejada en el único menor de edad del equipo.

Me arrepiento.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora