Capitulo 15: sospecha

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Los días pasaban con normalidad, el moreno visitaba a diario al menor intentando obtener la oportunidad del beso, pero ocurría lo más obvio, por ello iba día tras día buscando como poder perder esos nervios aunque también el menor puede llegar a sentirlo en algunas ocasiones, lo comprendía bastante bien, cosas como estas son difíciles de mantener al borde, aunque no era pretexto para no verse, todo lo contrario a ello así mismo podían entenderse mejor, la paciencia de ambos es ciertamente envidiable.

*Me tengo que ir, los quiero.*

Esas son las palabras del chico antes de salir corriendo junto a su hermana al instituto, pero los fines de semana era casi igual solo que iba solo, cuando se le pregunta daba la respuesta de que iba a entrenar con los muchachos y en parte es cierto, por otro lado cuando termina el entrenamiento no va directamente a su casa… Por lo que ella entre preguntas suspiraba de frustración, ya que no lograba conseguir la atención que quería y cuando la obtenía era para preguntar sobre si ya habían llegado sus pedidos para encontrarlo con que se lo daría al albino, y eso le frustraba.

Cuando la casa quedó medio sola le tocaba estar con el padre del chico en el trabajo haciendo algunos apuntes ante el silencio que se brindaba, en el cual aprovecho para hablar un poco, recostándose un poco en la mesa sin tener que sentarse sobre la dicha, por mero respecto a su superior se mantiene de pie sin despegar los ojos de su libreta.

“sabe, han pasado días desde que el silencio de ustedes ha permanecido mucho.”

Sr. Gouenji: ¿Qué quieres decir con eso?

“Solo digo que ¿no sería bueno que ustedes dos iniciaran una charla de padre a hijo?”

Sr. G: no es necesario tenerla, confío plenamente en mi hijo y sus ideales.

“¿no tiene duda de ello?”

Sr. G: ninguna, ¿por qué tu si?

“es solo que me preocupa el hecho de que salga demasiado con sus amigos de equipo y regrese algo tarde. Si cumple sus deberes y su rango de escolaridad ha aumentado un poco más de lo que normalmente hemos visto…”

Sr. G: ¿y?

“¿no cree usted que esté haciendo algo más?”

Sr. G: no sé a qué te refieres, habla más claro para entenderte.

“me refiero a que si ¿no se ha preguntado si el joven Shuuya esté centrado más en salir con una persona en vez de estar esperando la indicada? Hace unos días se le ha visto más ocupado de lo normal.”

EL hombre no respondió, se quedó pensando en las palabras de la mujer, pero seguía sin entender por completo lo que se refería.

Sr. G: ¿quieres decir que si mi hijo está enamorado de alguien?

“no es que esté en contra de ello, es normal que a su edad empiecen a experimentar nuevos sentimientos dudosos y algo extraños para ellos, solo digo que si alguna vez ustedes dos habían hablado sobre eso y si está preparado para cumplir esa responsabilidad.”

Sr. G: pues, ahora que lo mencionaste aún no. Pero puede ser una buena oportunidad para conversar con él.

“¿Está listo para escucharlo?”

Sr. G: no puedo mandar sobre su corazón, ya te lo dije antes y te lo repito, él es consciente de sus acciones, ya esos tiempos de peleas entre nosotros quedó atrás. No quiero que nos interrumpas en el momento, quiero que sea entre él y yo.

“sí señor.”

El día paso rápido, alrededor de las 5pm el moreno había regresado normal y en una pieza, se quitó los zapatos en la alfombra de la entrada, los dejo a lavar por lo sucios que estaban, se duchó y cambio como siempre pensando que nadie estaba en casa, pero cuando bajo a encender la luz sus ojos se abrieron al divisar la silueta de su padre sentado en el sillón con su periódico tranquilamente.

Sr. G: bienvenido a casa, hijo.

*Padre, llegaste temprano.*

Sr. G: el tiempo vuela mucho.

Levantó la mirada para encontrarse con la de su hijo.

Sr. G: ven, siéntate, quiero hablar contigo.

El moreno extrañado le hizo caso y tomó asiento alado del mayor esperando curioso de lo que quería decirle, pero por otro lado estaba ¿nervioso?

*¿Si? ¿Qué quieres decirme?*

Sr. G: pues, había mucho tiempo que no hablamos, y quería saber cómo iba tu día.

Esa sonrisa no se la esperó, pero le dio luz verde a calmarse.

*Pues bien, los muchachos pudieron sobrepasar el entrenamiento del señor Kudou.*

Sr. G: que bueno, ¿ya dijeron a qué horas será el partido?

*Si no estoy mal entre las 6pm y 7pm*

Sr. G: les deseo mucha suerte a ustedes.

*Gracias padre.*

Sr. G: oh y otra cosa.

*¿si?*

Sr. G: no quiero sonar ofensivo, aunque como tu padre es mi deber el saberlo, no quiero que te sientas mal por esto…

Ahora extrañamente el ambiente pasó de ser agradable a tenso, el moreno tenía el pecho algo acelerado pero aparentemente estaba listo para escuchar la pregunta del mayor hacia él.

Sr. G: ¿estás saliendo con alguien?

Y justamente, dio en el clavo, abrió los ojos como platos ante la pregunta.

*¿Quién te dijo eso?*

Sr. G: entonces sí. No te preocupes hijo, entiendo si esto es nuevo para ti, solo dime desde cuando sales con esa persona.

*Pues, hace ya un tiempo…*

Sr. G: ¿Cómo así?

*Es decir, hace un par de semanas ya… Lo oficializamos… Pero antes de eso ya éramos muy unidos…*

Se sentía raro el tener que hablar con su padre sobre esto, sentir la mirada del mayor sobre él era algo incómodo, sin embargo aprendió a tener que mirar los ojos del contrario cuando están hablando, ya que si no sería cobardía mental y como en su familia eso no existe debía de aguantar la inexpresiva mirada del mayor en el antes de dar un suspiro algo pesado.

Sr. G: entonces ya salían desde antes, ¿por qué no me dijiste antes?

*Creía que te enojarías conmigo y terminarías por amenazarlo de alejarlo.*

Sr. G: puedo ser serio, pero jamás haría eso.

*Entiendo…*

Sr. G: ¿habías dicho “amenazarlo”?

Ahora si trago un poco en seco, se le había olvidado aquello.

Sr. G: entonces es un “el”, no un “ella”….

*Padre, te lo puedo explicar…*

Sr. G: si, explícamelo por favor…

Me arrepiento.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora