Capitulo 6: encubierta

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Pasaron unos minutos en silencio, un incómodo silencio para ambos chicos quienes de vez en vez se miraban por pocos minutos durante el recorrido hasta que finalmente llegaron a un pequeño río claro en donde los dos se sentaron bajo un árbol para relajarse con ayuda del sonido del río, aun el silencio era obvio y ninguno de los dos sabía que decir en el momento hasta que el celular del pelicrema sonó, este con desagrado lo dejo sonar pero lejos de ellos, cosa que al albino le sorprendió.*

-¿no vas a contestar?-

*No.*

-¿por qué?-

*Es esa mujer, no se cansa de llamarme todo el día pidiéndome que regrese a casa.*

Eso sorprendió aún más al albino.

-pero podría ser algo importante...-

*ella solo quiere que le ponga atención, nada más.*

Dijo con una notable molestia, como si en verdad le molestara que le llamara todo el día, el albino se le acercó un poco para escucharle mejor, no es que esté a favor de que desprecie a la mujer sino que la curiosidad le brindaba mucho.

-Creí que te gustaba estar con ella...-

El pelicrema volteo a verlo, se aclaró la garganta un poco por verlo tan cerca y para evitar sonrojarse levemente desvió un poco la mirada hacia al frente para suspirar.

*no, honestamente no me gusta estar con ella... Es demasiado pesada y estricta. A cuesta que es la secretaria de la familia se cree que puede ser la que recomienda la vida de uno, tú mismo viste algunas cosas de ella...*

El albino sobresalto un poco con lo mencionado, se rasco la nuca algo apenado.

-Emm, si...-

*bueno, lastimosamente tengo que pasar el tiempo con ella porque no quiero que mi padre se enoje conmigo creyendo que no confío en el...*

-y... ¿Qué piensas hacer?-

*soportarla hasta que termine su plazo de tiempo... Suerte aun solo le quedan unos meses este año.*

-¿hacen esto cada vez en tu familia?-

*Solo cada 2 años, o cuando mi padre le da la gana de cambiar.*

-ya veo.-

*¿Por qué las preguntas?*

-Solo es curiosidad, muchos aún están diciendo que es tu novia.-

*No lo es, esa muy mayor a mí, y ella detesta a los homosexuales.*

El pelicrema al darse cuenta de lo que dijo trago un poco en seco, luego desvió mas la mirada tratando de no verse nervioso, en cambio el albino abrió los ojos de par en par ante la sorpresa, no se esperó aquella confesión de parte del contrario ni mucho menos que dijera esa palabra, su mente le hacía pensar unas mil y un cosas sobre aquello que dijo hasta caer en cuenta de algo, no es hetero, vaya que su corazón se alteró que casi se le escapaba del pecho, tanto así que se tuvo que poner las manos en su pecho para que no se escucharan esos palpitares.

*¿Sucede algo?*

Dijo cuándo noto unos movimientos raros en el albino, en el cual dando una risa nerviosa mientras se encoje de hombres le respondió.

-n-no nada, es que... No lo sabía... Perdón!-

Se hizo más allá de su lado aun acortado de hombros, el pelicrema dio una sonrisa de esas que solo el albino puede apreciar y con un brazo lo acerco nuevamente a él, era realmente lindo verlo tan tímido que le provocaba abrazarlo todos los días sin soltarlo, y de ser posible... Confesarle. Podría ser hoy el día en que muchas cosas saldrían a la luz, aunque su pecho estaba dudoso si en verdad sería bueno decirle hoy mismo, realmente quería hacerle saber que sentía, aunque, un recuerdo paso a su mente...

Me arrepiento.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora