Capitulo 9: ¿indocumentado?

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Kidou: ¿no quieren devolverle los papeles?

Los dos asintieron con la cabeza mientras que se acomodaban las sabanas sobre ellos mismos abrigándose con ella mientras tomaban una tasa de chocolate caliente.

Kaze: que lío, ¿no habrá una solución?

Hiroto: la que existe es ir personalmente al departamento a reclamar, a pesar de que tienes que ir de madrugada para llegar primero.

-Puedo acostumbrarme a eso, si supiera en donde queda…-

Mido: está como a 10 kilómetros de aquí, si sigues el metro posiblemente llegues más temprano.

-gracias, mido-chan.-

Aki: bueno, ya arreglado eso ¿por qué no contamos unas historias?

Haruna: suena bien.

Así todos a su cuenta contaron historias hasta llegar el momento de ir preparando una merienda, aunque aún con el miedo de que lo puedan atrapar en cualquier momento mantenían en alerta al menor, entonces buscaba una excusa para ir acompañado de alguien a si sea con una sola persona o dos, cualquier cosa que se vaya a hacer en conjunto con alguien es bueno para sentirse seguro.

Pasaron las horas normales, para mantenerse ocupados algunos quisieron seguir entrenando nada fuera de lo común, simplemente podría ser un mini amistoso a lo que ninguno se puso en oposición, así la inseguridad de todos se manifestaba y relajaba de manera segura hasta llegada la tarde, cada uno preparando sus carpas dispuestos a dormir bajo las estrellas, claro, acompañados, esta vez el pelicrema dormiría a su lado mientras que Midorikawa y Hiroto dormirían un poco más lejos por si acaso alguno escucha algo extraño.

Un par de horas más tarde.

Los gritos hacían eco en todos lados, cada vez más constantes, las respiraciones desesperadas de cada corrida por parte de los miembros del equipo, esperando que no estuviera lejos aunque se habían enterado tarde, no podían seguir creyéndolo a pesar de que eran demasiados no pudieron parar aquello, se sentían tan inútiles… No tanto como el…

*¿Lo encontraron?*

Tachi: no, aun no.

Kidou: hemos buscado en toda el área y nada…

El pelicrema suspiro de pesadez, no podía creer que esté pasando en verdad, optaron por ir directamente a ese lugar donde la fila era grande, pero no les impidió tener que entrar para buscarlo, llamando la atención en el lugar pero ignoraron, bueno más que todo el pelicrema ignoraba los llamados de atención que le daban.

*¡Por ahí!*

Por fin encontró a los hombres de ayer, no pidió una pregunta sino que iba a lanzarse a ahorcarlos si no fuera por la intervención de Kidou y Hiroto que lo tomaron de los brazos para retroceder unos pasos a la fuerza y quedar frente a frente a esos hombres, dispuestos a preguntarles sin miedo.

Kidou: ¿dónde lo tienen?

X1: es información confidencial

Hiroto: Por favor, solo queremos hablar con él.

Nuevamente se les negó la entrada, el pelicrema claramente carraspeó los dientes antes de soltarse pero ya estando bajo su autocontrol para irse con los muchachos a otra parte lejos del tipo que vigilaba la puerta, optaron por rodear la entrada y buscar entrar en otra parte, por fortuna encontró una pequeña ventana de la habitación para ver donde estaba el menor, el dicho estaba caminando de un lugar a otro con la mirada baja y nervioso.

El pelicrema golpeó la ventana llamando su atención para verle con una sonrisa de lado a lado acercándose a la ventana para verle y buscar como abrirla, con lo poco que hicieron bastó.

*¿Estás bien?, ¿Te hicieron algo?*

-No, solo me jalaron hasta aquí diciendo que debo esperar a que me llamen.-

*¿A qué te llamen?*

El menor asintió con la cabeza mirando que no estén escuchándolos mientras que le tomaba una mano al mayor y éste entrelazo los dedos suavemente intentando darle un beso en la mano.

-Me llamaran para hablar conmigo sobre los papeles, luego me pasaran a la cámara de preguntas y si es posible creo que son una semana para que me dejen ir.-

*Una semana… No puedo creerlo…*

-¿Sucede algo?-

*Es que… Una semana sin ti es un martirio… Sin verte, sin estar contigo… Es una tortura…*

-Oow…-

Una mini sonrisa se apareció en los labios del menor, como queriendo darle un beso a los labios o saltar a sus brazos pero ahora como estaban era imposible, y más cuando la puerta sonaba mientras se abría se separaron de golpe para que el menor vea como los hombres se le acercan para decirle que era hora, lo tomaron de los brazos para sacarlo de allí.
Los demás muchachos caminaron lo más cerca y al mismo tiempo lo más lejos posible para no ser descubiertos y estar pendiente con el menor en lo posible, se escabulleron a la puerta para escuchar.

-B-bueno… ¿p-para que me necesita?-

¿?: Me han notificado que hace unos días ha estado viviendo en una casa sabiendo que sus papeles no se encuentran en el departamento de documentados.

-Pero hace un par de meses los entregue, el mismo día que dijeron que los entregara así paso.-

¿?: ¿Puede hacerme el favor de decirme el nombre del encargado?

Así mismo paso le momento, mientras que los demás estaban en silencio para escuchar todo atentamente peor al escuchar pasos cerca hacían lo que podían para no ser descubiertos, Hiroto y Kidou eran los que planeaban los métodos para escuchar discretamente toda la conversación.

¿?: Bueno, ahora aclarado esto, debe esperar a que encuentren su nombre en los archivos y de ahí se actualizarán los datos para legalizar que se pueda quedar en la ciudad, ¿entendió?

-si…-

¿?: Puede retirarse.

Abierta la puerta suspiro un poco, caminando derecho con las manos en los bolsillos mientras que su mente hablaba en todo el silencio, hasta que el sonido de unas pisadas detrás de él le detuvieron y justo al voltear se topó en el abrazo de un piel morena un poco más alto que el hizo abrir los ojos como platos, aparte de la cara rosa.

*¿Estás bien?*

-Gouenji…-

*¿No te han hecho algo?*

-N-no… Pero… ¿Q-que haces aquí?-

Kidou: tal parece que contigo no conoce la palabra “quieto”.

-¿K-kidou? Chicos…-

Kazemaru: por como tienes esa cara no te dieron buenas noticias…

-Lo saben…-

Hiroto: no te desanimes amigo.

Kidou: Sabemos que hay un error, alguien tuvo que haber saboteado el sistema y robar los datos.

Midorikawa: y suponemos que puede ser alguien que ha tenido envidia de ti, o que quiere que estés lejos de aquí.

Aki: ¿pero quién puede hacer semejante cosa?

Kabeyama: alguien con mucho rencor, puede ser.

Endou: ¡no temas! –Dejando una mano en el hombro del menor.- ¡encontraremos al culpable y te sacaremos de aquí!

-Chicos… Amigos…-

Sus ojos comenzaron a estar brillosos, no entendía porque el sentimiento hacia él, pero tampoco se los quería negar, al contrario sus fuerzas aumentaban sus palpitares, y una sonrisa no puede ocultar nada.

-Gracias.-

La tarde cayó rápido, el grupo salía por donde vino, haciendo más preguntas que teorías, la verdad es que no pudieron comprender quién quería hacerle tal cosa para alejarlo de la ciudad, sin duda alguna es misterio, la curiosidad los carcomía y ni se diga el pelicrema, quien al regresar a la casa tuvo una gran discusión con su padre hasta altas horas de la noche, si bien poder dormir con solo estar indignado de lo ocurrido, pero su mayor pregunta es ¿por qué? Si el menor no ha hecho nada malo…

Me arrepiento.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora