Capitulo 3: esa mujer

141 9 0
                                    

*Misa?? No espere verte aquí.*

De hecho nadie se espero que se apareciera de la nada esa estúpida que mirando de reojo al albino con una ceja levantada como en tipo "¿enserio debe estar con esta escoria?" y regresando la mirada al moreno quien le miraba serio y con cara de pocos amigos como le es normal termina de bajar el vidrio.

Misa: su padre me mando a buscarle, debe darse prisa que lo llevare a casa.

*Genial, justo en un día como hoy se le antoja regresarme a casa para esperarle...*

-Creo que debería irme ya...-

*No, te vienes conmigo.*

Tanto la mujer como el albino ladearon la cabeza sorprendidos por las palabras del moreno, aunque el albino gritaba "¡en tu cara!" por dentro se controlo más con la sorpresa.

Misa: señor Goenji, le recuerdo que las regla dicen que... *¡O viene conmigo o no voy a ninguna parte!*

Termino por interrumpirle a la mujer con su típico carácter, honestamente el día de hoy para el albino no puede mejorar cada vez más por lo cual se quedo a mirar al moreno y luego a la mujer que suspiro de pesar abriendo la puerta a los dos.

Misa: vengan... No hay tiempo que perder.

*Gracias. Ven fubuki.*

-Etto... Y-ya voy.-

Caminando los dos hasta los asientos de atrás del auto partieron en silencio, realmente era grande y espacioso como para 10 personas pero de todo ese espacio los dos estaban sentados uno alado del otro en silencio por unos minutos.

-Etto... ¿Por qué has hecho eso?-

*¿Hacer que?*

-Lo de traerme hasta aqui... Y lo que dijiste...-

*Ah, ¿lo olvidaste? Te dije que si que ayudarías con el trabajo así que es mejor que vengas conmigo a partir de hoy.*

-V-venir... P-pero... ¿Qué hay de mi casa?-

*De eso no te preocupes, les diré que la cuiden desde afuera por ti mientras no estas.*

Honestamente en el día de hoy estaba más que feliz por escuchar lo que estaba pasando que no creía que esto fuese real, quizo aguantar las ganas pero no fue así porque se lanzo a abrazarlo con fuerza que hasta el moreno se sorprendió pero correspondió riendo suave.

-Ooowww... Gracias Goenji-san!-

*No es nada fubuki, ya te lo vuelvo a repetir esto no es nada comparado con... El tiempo que llevamos ya juntos.*

Durante el tiempo en el auto los dos trataban de convencerse mutuamente que no era necesario tanta amabilidad entre los dos, pero enserio que el moreno muestre tanta amabilidad de la nada enfrente de alguien realmente es un sueño hecho realidad. Cuando llegaron a la casa del moreno los dos bajaron y fueron a ver adentro el inmenso y lujoso lugar que es digno de alguien con mucho dinero estar, contando con medidas de seguridad y instrucciones de controles y cámaras en todas partes.

Tomaron un asiento unos segundos mientras miraron a la mujer volver a su puesto y hacer llamadas y notas, el moreno llevo al menor tomado de la muñeca hasta la habitación donde duerme, estaba decorada a su estilo como es obvio, alado estaba la de su hermana menor que enserio era muy lindo, la dicha estaba durmiendo por eso susurraban hasta salir, le enseño la sala y el comedor hasta la cocina, la terraza y por ultimo el patio trasero donde a primera vista se parece a un campo con ganas de ir a jugar pero se tuvo que calmar regresando adentro quedando en la habitación del mayor y sentarse a ver la televisión.

Me arrepiento.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora