Me enamoré de quien no pensaba

Capítulo 41

- así que no me vas a decir a dónde vamos? -le pregunté desde el asiento del copiloto
- no, ya te vas a enterar - Fer me dedicó una sonrisa y volvió su vista al frente.
Lo único que me dijo de la "cita" es que él me pasaba a buscar pero no me dijo a dónde ibamos o qué ibamos a hacer. Siguió conduciendo mientras yo a cada rato, volvia intentar sacarle información sobre la cita.

- por qué estamos en el estacionamiento de un hotel? Pregunté confundida, él solo sonrió y se dedicó a estacionar.
- vamos - dijo bajando del auto
Yo bajé luego con una cara de confusión, nos hallabamos en un hotel en el centro de la ciudad, uno de 5 o 4 estrellas como mínimo.
- qué hacemos acá? -insistí
- bueno quería un lugar cómodo y lujoso para nuestras intimidades -dijo con una sonrisa pícara y tomandome de la cintura para acercarme a él.
Me quedé mirándolo a los ojos comprendiendo a lo que se refería y pasé de la decepción a la ofensa y de la ofensa al enojo en un segundo.
- sos un idiota - le dije sacando sus manos de mí y caminando en la dirección contraria
Él rápidamente me tomó de los brazos poniéndose delante de mi mientras seguía con una sonrisa.
- dejame! No puedo creer que después de lo que te conté, me traigas acá y sea eso lo único en lo que pienses. Al final, no estaba tan equivocada... querías nada mas acostarte conmigo -dije dolida y volví a intentar zafarme de su agarre pero no lo permitió
- para! para! -dijo abrazandome con fuerza para que no me fuera mientras yo seguia luchando- era una broma, era una broma -repetía una y otra vez esperando a que me calmara.
Finalmente me relajé en sus brazos y el lentamente se separó y me miró a los ojos con una sonrisa divertida y una mirada de disculpa.
- era un chiste, de verdad.
- repito sos un idiota -le dije dándole dos golpes en el hombro
- tranquila, no te traje acá para eso -me acarició la mejilla- pero si querés hacerlo, estoy totalmente dispuesto.
Sonreí y le di un empujón amistoso en su pecho.
- espera -me dijo y fue hacia el baúl del auto de donde sacó un bolso negro
- estás secuestrandome? -le pregunté
- qué? - me preguntó divertido
- no me dijiste a dónde ibamos, estamos acá sin ninguna explicación, sacas un bolso sospechoso de tu baúl donde podrías tener una soga, cinta adhesiva y otros elementos de tortura -dije fingiendo seriedad
- en realidad sólo tenía planeado atarte a la cama de una habitación pero sólo por esta noche -siguió mi juego
- en realidad sos un tonto - respondí
- extrañaba que me pelearas así -me dijo acercándose y plantandome un beso- pero vamos de una vez antes de que sigas haciendo suposiciones extrañas.
Fer habló con la recepcionista, todo el tiempo sentí que me miraba como si pensara que estábamos ahí para hacer lo que yo también imaginé pero muy probablemente, sea mi paranoia.
- veni -me dijo Fer y me fue guiando.

Al llegar al destino final lo miré confusa
- era algo de lo que sospechabas? -me preguntó
- en realidad sigo sin entender
- no hay mucho que entender, te traje a una piscina
- pero por qué?
- primero porque quería verte en bikini, -dijo y yo rodé mis ojos- segundo porque como es invierno no viene mucha gente a pesar de que sea climatizada y tercero, traté de ser lo más creativo que pude con las pocas posibilidades que tenía
- sos la persona más creativa que conozco -me acerqué y le di un dulce beso - pero podrías haberme dado una pista así me traía alguna maya
- tengo todo planeado -se alejó y agarró el bolso- acá tenes -sacó una bolsa y me la entregó
Al abrirla vi una hermosa bikini
- gracias! bueno no había elementos de tortura después de todo en el bolso
- no estés tan segura -dijo poniendo cara sospechosa y yo rei y le di un corto beso- cambiate que muero por ver cómo te queda esa bikini
Me dirigí a uno de los vestidores y me cambié. Me avergüenza decir que me depilé por si algo más pasaba entre nosotros pero en este momento me alegra el haber sido precavida.
Al salir lo vi a Fer con un short para el agua sentado al borde de la pileta. Me acerqué lentamente con una sonrisa y cuando notó mi presencia levantó la vista. Me examinó detenidamente de pies a cabeza y pude sentir casi como si me estuviera tocando realmente. Me crucé de brazos algo nerviosa al sentirme un poco intimidada por su mirada. Él me miró a los ojos, se puso de pie y me acercó a él.
- sos tan hermosa -me dijo casi en un susurro antes de acercarme aún mas a su cuerpo y besarme profundamente y con muchas ganas.
Cada vez el beso tomaba más intensidad y nuestras respiraciones se hacían más sonoras hasta que de repente el separó sus labios de los míos y juntó nuestras frentes
- basta o no me voy a poder controlar -dijo tratando de respirar normalmente- voy a necesitar una piscina de agua congelada -dijo y yo solté una risita.