Capítulo 4.- Él hombre que no mira al caminar

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EL tener que regresar a la oficina de por unos papeles y unas firmas para a escuela era algo que no quería realizar, el hecho de tener que salir de casa me provocaba una pereza inmensa, pero tenía que hacerlo, aunque sino llevaba esos papeles firmados a la escuela podría cursar el año sin ningún problema y eso solo por ser "Él niño más rico de la escuela." Todos sabían o era bien sabido que a esa escuela se entra no por tu inteligencia y mucho menos por haber aprobado el examen de admisión, sino que entras por la cantidad de ceros que tengan tus padres en sus cuentas bancarias.

Todos saben que soy el chico con más dinero en la escuela, porque en una ocasión alguien filtro una lista o más bien un alumno hackeo el sistema y publico la lista de los alumnos con más dinero de la escuela y como no era de esperarse yo era el primero en esa lista, la lista no contenía la suma de dinero actual, pero conociendo la reputación de la escuela y conociendo la empresa de mi padre, sabía que la suma era demasiado grande. Me sorprendió un poco saber que era el más rico, solo por el hecho de que en la escuela hay más de 800 alumnos yo siempre pensaba "Alguien debe de ser más millonario que yo". La lista solo público a los 30 alumnos con más dinero y Javier estaba en el número nueve.

Después de esa publicación, me volví el más popular y obviamente todos querían ser mis amigos, así que de la nada de tener solo 4 amigos, ahora tenía cientos, que solo querían ser mis amigos por interés. Todos me saludaban cuando caminaba por los pasillos y toda esa realidad volvería en unos cuantos días más y a todo lo anterior habrá que agregar a los chicos de nuevo ingreso, la rutina un año más.

El chofer ya estaba esperándome para ir directo a las oficinas de mi padre, lo que mi padre tenía que firmar no eran unas cuantas hojas, era más bien un contrato fácil mente eran unos 50 hojas con puras letras, que al final de cuenta no dudaba ni por un momento que esas hojas fueran un contrato. Las oficinas quedaban en el puro centro de la ciudad a unos 30 min de casa.

Justo cuando se entra a la ciudad o por cualquier parte se puede ver el edificio de mi padre, aunque él solo usaba unos cuantos pisos, los demás eran rentados para otras empresas, empresas en las que mi padre tenía acciones. El chofer se estaciona, bajo y subo las escaleras que están en la entrada, alguien me abre la enorme puerta de cristal dos unos cuantos pasos y alguien que pasa casi corriendo choca conmigo y hace que todos los papeles que sostenía en la mano salgo volando por los aires. Después de eso solo escuche una voz un tanto grave pero suave a la vez.

–Lo siento ¿Estas bien?

– Para la próxima tenga más cuidado y fíjese por dónde camina –Conteste de una manera autoritaria y un poco impertinente. – Y si... estoy bien.

– Lo siento, deja que te ayude con esos papeles –Cuando levanto la mirada, mi vista se encuentra con un tipo de unos 27 años, delgado no muy fornido y lo que más llama mi atención es que su cabello es color gris. –Toma ten tus papeles, disculpa de nuevo, pero tengo que irme. –Y así como si nada salió por aquella puerta de cristal.

Mientras viajaba en el elevador, mi mente no podía dejar de pensar en aquel ¿Hombre? No mire su cara, solo pude ver aquel cabello pintado de color gris. Salgo del elevador y lo primero que veo es a la bella Ana Karen que me regala una sonrisa, le enseño los papeles y ella al instante me deja pasar, entro a la oficina de mi padre, lo miro hablando por teléfono, me siento en la silla que esta de frente a su escritorio y espero a que termine su llamada, cuelga el teléfono y le doy los papeles.

–La escuela... pensé que ya habías terminado. Este colegio me chupa más dinero que tu madre y eso ya es algo complicado. –Me da una mirada y luego los dos soltamos en una risa.

– Y vaya que eso es algo complicado. –Mi padre en ocasiones es una persona muy graciosas y eso era algo que me gustaba de él, porque a pesar de todo el trabajo el sabia desconectar del trabajo.

–Estos papeles están muy mal organizados, que escuela tan descuidada.-

– ¡Oh no! Lo que pasa es que cuando entre un tipo estúpido se chocó conmigo e hizo que los papeles salieran volando por todos lados.

– Qué persona tan más incompetente ¿Qué harás después de estar aquí?

–Volveré a casa, tengo cosas que acomodar aún y alistar todo lo de la escuela.

–Perfecto, llévale estos papeles a tu madre, que son los papeles de su fundación y esas cosas que ella hace. Y este es el cheque para la escuela, lo entregas el día que entres.

-¿Tanto dinero por un año de escuela?

-Ese dinero es solo el pago de 3 meses... cuando digo que me chupa más dinero que tu madre es literal.

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Disculpen la demora, pero las actualizaciones de "El Socio" ya regresaran con un capitulo por semana. 

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