Capítulo 11.- Una confesión

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Después de aquel mensaje, me encontraba mucho más nervioso de lo normal, ya habían pasado varios días y me daba un miedo enorme salir un día de clases y ver a Madison esperándome o incluso algo peor, que fuera directo a besarme delante de todos. Desde aquel día no había sabido nada de Madison y la verdad me limitaba a preguntarle a mi padre, que si le había pasado algo. Pero mientras más alejado estuviera de él sería mucho mejor para mis nervios y la ansiedad por la que estaba pasando.

Era viernes por la noche y yo estaba acostado en mi cama, decir acostado suena elegante, yo estaba literalmente desparramado por la cama, una playera muy delgada y un short era lo que estaba usando, el ventanal del balcón estaba abierto porque la noche estaba bastante fresca y eso era algo que me agradaba bastante, sentir esa aire fresco que entraba, me relajaba bastante. Era pasada de media noche y lo único que hacía era mandar notas de voz con Javier y Eli. No hablamos de mucho; solo hacíamos la recapitulación de lo que había pasado en la semana, casi siempre hablábamos del Stupid Team y de lo mal que hacían todo.

Un ruido extraño me saca de mis conversaciones, levanto un poco la cabeza y no miro nada y sigo con mi conversación, pero nuevamente un sonido como el de una piedra cayendo me distrae, lo vuelvo a ignorar pero nuevamente vuelve a suceder, me levanto y puedo ver en el piso unas pequeñas piedras que entraron por el ventanal, salgo al balcón, miro hacia abajo y lo primero que mis ojos ven, es a alguien de pelo gris agachado buscado algo.

-¿Qué se supone que estás haciendo?

-¡Oh! Hola.

-Contesta mi pregunta.

-Deja me pasar.

-Mi padre fuera de la ciudad, llámalo si lo quieres ver a él.

-¿Me dejaras entrar sí o no?

Hago un puchero, arrugo mi frente y pongo mis ojos en blanco y bajo a abrirle la puerta. Él está muy sonriente, no sé cuál sea el motivo, entra y no dice ni una sola palabra.

-Vamos a tu cuarto.

-¿Cómo porque motivo iríamos a mi cuarto?

-No quiero estar aquí parado y además si uno de los empleado despierta no quiero que le cuente a tu padre. Anda vamos a tu cuarto. –No me quedo más, yo iba por delante. Cuando llegamos el entro primero. -¡WOW! Tu cuarto es más grande que el mío, está bastante bonito.

-Gracias... ¿A qué viniste? ¿Y porque te desapareciste? ¿Por qué no contestaste mis mensajes?

-Lo siento, estuve muy ocupado, además tuve que viajar y mi celular se descompuso. Y además vengo para que hablemos de aquel beso... sé que no lo esperabas y yo mucho menos, yo también estaba muy sorprendido por mi acto, puedo decir que estaba más sorprendido que tú.

-¿Más sorprendido que yo?

-Deja que termine... Soy gay pero no todos lo saben y me da igual si lo saben o no, aquel día que me tropecé te me hiciste muy atractivo y de hecho después de salir del edificio regrese para pedirte tu número, pero ya estabas en el ascensor, pude haberte esperado, pero tenía bastante prisa y como en la empresa entra y sale mucha gente, pensé que sería imposible volverme a encontrar contigo, pero cuando te mire en la oficina de Alejandro y luego te mire, sentí un nudo terrible en el estómago. Aunque no lo creas tu padre tiene muy apartada su vida personal de empresa y te puedo decir que nunca había visto una foto tuya, es raro cuando alguien entra en la oficina de tu padre.

Cuando te mire algo dentro de mí se movió, pero me sentía mal porque eres el hijo de mi socio y además menor de edad, pero eso no me detuvo y te bese aquel día, no me arrepiento, pero me sentía muy culpable. De hecho no podía ni mirar a tu padre a los ojos, lo estuve evitando toda esta semana, porque no quería cometer un error. Sonara muy impulsivo pero realmente te quería besar, desde el sábado no podía dejar de pensar en ti, y el domingo fue mucho más complicado, pero tú no estabas de humor y explotaste. El lunes que recibí tu mensaje pensé que sería una buena excusa para poder verte y la comida estaba preparada para ser algo más que una comida, pero estabas muy tenso y la oportunidad se fue, hasta que estábamos en tu casa junte el valor y te bese, pero creo que fue lo incorrecto, pero luego tu mensaje me dejo muy sorprendido.

-Me estás diciendo en muchas palabras y una larga explicación ¿Qué te gusto? Porque si es así... creo que no es lo correcto, además eres mayor que yo casi 10 años y podrías meterte en muchos problemas y no solo con mi padre sino con mucha más gente.

-Y tú en pocas palabras me estás diciendo que no. –Su expresión cambio muy rápido.

-Yo en ningún momento dije que no, realmente te me haces muy atractivo, pero no creo que sea lo correcto. No quiero ocasionarte problemas con mi padre. Esto sería muy complicado de sobrellevar.

Me sentía muy contento porque había un gusto mutuo, pero analizando todas las situaciones posibles, sé que no sería lo correcto, además solo mis amigos saben que soy gay y no quiero que mis padre se enteren aún y mucho menos mi madre, de verdad no sé cómo lo tomaría y eso me causa una terrible miedo.

Madison me miraba de una manera que no puedo explicar, el brillo en sus ojos era realmente hermoso y sabía que era por mí, sin pensarlo me acerque a él con mis manos le tome el rostro y pose mis labios contra los suyos y pude sentir un sabor dulce, el me respondió el beso y luego sus manos me tomaron de mi cintura, se separó de mí, me miro a los ojos sonrío.

-Me tengo que ir, solo vine por este beso.

-Puedes quedarte, mis padre no regresan hasta dentro de dos días.

-Creo que quedarme podría ser algo difícil y complicado, no quiero hacerte nada indebido, creo que debemos ir lento.

-Está bien, lo entiendo.

-Por cierto, creo que deberías de reconsiderar el volver a tomar clases. – Me guiño un ojo y salió del cuarto.

Esto que acaba de pasar no me lo esperaba, se podría decir que estaba comenzado una relación con un hombre 10 años mayor que yo, y lo de tomar clases de nuevo es la excusa perfecta para pasar mucho más tiempo juntos.

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