Era domingo y la alarma había sonado súper temprano y yo gritaba para mis adentros, ayer estuve literal todo el día con Madison, había llegado a su casa como a las 8:40 de la mañana y había regresado a mi casa a las casi 7 de la noche, no voy a negar que había sido muy interesante conocer muchos aspectos de la empresa, pero era mucho información que no podía retener tan fácilmente, simple y sencillamente solo escuchaba lo que Madison decía, no lo retenía.
Madison había pasado por mí y así sería todo el tiempo que me estuviera dando clases, él así lo había dicho. La verdad no me había esforzado mucho por arreglarme, solo me puse unos tenis, me acomode el cabello y salí en pijama, era domingo y no se podía hacer más, mi humor no era el adecuado y nadie quiere hablar de finanzas a las 8 de la mañana.
-Vaya hoy si le pusiste esmero a tu atuendo.
-No digas nada y solo conduce.
Ya llevábamos dos horas y media de clase y yo ya no podía más, simple y sencillamente decidí hacer como que ponía atención, y tengo que decir que hasta eso se me estaba dificultando. Madison usaba muchos términos que no entendí y yo solo asentía con la cabeza o decía que sí y de vez en cuando solo hacia una que otro pregunta, para que nos e notara tanto mi desinterés.
-¿Tobías realmente me estas poniendo atención? No tengo 15 años, me doy cuenta de que estas en otro lado. Si realmente quieres aprender tendrás que poner más atención, no estoy aquí para perder mi tiempo, tienes que entender que mi tiem...
-Yo no pedí esto, tú crees que realmente yo quería esto y si igual que mi padre TU TIEMPO ES MUY VALIOSO... y si tu tiempo es muy valioso no entiendo porque decidiste hacer esto. –Agarre todas mis cosas y guarde unas en la mochila y salí del despacho, tome mi celular y llame a Manuel para que pasara por mi.
-¿A dónde crees que vas?
-A casa ¿A dónde más podría ir? Ya hable con Manuel y no tarda en llegar por mi y no me puedes retenerme aquí.
-Tendré que llamarle a tu padre.
-Llama a mi padre, ¡me importa un carajo lo que tú y él piense y también me importa un carajo la estúpida empresa!
Realmente estaba enojado no quería saber nada de Madison y mucho menos de mi padre, en este momento ninguno de los dos era mi persona favorita, sabía que me metería en problemas con mi padre, pero esto era algo que yo no quería, que él firmara el estúpido contrato si al fin del día su firma era la que más valía.
-Tobi... ¿Podemos hablar?
-No, no quiero hablar contigo, así que déjame.
-Tienes que entender que esto es para tu futuro y lo hacemos para que cuando sea tu turno puedes tener el control y sepas manejar de manera adecuada la empresa y sabes que es lo que tendrás que hacer.
-Preferiría no haber nacido, si hubiera sabido que tendría que lidiar con esto, no lo hubiera aceptado.
No sé como pero Manuel había llegado bastante rápido, Madison me miro directo a los ojos yo lo mire directo a los ojos, pude mirar y darme cuenta de que estaba decepcionado, pero eso no me importaba, él no era nadie para juzgarme.
-Adiós Madison, dos clases fueron suficientes para mí.
-Para mí no fue suficiente Tobías.
Esa última frase hizo que algo en mí se moviera, ¿Qué no había sido suficiente para él? ¿Qué significaba lo que acababa de decir? Me di la vuelta subí al auto y sin decir algo más, Manuel empezó el viaje de vuelta a casa.
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El Socio
Teen FictionMi padre hablaba mucho y muy bien de su "Socio" yo no lo conocía, pero me imaginaba un hombre de edad avanzada. Cuando mis ojos vieron al "Socio" de mi padre, mis ojos brillaron y automáticamente sonreí. Mi madre era el punto, era esa piedra en el z...