Capítulo 23.- Quiero Decir Que Te Quiero A Plena Luz.

8K 562 9
                                    


Madison y yo nos habíamos conocido hace más de 8 meses, yo había cumplido años un mes después de conocerlo en la oficina de mi padre, que eran literalmente 7 meses, solo 5 meses más y sería un años, era realmente increíble lo rápido que el tiempo pasaba, por cumplir un mes juntos nuevamente Madison me había invitado a cenar a su casa, yo quería ir a un restaurante pero el que vieran un hombre casi 30 con un adolescente sería un poco extraño, por eso Madison decidió contratar a un Chef privado para que nos hiciera la cena.

Yo ya estaba listo para que Madison pasara por mí, me sentía bastante emocionado, porque sería una cena romántica y lo más importante dormiríamos juntos, me encantaba dormir con él, era algo bastante reconfortante. Un auto se estaciono en la entrada y salí corriendo, mis padres no estaban en casa así que no había por que poner una excusa para salir tan arreglado, así que salí y subí al auto me acerque a darle un beso en sus labios y luego empezó el viaje.

-¿Cuánto tiempo estarán tus padres fuera?

-Una semana, en la que tal vez podremos estar juntos.

-Ponte esto sobre los ojos.

-¿Qué?

-Solo póntelos. –Yo hice caso y me tape los ojos con el antifaz queme había dado, sabía que sería algún tipo de sorpresa.

El viaje fue algo largo, la verdad diría que un poco más de dos horas, Madison hablo muy poco y yo sentía que el tiempo pasaba de manera muy lenta y que un silencio me invadía más que nada porque él solo me hablaba en oraciones cortas y muy tardadas en contestar.

-Llegamos, pero aun no te quites el antifaz.

-Ya era hora, este viaje se me hizo eterno.

-No seas exagerado, solo fueron dos horas y media, pero te encantara.

Escuche una puerta abrirse, una puerta pesada, y luego pise alfombra, era muy obvio que no estábamos en su casa, escuchaba ruidos bastante agudos, dos segundo después mis ojos vieron luz, pero yo miraba bastante borroso. Mis ojos se ajustaron y pude ver bastantes mesas, pero todas estaban solas, el lugar estaba completamente solo.

-¿Dónde estamos?

-Estamos en Primadonna

-¿De verdad en Primadonna? ¿Cómo conseguiste reservación? Es casi imposible obtener reserva, ni mi padre que es uno de los hombres más ricos ha podido reservar.

-Alguien me debía un favor, así que el lugar es todo nuestro.

Primadonna era uno de los restaurantes más prestigiados del mundo, había una lista de espera de dos años para poder comer en este lugar, había venido anteriormente cuando tenía como 13 años y fue la cena más rica de mi vida y ahora tenía el lugar solo era para dos personas.

La cena fue bastante amena el primer tiempo fueron unas pequeñas tapas de jamón serrano, luego una sopa de pepino, el plato fuerte fue un filete bastante delicioso acompañado de vino tinto, luego una pasta y por ultimo un postres delicioso, podría repetir toda la cena sin ningún problema, era exquisito.

-Espero que te haya gustado la sorpresa.

-Me encanto, de verdad muchas gracias.

-Quiero que sepas que soy capaz de hacer lo que sea por ti, porque de verdad me gustas y quiero que tengas todo, quiero que seas el hombre más feliz y quiero que te sientas cómodo conmigo. Sé que te he presionado bastante este último mes, pero de verdad no quiero que vivamos escondidos, quiero que nos podamos amar en cualquier lugar sin miedo, quiero poder besarte donde se me dé la gana, poder andar de la mano sin miedo a lo que pase o a lo que digan, quiero decir que te quiero a plena luz, que la gente se entere de que estar enamorado no es pecado. Porque realmente quiero tenerte en cada momento de mi vida y yo puedo hablar con tu padre sin ningún problema, no me importa perder mis acciones, porque ni todo el dinero del mundo me hará sentir tan feliz, como me haces tú.

Mis ojos estaban llenos de lágrimas y mi cara tenía una sonrisa dibujada en el rostro por aquellas hermosas palabras que me estaba diciendo. – De verdad me sorprendes mucho, yo también quiero pasar mis días contigo y si hablaremos con mi padre sobre nuestra relación en cuanto regrese, yo también quiero poder tomarte de la mano todo el tiempo y no me importa lo que digan, ya no me importa tu edad yo solo sé que te quiero como no tienes una idea.

Los dos estábamos llorando, pero con una sonrisa en el rostro él se levantó de su silla, se acercó y me beso en los labios, un beso salado por las lágrimas, pero fue el beso más lleno de amor que me había dado, de verdad estaba dispuesto a hacer todo por él, sabía que sería difícil, pero era algo que se tenía que intentar.

Trajeron una botella de Champagne y Madison solo dio un sorbo porque tenía que conducir, yo salí con la botella en mano y me la iba bebiendo en lo que duro el viaje. Me sentía tan feliz de que los dos daríamos un paso bastante grande y contárselo a mi padre era algo grande porque podría salir bien o muy mal y era obvio que los dos queríamos que saliera bien. Mi padre no me preocupaba tanto porque sé que no le tomara mucha importancia, pero mi madre era lo que me preocupaba porque ella no lo aceptaría, pero era algo que estaba decidido a hacer sin importar las consecuencias, mi amor por Madison era más grande que cualquier problema que nos pudiera traer.

Llegamos a la casa de Madison era evidente que después de aquella noche la pasáramos juntos, bajamos del auto me tomo de la mano y caminamos hacia la puerta, entramos y justo el en recibidor él me tomo de la cintura me alzo y luego me beso, me sentía tan feliz.

-Es increíble que estemos por hacer que nuestras vidas cambien por completo, solo espero que esto salga bien Madison.

-Saldrá bien Tobías, creme saldrá bien.

-¿Podemos bañarnos juntos?

-Podemos hacer lo que tú quieras pequeño.

-Bañarnos con ropa interior y que sea un baño en la tina, con muchas burbujas.

-Me parece perfecto.

_________

Últimos Capítulos 

El SocioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora