El Socio

Capítulo 26.- One Shot. Parte 1

Había pasado tanto tiempo desde que les conté a mis padres que era gay, mañana era mi cumpleaños y mi madre seguía sin dirigirme la palabra, ni me miraba y cuando lo hace su expresión era de asco me sentía tanto triste de que mi propia madre me rechazara. Mañana era mi cumpleaños número 18 por ende tendré que firmar un contrato para hacerme cargo de la empresa en caso de que mi padre muriera y además tendré acceso a mi fideicomiso y al dinero para mis estudios este último un poco más restringido, pero cuando terminara mis estudios todo ese dinero sería mío de igual manera.

Mi padre hacia todo lo posible para que mi madre me hablara, pero era imposible, incluso ahora dormían separados, pero mi padre decía que no le tomara importancia a las actitudes de mi madre.

-Padre tengo que decirte algo. Mañana que tenga acceso a mi fideicomiso comprare una casa o un departamento para irme de aquí.

-¿Estás seguro de eso?

-Sí, es muy difícil seguir viviendo con madre, ya sabes todo lo que me ha hecho. Yo sé que no cambiara su idea y seguir viviendo aquí me matara lentamente, necesito alejarme.

-Te entiendo Tobías, es muy cruel todo lo que tu madre te ha hecho y creo que estas tomando una decisión muy sabia. Te diré esto pero me divorciare de tu madre. Yo te amo y no puedo seguir con alguien que no ama a su propio hijo.

-Lamento tanto eso.

Mi madre durante todos estos meses me había hecho muchas maldades, había mandado cortar el suministro de luz de mi recamara, no tenía agua para bañarme, obligaba a la servidumbre a no darme de comer, no dejaba comida en el refrigerador y cuando mi padre lo llenaba ella tiraba todo, incluso una vez me dejo encerrado en mi cuarto. Ella le había dicho a mi padre que de seguro la puerta se había atorado o algo, pero en sus ojos se miraba su maldad. Era por eso que había decidido irme de casa, no podía seguir viviendo con alguien que no me respetara.

Madison siempre consolaba cuando lo necesitaba y eso era lo único que me ayudaba, pase muchas noches en su casa a causa de mi madre, porque era muy cruel conmigo, Madison era quien secaba mis lágrimas cuando lloraba por horas, por culpa de mi madre. Era muy difícil seguir llamándola mi madre pero lo era y eso no cambiaría aunque ella no me quisiera.

En una semana entraría a la universidad y todo cambiaria bastante, Javier había conseguido un novio y siempre que tenía sexo me lo contaba era un enfermo y justo el día de hoy se marchaba a Francia.

-Hola idiota.

-¿A qué horas sale tu vuelo?

-Dentro de 6 horas.

-No puedo creer que el tiempo pasara tan rápido, un día éramos unos mocosos y ahora míranos... todos unos pasivos.

-De seguro tú lo disfrutas más. Para que miento yo también lo disfruto. ¿Cómo va la situación con tu madre?

-Sigue igual, de hecho hoy le comente a mi padre que mañana que reciba mi dinero me comprare un departamento donde vivir, no puedo seguir así. Ya no puedo soportar más todas esas cosas que me hace.

-Nunca llegue a pensar que ella te rechazaría de esa manera, pero creo que estás haciendo lo correcto al salir de esa casa.

-Yo tampoco lo pensé, pero uno nunca termina de conocer bien ni a su propia familia.

Después de esa platica Javier y yo tuvimos una tarde bastante agradable, comiendo y haciendo lo que más nos gustaba, tener que despedir a mi mejor amigo sería difícil más por el hecho de que no lo veré tan seguido, si acaso en festividades o vacaciones. Unas horas después lo fui a dejar al aeropuerto y nos abrazamos muy fuerte, Javier se separó y antes de marcharse medio un beso en los labios. No dije nada solo sonreí.

-Sabes Tobías... siempre me gustaste. Lo supe una noche que dormiste sin playera, me pase despierto buen rato observándote y acariciando tu pecho. Nunca despertaste y luego dormí.

-¿Por qué nunca lo dijiste?

-Me gustaba más tener tu amistad, siento que eso me ayudo bastante. Además hicimos muchas cosas como amigos y eso era mejor. Por eso preferí considerarte mi hermano, porque eso durara por más tiempo que una relación.

Javier sonrío, se dio la vuelta y se marchó y me dejo con una sonrisa en mi rostro pero al mismo tiempo mis ojos estaban cubiertos por lágrimas, mi mejor amigo se marchaba... más bien mi hermanos e marchaba.

Era jueves por la mañana, desperté por eso de las 8 pasadas, la firma del contrato era a medio día, me di un baño rápido y baje a desayunar, pero justo cuando en la barra del desayunador encuentro un volcán de tierra lleno de gusanos que decían "Feliz cumpleaños atte. Tu madre" justo cuando mire aquello comencé a llorar, di la vuelta y regrese a mi cuarto, abrí el closet y saque unas maletas y guarde todo lo que me pertenecía, ropa, zapatos, perfumes, joyas, fotos, 3 horas después ya tenía todo guardado. Antes de irme tome la foto que tenía en mi buro.

Era una foto de mi madre y yo juntos, la puse en la mesa y deje una nota: "Feliz día también para ti, hace 18 años te convertiste en madre, pero hoy dejas de tener un hijo, lo intente pero tú no lo quisiste" y estrelle la foto en la mesa y lo deje ahí roto. Tome las maletas y salí de la casa para ir directo a las oficinas a firmar.

En la sala de juntas había inversionistas que estaban en la empresa, Madison estaba ahí. Yo hoy seria parte de toda esta gente estaban ahí para felicitarme y para seguir haciendo inversiones en la empresa.

-Bueno es hora de que Tobías firme el contrato y procederé a leer las partes más importantes del contrato y del fideicomiso. –Comento el notario. – Tu Tobías Falahee te comprometes a hacerte cargo de la empresa justo al día siguiente del retiro de Alejandro Falahee o en el caso de su muerte. También te comprometes a mantener las relaciones e inversiones que se encuentre al momento de tu toma... -Y así seguía mencionando cientos y cientos de cosas que tenía que realizar. –Pasando al fideicomiso. A partir de hoy 3 de Septiembre recibirás la suma de "Setenta y dos millones de dólares" que son el 0.08% de la empresa además recibirás un sueldo mensual de treinta y cinco mil dólares.

-¡¿QUÉ?! ¿Todo ese dinero es mío? ¡Wow! –Al escuchar la cantidad todos se quedaron callados y Madison tenía sus ojos como plato, eso 72 millones eran míos eso sin sumarle el dinero de la cuenta de estudios y luego el 100% de la empresa seria mío cuando mi padre faltara. Sabía que era millonario, pero no a ese nivel, cuando en la escuela publicaron la lista no era una suma tan grande.

Después de que firme se escucharon los aplausos y como una botella de champaña era destapada, mi padre me abrazo y luego siguió hablando con sus amigos de negocios, uno de ellos le dio un puro a mi padre y luego se acercó y me dio uno a mí.

-Felicidades, debo decir que eres más rico que yo cuando tenía tu edad, cuando cumplí 18 mi padre me dio solo como 15 millones pero en cuestión de 2 años llegue a juntar 90 millones. Espero que sepas invertirlos.

-Gracias, mi primera inversión será un departamento. Hoy deje mi casa.

-¿Por qué lo hiciste?

-No puedo seguir viviendo con mi madre, es horrible hoy como regalo me dejo un volcán de tierra con gusanos. Ya no puedo seguir soportando ese maltrato de su parte.

-Puedes vivir conmigo, no es necesario que compres algo.

-Me quedare contigo estos últimos días, antes de ir a la universidad, pero prefiero comprar algo cercas de la escuela, sería agotador tener que viajar 3 horas todos los días.

-¿Entonces me dejaras?

-Sabes que vendré los fines de semana y tú puedes ir a visitarme cada que quieras.

-Está bien, me parece adecuado. Entonces hay que ir a casa a dejar tus cosas.

Tomamos el ascensor, Madison tomaba mi mano y me regalaba una sonrisa, cuando salimos del ascensor caminamos a la puerta y justo ahí estaba mi madre parada.

-Tu mensaje de la mañana no me afecto Tobías, pero yo te lo dije y se lo dije a tu padre yo no tendré un hijo homosexual.

Unos segundos después saco de su bolso una pistola apunto en mi dirección, yo estaba sin palabras no reaccione a lo que estaba a punto de pasar, toda mi vida paso por mis ojos y unos segundo después escuche un disparo, mi cuerpo se puso helado al escuchar aquel disparo y unos segundos después otro disparo...