Capítulo 13.- ¿Quieres un pijama o duermes desnudo?

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Después de darme cuenta de que dormiríamos juntos me puse a darle vueltas al asunto y estaba considerando decirle que me llevara a casa, el dormir con alguien con quien apenas estas empezando a salir es una situación un tanto complicada y a eso sumémosle que es mayor casi 10 años, era algo difícil.

-¿Quieres un pijama o duermes desnudo?

-Usare esta ropa para dormir, gracias.

-¿No será incomodo? ¿Te puedo prestar una pijama yo pienso que si te quedan? ¿O si duermes desnudo?

-Claro que no duermo desnudo, dame un pijama.

-Mis pijamas solo son de pantalón las playeras las tiro.

-¿Estas bromeando? –El abre un cajo del closet y efectivamente son solo pantalones, abre una puerta del closet y solo camisas, no hay playeras de pijama. –Creo que no mentías.

-No, nunca las uso me son un tanto incomodas para dormir, puedo buscar alguna playera para ti.

-No, usare el puro pantalón. –Me entrega un pantalón holgado color azul, le pregunto por el baño, me señala puerta fuera del cuarto y voy a cambiarme.

Justo cuando estoy desvestirme, me invade una ansiedad, y estoy a punto de salir del baño y decirle que quiero irme a casa, pero quiero quedarme con él, aunque sea una noche. Me quito la playera la doblo y la pongo sobre el lava manos, me quito el pantalón y hago lo mismo, pongo los calcetines dentro de mis tenis, me pongo el pijama y salgo del baño. Cuando entro en el cuarto puedo ver a Madison sentado sobre la cama, ya con el pijama. Lo miro y me pongo muy nervioso siento un hueco en el estómago horrible, él está mirando su celular y no se ha percatado de que lo estoy observando.

Cuando me mira en sus ojos hay un brillo muy peculiar, el cuerpo de Madison es realmente bonito, es delgado y tiene su abdomen un poco marcado, no exageradamente sino que se ve bastante bien. Su cuerpo no tiene rastro de bello alguno, sus brazos eran del tamaño adecuado y yo era un simple chico escuálido a su lado.

Narra Madison

Cuando me percato de que Tobías está parado en la puerta de mi recamara puedo ver su delgado cuerpo, y me sorprende ver que mi pantalón le queda algo grande que puedo ver el elástico de su bóxer, sus abdomen es plano pero no está marcado, tiene muy marcada aquella zona que llamamos V, sus brazos eran largos y no tan delgados. Él sabía que me loe estaba mirando comiendo con la mirada, moría por acercarme y hacerlo mío, pero verlo ahí parado lo hacía ver tan inocente y me sentí culpable por la diferencia de edad, lo mire a los ojos y le dedique una sonrisa, para que se sintiera mas cómodo.

Se acercó lentamente con sus brazos cruzados sobre su pecho, sabía que estaba nervioso y también sabía que de cierto modo estaba incomodo, solo teníamos unos días saliendo y él ya estaba aquí en mi casa, casi semi desnudo. Se sentó en la cama y se recargo sobre la pared, tomo una de las almohadas y la uso para taparse el torso. Me puse de pie y le ofrecí una cobija para que se tapara y se sintiera un poco más cómodo, él la acepto y rápidamente se tapó.

-¿No te sientes cómodo verdad?

-No tengo problemas con estar sin playera, pero estando contigo me siento cohibido.

-Solo relájate, dormiremos y será todo. Te puedo abrazar si quieres.

-Claro que puedes abrazarme.

Me pongo a su altura y él se acuesta me acuesto y lo abrazo, no se pone de lado, solo se queda acostado boca arriba, su piel está bastante caliente y eso me sorprende bastante, le pregunto si tiene calor y me contesta que, prendo el clima y empieza a refrescar, son pasada de las 11 de la noche, lo sigo abrazando, no decimos ni una palabra y cuando menos pienso él ya está dormido me separo de él para dejarlo dormir a gusto y no darle el calor de mi cuerpo.

Me sorprende ver lo relajado que se ve dormido. Observo lo relajado que esta, una de sus manos está debajo de su mejilla, duerme profundamente y su respiración es lenta y calmada y podría observarlo dormir hasta que despierte. Me encantaría verlo dormir todo el tiempo, me acerco y le doy un beso en los labios, le doy la espalda me acomodo, cierro los ojos y mientras me voy quedando dormido el olor de su perfume invade mis fosas nasales y me voy quedando dormido lentamente.

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