Capítulo 20.- Got a secret... Can you keep it?

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Narra Madison

El no verlo me estaba matando, había pasado solo un mes y no había visto a Tobías desde aquella noche, no se había presentado en la empresa, no había tenido respuesta alguna de los mensajes que le había enviado y eso me desesperaba bastante. Él había terminado conmigo no quería volver a verme y eso me afectaba bastante, lo único que yo quería era verlo, me conformaba con solo eso incluso aunque fueran varios metros los que nos separaran.

Era Miércoles y había decidido no ir a trabajar, no estaba de humor, más que nada porque ya había pasado un mes desde aquel momento, Alison estaba conmigo ella me consolaba un poco. Nos habíamos casa hace quince días y por ende teníamos que estar casados por lo menos tres mes y ella estaba viviendo conmigo y con su novio, tanto ella y él me apoyaban bastante, me hacían salir de la casa me llevaban con ellos a sus citas.

Lo único que me molestaba era la hora de dormir, cuando ellos se iban a la habitación y podían dormir juntos, abrazados, oliéndose y amándose y yo no tenía nada de eso, me sentía celoso, pero entendía que había sido mi culpa. El sonido del timbre me saco de mis tristes pensamientos, camine directo a la puerta y el chico me entrego una caja enorme, firme y entre de nuevo a casa. Abrí aquella caja, cuando mire lo que había recibido quede sorprendido, era algo que no podía explicar.

Era un una pintura mía en un fondo gris y azul en degradado, el óleo era realmente hermoso, era mi rostros rodeado de unas cuantas flores, el brillo en los ojos, los labios y las proporciones eran increíbles. Los trazos eran impecables y la paleta de colores era muy brillante, era como mirar luz directamente, y justo en la esquina inferior derecha mire la firma dos iniciales "TF", busque una nota y estaba en la parte trasera del cuadro:

"Hola, sé que esto ha sido complicado, pero te envió este cuadro que pinte aquel día que me desmaye, cuando lo estaba pintando en clase no sabía lo que estaba haciendo hasta que lo termine y quede tan maravillado, más por el hecho de que solo use un recuerdo para pintar tu rostro y ahí fue cuando me di cuenta de mis sentimientos hacía ti pero he decidido enviártelo porque no tenía caso que lo tuviera en casa. Cuando mi padre lo miro dijo que sería un buen regalo por haberme ayudado con las clases y la verdad es que tenía razón era muy difícil verlo todo los días.

Espero que lo disfrutes y que lo pongas en algún sitio de tu casa, espero que estés siendo feliz.

ATTE: Tobías Falahee."

La pintura era realmente hermosa pero era triste saber que Tobías se estaba deshaciendo de todo lo que tuviera que ver conmigo, era obvio que algo así pasaría que en algún momento empezaría a tratar de olvidarme y deshacerse de ciertas cosas le ayudaría, él me quería olvidar pero yo no quería olvidarlo, seria más doloroso para mí que para él. Pero era su decisión y yo la respetaba, lo hacía por él mantenerme alejado era lo mejor, sabía que en el algún momento lo volvería a ver ya sea en la oficina o en su propia casa, solo era cuestión de tiempo.

Dos meses después

El padre de Tobías había organizado una fiesta en su casa porque había cerrado un contrato con una empresa extranjera, había pensado bastante en ir o no ir, por el hecho de que Tobías estaría ahí y en parte quería verlo, pero en parte no por el hecho de que movería todos mis sentimientos, hacia bastante que no lo miraba y ese era el problema. Baje del auto y camine hacia la puerta y una edecán me recibió ofreciéndome una copa de un vino espumoso.

-Madison por aquí. – Grito Alejandro, muy discretamente buscaba a Tobías, pero no lo pude divisar por ningún lugar y me acerque al grupo de hombre con el que Alejandro estaba. Fue una plática de inversiones y conejos. Me retire un momento para ir a saludar a Eugenia.

-Hola Eugenia, tanto tiempo sin verte ¿Cómo has estado?

-Hola, lo sé bastante tiempo, muy bien ya sabes lo de siempre con mi esposo.

-¿Has visto a Tobías? Quiero agradecerle personalmente por la pintura que me regalo.

-Esa pintura era hermosa, ojala siga con ese talento. Lo mire por la piscina, creo que esta con un amigo.

-Gracias, en un rato vuelvo contigo.

Camine entre la multitud de gente que había por toda la casa, pase por la cocina y justo cuando salí me topé con Tobías, él se quedó quieto, sus ojos mostraban sorpresa y rápidamente bajo la mirada. Yo me sorprendí la sangre se me helo y pude sentir como mi cara se ruborizaba y mi s labios formaban un pequeña sonrisa.

-¿Me permites un momento Tobías? –Solo me miro y asintió con la cabeza. Caminamos hacia un lugar sin tanto ruido sin decir ni una sola palabra. –Quería agradecerte personalmente por la pintura que me enviaste, de verdad es hermosa, te iba a enviar una carta pero, no era el momento te estaba dando tu espacio. De verdad gracias, es una pintura hermosa y hoy está colgado en la sala.

-De nada, que bueno que te gusto y que bueno que este en un lugar donde todo puedan admirar tu belleza. –Justo cuando Tobías dicho eso se detuvo y rápidamente se fue sin decir nada más, yo me quede ahí quieto tomando otra copa de vino, entre a la casa y Eugenia me hizo una seña con su mano y me acerque.

-Tobías dijo que si te miraba que lo fueras a buscar a su recamara.

-Gracias, ahora mismo voy, porque ya tengo que irme.

Camine directo a las escaleras, camine por el largo pasillo y me dirigí hasta la última habitación, la puerta estaba entre abierta, toque. –Pasa. –Estaba sentado en su cama mirando hacia el piso, se miraba triste.

- ¿Para qué...

-Deja que yo hable por favor... Sabía que hoy te miraría, pero no llegue a pensar que me sentiría así, triste, decaído había pensado que ya te había superado, pero no es así. Me es muy difícil dejar de pensar en ti, no tienes idea de las veces que estuve a punto de escribirte de ir a verte, muchas veces iba a las oficinas de mi padre porque sabía que estaba ahí, pero nunca era capaz de entrar, me daba un terror horrible y luego me enojaba por las mentiras que me habías dicho. Cuando te topaste conmigo sentí una vergüenza y un miedo por eso me quede sin habla y luego cometí el error de haberte dicho aquello.

-No puedo decir que te olvide porque es mentira nunca te olvide, siempre que estoy dormido te veo, o no hago otra cosas más que escribir tu nombre cuando estoy en la escuela, han sido casi tres meses llenos de dolor, nunca me había enamorado así de alguien, en mi vida jamás pensé sentirme así, me cambiaste por completo.

Justo en ese momento Tobías se acercó y me beso, fue un beso lleno de amor y de verdad, me sentí tan feliz era el beso que había estado esperando hace mucho, volver a sentir sus labios, poder volver a olerlo era justo lo que había deseado.

Narra Eugenia

-¿Mamá?

-Dime Tobías

-Si llegas a ver a Madison por favor dile que si puede ir a mi recamara.

-¿Para qué?

-Quiero preguntar algo sobre una tarea y pues papá está un poco ocupado.

-Está bien si lo veo le digo que estarás ahí.

Me parecía raro que Tobías quisiera ver a Madison en su cuarto, pero era para un tarea, 5 minutos después pude ver a Madison, le hice señas con una de mis manos y rápidamente se acercó.

-¿Qué sucede Eugenia?

-Tobías dijo que si te miraba que lo fueras a buscar a su recamara.

-Gracias, ahora mismo voy, porque ya tengo que irme.

No me dejo ni decirle donde estaba la recamara de Tobías y eso se me hizo bastante raro, porque era la primera vez que Madison estaba en la casa –Discúlpenme un momento tengo que ir por algo. –Fui subiendo las escaleras lentamente para no ser vista por Madison, cuando él entro a la recamara de Tobías, camine y me acerque a la puerta y no pude escuchar bien lo que Tobías le decía a Madison, pero después de unos minutos pude ver como Tobías besaba a Madison. Me sentía tan confundida, tan decepcionada y engañada, no puedo creer que Tobías se esté besando con un hombre. 

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