Red Hood sonreía con el labio partido y la respiración agitada sentado al fondo.
—¿En serio Damian?¿Esto era necesario?—Gritaba caminando tras de él hasta los asientos delanteros de la nave...
Se mantenía callado mientras la sangre le caía desde la ceja partida.
Tomó asiento endolorida, viendo como su hermano también lo hacia a su lado.
—No le encuentro razón a tu comportamiento. No puedo.
—... No habíamos terminado. Además se lo merecía.
—No enano, no se lo merecía porque él no sabia nada, fue Rachel quien te engañó
—No sigas por ahí Tapia... No lo hagas...
—ES LA VERDAD...
—YA LO SÉ.
—Dami... Pensaba que estar con ella seria bueno para ti... Pero no lo es y para Raven tampoco.
—Y yo que creía que me obligarias a perdonarla...—sonreia sarcástico.
—Si fueses otro sí que te animaría a que continuarás con ella porque todo esto es una tontería, pero eres tú... Hasta hace poco, estaba seguro que Rachel sacaba lo mejor de ti... Ahora veo que también saca lo peor. Y en tu caso eso es muy malo...
—...
—Al principio cuando casi nos matan, tú no heriste a nadie de gravedad, preferias morir que matar... Después aparece Raven y cuando podíamos con ellos... Cuando teníamos la situación bajo control... Tú comenzaste a decapitarlos como si nada... Lo hacías sin remordimientos. ¿Porque?
—... No lo sé.
—Sí lo sabes,
—Solo quería acabar rápido
—Era gente inocente, padres, madres, hermanos, hijos... Podrían haber tenido una oportunidad ahora que Timm está con las muestras...pero tu espada se cruzó en su camino.
Se cubrió la cara con ambas manos y se mantuvo así aun incluso después de sentir como su hermano lo abrazaba con fuerza.
—Bruce tiene razón, será mejor que vuelvas a la mansión con él.
—....
