Estaba tumbado en la cama intentando despejar su mente mientras leía, pero el vínculo que compartía con Rachel no lo dejaba apenas concentrarse ni un solo momento.
Se levantó de un salto y caminó hacía la puerta maldiciendo entre dientes, decidido a continuar entrenando pese a la hora que era, cuando un escalofrío recorrió su espalda al escuchar su voz.
—¿Después de todo lo que hemos pasado juntos ahora te vas así?...
Tragó saliva y se mantuvo callado.
—Me prometiste que me perdonarias si no me rendía... Y no lo hice... Luché como nunca antes...
—...
—No me lo puedes pagar así...
Se mantenía de espalda a ella con la cabeza baja.
—...Raven vete...por favor.
— Dímelo a la cara...
—...
—Necesito escuchar de nuevo porque no lo puedo entender...
—...No quiero seguir con esto...
—Separarnos de ésta forma no lo sé asumir... No puedo sin una razón.
—...Yo no soy así... Tengo miedo.
—¿Miedo...?¿De que tienes miedo?
—De mí mismo.
—¿Por eso lo haces?
—Es mejor así para los dos.
Todos los muebles de la habitación se elevaron a varios centímetros del suelo, los cristales de toda la mansión vibraban...
—POR UNA VEZ MIRAME A LA CARA Y DIME QUE PIENSAS, DIME QUE QUIERES Y LUEGO ME MARCHARÉ... NO ES CULPABLE EL QUE NO SIENTE, ESO LO PODRÍA ENTENDER, PERO A TI TE DUELE MAS QUE A MÍ...
—¿ Y que es lo que quieres?
—QUE TE DESPIDAS POR ULTIMA VEZ...
—Yo... no...
—Logan tiene razón, él siempre fue mejor opción que tú...
El sonido de los muebles cayendo contra el suelo junto al estruendo de los cristales saltando en mil pedazos retumbó en toda la mansión.
Cuando se volvió Raven ya no estaba en la habitación.
Abrió la puerta con el corazón estallando le dentro del pecho. Alzó la vista y se encontró con sus hermanos mirándolo esperando una explicación.
—¿Cuantas veces? Y ¿En que posturas...?—Sonreía emocionado —Y no lo niegues, ya me contó como terminó la torre cuando...
—Jason tranquilizate... Dami ¿Era Raven?— habló sacudiéndo por los hombros al joven—Dime ¿Era ella?¿Que quería?
Él seguía callado...
—¿Porque no lo dejáis tranquilo? Es obvio que no os va a decir nada, es algo personal.
—Si ya no estas interesado yo la puedo consolar. Se me da bien...
Dick y Timm miraron al joven esperando que saltase furioso, la sorpresa fue verlo pasar entre ellos sin decir ni una sola palabra...
—Definitivamente está mal.
—Si. Incluso esta mañana me agradeció por el trabajo con el antídoto.
—Éste no es el engendro. Nos lo han cambiado.