CAPÍTULO 1: COMIENZA LA LUCHA

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N/A: Aquí teneis la secuela de No Hay Motivos Para Seguir... Gracias a todos por vuestro apoyo... Por cierto, alguien ha intentado ponerse en contacto conmigo en Fanfiction para hablar de la primera parte de este fic... Que por favor lea lo que le he dejado escrito en el último capítulo de No Hay Motivos Para Seguir en Fanfiction...

CAPÍTULO 1: COMIENZA LA LUCHA

Kurt y Blaine habían llegado de su luna de miel dos días antes y habían estado preparando todo lo necesario para comenzar a buscar su primer hijo. No les importaba si era niño o niña, si tenía dos meses o dos años, ni su raza... Sólo buscaban alguien a quien amar y hacer feliz.

Entraron en una de las agencias de adopción y se reunieron con una psicóloga. Estuvieron respondiendo a las preguntas que la mujer les hizo, sinceramente y sin nada que ocultar. Todo iba muy bien, reunían los requisitos económicos, estaban casados... Sin embargo llegó el momento de hablar de su salud y descubrieron que habían tenido problemas y habían intentado suicidarse. Eso hizo que la mujer decidiera descartarlos como candidatos. No los consideraba lo suficientemente estables emocionalmente.

Llegaron a su apartamento abatidos, les habían rechazado y se temían que en los demás sitios también lo harían. Kurt dejó caer una lágrima silenciosa mientras recibía un abrazo de su novio.

– Deseaba tanto ser padre. – Susurró el castaño.

– Lo vamos a ser, no podemos rendirnos porque nos digan que no la primera vez. – Dijo el ojimiel.

– ¿Desde cuando eres tú el optimista en la relación? – Bromeó el mayor.

– Desde que enamoré al mejor hombre que he conocido. – Comentó el moreno con la voz un poco ronca mientras dejaba pequeños mordiscos en la oreja de su marido.

– Mmm... ¿Quién es ese? Tendré que demostrarle que eres todo mío. – Dijo el ojiazul.

– Hazme tuyo entonces. – Pidió el más bajo.

Sin pensárselo dos veces, el mayor tumbó en el sillón a su marido y se posicionó sobre él mientras mordía su cuello para dejar marcas.

El timbre sonó interrumpiendo el momento íntimo que tenía la pareja. Hummel se levantó y fue a abrir la puerta mientras su marido se sentaba y se ponía presentable para la visita. Entraron Cooper, Jessica y John, que fue corriendo a los brazos de su tío “Baine”. Al ver a su marido con el niño en brazos, Kurt no pudo evitar pensar que sería un gran padre.

– ¿Qué tal os ha ido en la agencia? – Preguntó la rubia mientras se sentaban junto al menor.

– Mal, no nos quieren dar un niño porque somos inestables psicológicamente. – Comentó el ojiazul con una mueca.

– No os desaniméis. Hay más agencias, podéis ir al extranjero o podéis buscar otras opciones que no sea adoptar. – Comentó el mayor de los Anderson mientras masajeaba los hombros del menor.

– Tu hermano lo lleva bien. – Informó el castaño al ver la preocupación del ojiazul.

– ¿De verdad? – Se extrañó el moreno.

– Coop, ya no es como hace seis años. Tengo confianza y fortaleza. No me derrumbaré tan fácilmente esta vez. – Las palabras del ojimiel llenaron de orgullo y emoción a los otros tres.

– Ahora el inseguro soy yo. – Concluyó Hummel, recibiendo un abrazo y un beso de su marido.

La familia Anderson estuvo reunida durante mucho rato. Blaine estaba muy pendiente de su sobrino, haciendo que el castaño sonriera constantemente mientras lo veía reír y jugar con el pequeño. Sin embargo, la hora de que la pareja quedara sola llegó y el ojiazul no pudo resistirse.

– ¿Sabes? Verte jugar con un niño es muy sexy. – Dijo Kurt en cuanto cerró la puerta después de despedir a Cooper, Jessica y John. Sin previo aviso, comenzó a desabrochar la camisa de su marido pausadamente.

– Tú eres sexy constantemente. – Susurró el moreno en el oído del castaño mientras sujetaba sus caderas, provocando un suspiro en el más alto. Sus labios se juntaron de manera dulce. A pesar del paso de los años, ambos se amaban de una manera pura. Su conexión era algo difícil de igualar. Se habían ayudado tanto y eran tan importantes en la vida del otro que era muy difícil separarlos.

Hummel guió a su marido hacia la cama, haciendo que éste sonriera de manera pícara. Habían tenido mucha vida sexual en esos años, encontrando la manera de amarse que les resultara más placentera y cómoda. Anderson ya no temblaba al sentir que esos momentos se aproximaban porque confiaba en su pareja. Kurt había descubierto el placer que te puede proporcionar el sexo cuando se hace con amor y la persona que te acompaña te ama y te quiere hacer feliz, cuando esa persona no sólo mira por satisfacerse a sí mismo, sino que disfruta satisfaciéndolo a él.

El moreno besó el cuello del mayor, dejando la zona roja mientras le quitaba la camisa. El castaño gemía de placer y se dejaba amar. Cuando los dos estuvieron con los pechos descubiertos, se tumbaron en la cama. El ojimiel se posicionó encima de su marido y besó su cuello, hombro y pecho con mucha dulzura. Seguían haciendo el amor, no era algo mecánico en busca de placer, nunca lo habían hecho sin sentimiento, sin dulzura, sin cariño...

Porque así eran ellos, dos personas que habían sufrido mucho pero que habían encontrado en el otro un motivo para seguir adelante. Su amor y el proyecto de un futuro juntos, formando una familia, era todo lo que necesitaban. Los niños vendrían, de una manera u otra, aunque ellos preferían la adopción. Querían darle a un niño o niña una oportunidad de ser feliz, porque Blaine sabía lo que era estar sólo. Con quince años echaron al moreno de casa y la soledad lo acompañó hasta que conoció a Kurt y Jessica. No quería que nadie más tuviera que pasar por algo así. Sabía que no podría adoptar a todos los niños que estaban solos, pero quería hacer lo posible por ayudar a uno o dos... Incluso tres, todo dependía de lo que su marido estuviera dispuesto a hacer. La pregunta era... ¿Lo conseguirían?

SI Hay Motivos Para Seguir (Klaine boyxboy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora