5. Conociendo a la familia.

4K 271 187
                                    

Entramos en la mansión, la cual estaba en la zona mas alta de la ciudad. Se veía bastante espaciosa, y de hecho era más grande por dentro de lo que se veía por fuera, tenía una ornamentación delicada y que parecía ser bastante cara. Se podía ver una puerta que llevaba a la cocina, otra puerta más grande que parecía que llevaba al salón de comidas. También había salidas hacia la parte trasera de la mansión, e incluso puertas que llevaban a un piso inferior, donde los criados se cambiaban y dormían todos juntos. No había problema en ello, ya que, salvo una criada, todos los que trabajaban en la mansión eran de la misma familia, según me contó Dray.

-Este será tu hogar a partir de ahora, y mientras estés en Dorma, Sirou. - decía Dray en tono sereno, muy al contrario de lo que había mostrado anteriormente.- Puedes quedarte aquí todo el tiempo que desees, ya que te considero el salvador de mi hija. Podrías incluso trabajar como tal.

Lo sabía. Sabía que ese hombre me quería para proteger a la joven Namaru. No me molestaba en lo absoluto, de hecho ya la había comparado a mi hermana.

-De acuerdo, lo haré. Pero me gustaría poder seguir trabajando en el gremio. Quiero ahorrar un poco al menos, no me gustaría vivir sin aventuras.- le contesté. En verdad no es que me apasionara el tener aventuras y derrotar monstruos fuertes, pero debía volverme poderoso, para poder derrotar a Zorlock y poder volver a mi casa.

-Por supuesto que podrás seguir en el gremio, pero esta ahora es tu casa Sirou. Dormirás aquí.- dijo llevándome a una habitación en el segundo piso de la mansión.

Si bien la habitación del gremio era acogedora, la habitación en donde iba a dormir era simplemente como un hotel de lujo de lo que la época medieval de Shilea podía ofrecerme. Una gran ventana daba paso a un amplio balcón, que ofrecía una hermosa vista del pueblo de Dorma. La habitación en si tenía una cama de unos 2 metros de largo y otros 2 de ancho, además de un ropero de tamaño considerable, en el cual había todo tipo de ropas, prendas hechas y curtidas por mano de experto, por lo bien que lucían.

-No sé si merezco tanto... la habitación es muy sofisticada.- le dije.

-Pues claro que sí. A partir de ahora formarás parte de nuestra "familia".- me dijo Dray.

- ¿A qué te refieres?- pregunté.

Dray no respondió, solo me cogió la mano derecha, y la investigó. Luego de hacer lo propio con la izquierda, Dray suspiró y volvió a hablar.

-No pareces estar curtido en ningún estilo, tu cuerpo es joven y fuerte, pero no es el de un guerrero; además, tus manos no tienen nada que me diga que alguna vez hayas manejado un arma.- juzgó mi cuerpo de forma sabia y correcta, sorprendiendome bastante.- Pero tienes potencial y coraje, lo has demostrado salvando a mi pequeña Namaru del Orco caníbal.-

-Señor,¿le conté sobre..?

-Namaru me lo ha contado todo por el camino. Y esta vez te lo digo en serio. Gracias por salvar a mi pequeña, te la encargo.- finalizó Dray, agradeciéndome una última vez, pero de una forma serena y calmada.- Tu trabajo es vigilarla cada vez que salga de casa al bosque. Iris no se puede encargar de ella todo el tiempo.- se giró, dándome la espalda y dirigiéndose a la puerta.- Sé que... no, quien eres, Sirou.

Abandonó la habitación tras terminar de hablar, dejándome algo confundido. Me tumbé en la cama, y empecé a reflexionar seriamente.

Me habían quedado varias dudas sobre prácticamente todo. Primero de todo, ¿quién era Iris? ¿Vigilar a Namaru era un trabajo remunerado? ¿De qué forma vivía con la familia de la casa Root, era su criado y protector personal o era ahora una especie de hijo adoptado? ¿ Y a qué se refería con eso de saber quien soy?

Another World, A Magic World.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora