Another World, A Magic World.

21. Feamoras, el poblado élfico

10 comentarios y me gusta sobre el capítulo y empiezo a escribir el próximo.

-Por supuesto que hablo tu idioma. Pues mucho antes que los de mi pueblo se confinaran en el bosque de Glotdorian, tuve mucho contacto con la humanidad, al tener mi asentamiento cerca de un pequeño pueblo.

-Que... que curioso.

Esas palabras fue lo último que dije antes de desmayarme por culpa del dolor, el cansancio psicológico y, por encima de todo, el hambre. Mi vitalidad estaba en ese momento en los 25 puntos, a pesar de ello la batalla me aportó muchos beneficios debido a que absorbí todo lo que pude de cada goblin que maté, quedando mis stats sobre los 500, y mi vitalidad máxima en 1257, gracias al goblin-dado.

Durante el tiempo que estuve inconsciente, mi consciencia estuvo en un vacío interminable, cayendo sin parar, cada vez más y más profundo. Hasta que de repente me detuve, mas bien, choqué con algo. Una superficie escamosa que desprendía calor, lo que me delató que era el dragon quien me había atrapado. Fue entonces cuando entablamos conversación.

-Maldito necio. Mira que enfrentarte a una horda entera con lo débil que estabas.

-¿Qué querías que hiciera?

-Priorizar tu supervivencia... son completos desconocidos a los que ayudaste.

-Lo siento pero no, había un niño, y eso me toca la fibra sensible. Los niños deben crecer, descubrir y vivir, sería muy cruel que muriera tan joven, sin haber experimentado prácticamente nada de la vida.

-Muy probablemente ese "niño" tenga más de 80 años.

-¿¡Qué?! Venga ya dragon, que no nací ayer... no me engañes.

-¿Que ganaría mintiéndote? Ese pequeño te cuadruplica en edad.

-¡Eso es imposible!

-A ver cómo te enteras... los elfos envejecen mucho más lento que los humanos. 300 años son como un suspiro para ellos, y los más longevos de su raza llegan a vivir más de 5000 años.

-¿Y por qué no me comentaste antes este tipo de cosas?

-¿Acaso me preguntaste?

-De acuerdo, esa no me la esperaba.

-Bueno muchacho, entonces dime... ¿cuánto tiempo más piensas estar dormido de tus heridas? Llevas ya 1 día entero durmiendo en el dichoso asentamiento élfico de Feamoras, sería oportuno que despertaras de una buena vez.

Entonces una fuerza mayor me arrancó de la espalda del dragón, haciéndome ascender de esa oscuridad en la que había estado cayendo por largo rato. Me quedé con muchas preguntas... pero algo me había quedado claro. Aún inconsciente, yo podía hablar con él dragon y enterarme un poco de lo que pasaba en el exterior, y ahora me tocaba conocer a los elfos. ¿Qué me pasaría?

Cuando finalmente se fue la oscuridad, mi cuerpo abrió los ojos, cerrándolos justo después por el exceso de luz. Poco a poco me acostumbré a ella, mientras había notado que estaba en una superficie increíblemente suave, y de tacto casi esponjoso, tan cómodo como era la cama de mi hogar.

Oí algunos pasos, y entonces distinguí como era el sitio donde reposaba. En un cuarto iluminado solo por la luz del sol, que entraba por una ventana amplia, sin ningún tipo de vidrios que filtrara, de forma que la iluminación era natural. Los pasos que oí se detuvieron a mi derecha, cerca de donde estaba. Entonces una voz femenina, pero adulta, me habló. Fue en ese momento que ladeé mi cabeza en dirección a ella, y era la elfa del día anterior.