Another World, A Magic World.

29. Por los que amamos. Difícil duelo para Felrod

Nota del autor:
He decidido que a partir de ahora procuraré ahorrarme espacio en la explicación de magias y habilidades. Mencionaré estas al principio de los capítulos, de tal forma que veréis habilidades conocidas cuya explicación ya la conocéis en capítulos anteriores. Sin embargo las nuevas se explicarán en el momento que aparezcan en el capítulo, pero solo si es necesaria. Por ejemplo, la magia de viento tiene un uso obvio, el control y la conversión del maná en viento, usándolo para ataque, defensa o movilidad . Pero hay habilidades cuyo nombramiento no basta para saber que hacen.

Magia y habilidades que aparecerán en el capítulo, advertiré si una habilidad o magia es nueva o no.

Envaine y desenvainar rápido. Nueva sin explicación.

Forma humana y forma híbrida. Nueva sin explicación.

Regeneración. Nueva sin explicacion

Resistencia del rey. Nueva con explicación.

Impacto demoledor. Nueva con explicación

Magia de viento. Nuevas sin explicación

Magia de veneno. Nueva sin explicación

Estilo combate a 3 puntas. Nuevo con explicación

Estilo de espada de desenvaine. Nuevo sin explicación.

Magia de electricidad.

Magia de la vida/curación.

"Algunos temen a los hombres lagarto, y es de sabios hacerlo, pues de todos los hombres bestia, los que pertenecen al clan de los lagartos son sanguinarios por naturaleza, y los únicos de todos los hombres bestia que no respetan e incluso reniegan de Borgas, el valiente."

Esas palabras permanecían en la mente de Felrod cuando logró llegar al gremio, guiándose por Falcain a través de los edificios del pueblo, evitando a los pocos enemigos que quedaban. Su padre se lo había dicho innumerables veces, que son criaturas de temer, que ni siquiera un demonio actuaría de forma tan violenta como los hombres lagarto, que tenían un cierto gusto a devorar a sus víctimas mientras estas seguían vivas, rogando por su propia muerte pues nadie soportaría semejante martirio. Pero la suerte estaba del lado del príncipe en ese momento, pues es por todos sabido que estas bestias semi humanas tenían una actividad muy baja desde el atardecer hasta ya entrado el día, por la necesidad de estos del sol para estar activos. Durante esas horas eran vulnerables, débiles, lo que suponía una ventaja táctica en esta situación. Y Felrod no era un novato en el manejo de la espada como para que esa suerte fuese un factor decisivo, sino su propia habilidad en la esgrima y su manejo de la magia de viento serían suficiente como para lograr acabar con aquella amenaza, siempre que no se tratase de una ventaja arrolladora de efectivos. Incluso si era una pelea de 12 a 1, el heredero de Arakhora prevalecería. Se infiltraría y cumpliría con su cometido por su orgullo como elfo y como príncipe.

Tardó muy poco, lo cierto es que no esperaba conseguirlo con tanta facilidad, el integrarse en el gremio vigilado por ocho de estos somnolientos hombres, quienes no pudieron notar su presencia o la de su alado amigo que observaba desde los cielos. Simplemente estos hombres quedaban apoyados en la pared, bostezando y sin hablar. Apenas podría decirse que estuvieran realmente procurando que ningún posible intruso se acercara o que alguno de los prisioneros lograse escapar. Su apatía era profunda, el desgano dibujado en sus caras reveló al príncipe por donde podría ir y que debía hacer.

Con cautela y algo agachado, oculto en el manto de la noche, Felrod bordeó aquel edificio, y finalmente encontró lo que buscaba. El detalle que Argel les había proporcionado antes de su separación realmente podría ser la única forma de entrar y salir del gremio sin que nadie se diera cuenta, pues se trataba de una puerta trasera, pero camuflada de tal forma que era imposible conocer de su existencia a no ser que se observarán ciertos detalles a gran altura. Falcain aleteó con fiereza un par de veces indicándole a su amo que aquel era el lugar... Y entonces Felrod tocó aquella pared con la palma de sus manos, y un leve crujido sonó en cuanto empujó suavemente, logrando abrir la puerta y meterse dentro del gremio, sin que nadie lo hubiera visto pues cerró con velocidad y sigilo.
Sabía además gracias a la información de su halcón que arriba del todo, en el gremio, estaba la armería, de forma que en el mismo gremio estaban los efectivos que podría salvar y las armas para combatir. Por el ruido supo además que el grueso de las fuerzas de Dorma estaban en la puerta de la ciudad. Así que supo que el plan estaba funcionando. Calmó su mente y empezó su cometido, rezando porque el plan funcionase a la perfección y por la salud de su séquito, pues aparte de sus más fiables camaradas, eran sus amigos más allegados.