Another World, A Magic World.

14. Vuelta.

Domador: poder para calmar el salvajismo de una bestia silvestre y hacerlo aliada de tu causa. La dificultad de domar a una criatura radica en su comportamiento natural y su experiencia. Habilidad única.

-Genial.... Ahora parece que puedo ser el líder de la manada.... mierda, no soy César Millán.

-Gau?

-No ocurre nada Togo. De hecho, vamos a volver a entrar a la cueva. Quiero recoger ese martillo.

"Buena idea chico. Ese martillo de antes estaba hecho de...

-Ya lo sé, Red teérica. Sé que es de los metales más duros en toda Shilea. No soy un niño Dragon, sé leer y conozco lo que debo hacer.

-No tolero este tipo de comportamientos muchacho. No serías nada sin mi.

-Corrección, estaría tranquilo sin ti. ¡Me arrancaste de mi familia!"

El dragón se calló. Yo no estaba dispuesto a discutir otra vez con él. No en ese momento, tenía cosas que hacer.

Efectivamente, reingresamos en la cueva. Aunque antes volví a mi estado natural, es decir, consumí todas las pociones rojas para restablecer por completo mi vitalidad. Había que andar sobre seguro, el combate anterior me había dejado más que agotado.

-Bien Togo. Vamos a buscar algunas cosas. Necesito que me ayudes, busca cualquier cosa que sea de este tipo.

Le enseñe una moneda de Ag, una de Cu, y una de Au.

-Gau.

Togo asintió. Yo sonreí.

-Genial, Togo. Me vas a ser de una gran ayuda.

Cogí una especie de mochila pequeña y se la coloqué en su espalda.

-Pues ve muchacho. Y a cualquier peligro, avisame.

-Gau!

"Ahora lo entiendo. Si Togo carga con las monedas y las busca, tu puedes ocuparte...

-...exclusivamente de los objetos. Ya vas comprendiendo mi forma de actuar."

Togo se separó de mi, y fue registrando por toda la cueva. Mientras, yo fui a buscar al cuerpo sin vida de Barog. Empecé a hablar aún sabiendo que no me escucharía.

-Fuiste un rival duro, y te agradezco que me hayas hecho más fuerte. Pero no perdonaré tus actos de cobardía. Por tu culpa un hijo ha quedado sin madre. Que sepas que la próxima vez que te vea, no sere aquel niño al que fácilmente hubieras vencido si le hubieras tomado en serio. Te mataré antes de que puedas siquiera tocarme.

Todo lo que esa cosa había hecho seguramente antes de verlo yo. Todo lo que le habría hecho a Iris si no hubiera llegado a tiempo. Era simplemente insoportable. Aunque tardara unos cuantos días en reaparecer, se acordaría de mi al ser criatura inteligente, y volvería a por nosotros con su ejército de alimañas, posiblemente incluso llegara con refuerzos. Si perdíamos esa supuesta batalla, algunos moriríamos, otros serían esclavizados.... y Mari, Namaru, Levia.... e Iris. Toda mujer sería violada por esos monstruos.

Cogí el Martillo voraz y volví a aplastar el enorme cuerpo de Barog consecutivamente. Paré cuando su cuerpo era un amasijo escabroso de carne molida, sangre y huesos pulverizados. Apenas se distinguiría de carne de albóndigas por su aspecto, pero olía fatal. Antes de apartarme definitivamente de él, absorbí su defensa, y me llevé el martillo.

Miré mi tarjeta gremial:

Sirou. 17 años. Humano.

Vitalidad/Vitalidad máxima: 134/134