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Los vikingos son animales irracionales.

Ya desde pequeños, todos los dragones estamos muy seguros de ello.

Irracionales y peligrosos, más incluso para ellos mismos que para nosotros.

Obsesionados con los objetos brillantes y punzantes, ellos mismos se hieren y se encierran voluntariamente en cuevas de madera.

Cuando están en problemas, tratan de pisarse unos a otros. Siempre son capaces de dejar a los suyos atrás sin pensarlo dos veces.

Animales irracionales, destructivos y peligrosos. No hay dragón en este mundo que no deseé su exterminio. Pues lo único que parece unirlos es cuando se juntan para matarnos cada vez que asomamos la cabeza. Puede que sean pequeños, no puedan volar, ni tienen garras que desgarren, ni escupen fuego, pero aun así no te dejes engañar por esa apariencia frágil. Pues, a pesar de todo, ellos aman su vida, y son capaces de todo para conservarla, y ese miedo a perderla los hace lo suficientemente fuertes para acabar con nosotros.

Eso bien lo sé yo.

Aun así, yo mismo fui el primer sorprendido al darme cuenta de que no estábamos del todo en lo cierto con respecto a esas criaturas.

Esta es la historia de como uno de esos seres me cambió la vida para mejor, de como le hice capaz de entenderme y de como... me volví tan dependiente de su presencia.

Entrenar a un vikingo es mucho más fácil de lo que crees, pero nunca dejan de ser peligrosos, sobretodo cuando te encariñas con ellos.

Como Entrenar a Tu VikingoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora