IV. Como pez en el agua

582 101 19
                                    

Capítulo 11

Aún recordaba aquel día que tomaron esa fotografía.

Emmanuel le prestó a Daniel una camisa de cuadros de las tantas que tenía y que solían quedarle grandes y un pantalón limpio que había sido lavado con agua del riachuelo. Se vistieron fajando sus prendas y se peinaron lo mejor que pudieron, dándose halagos el uno al otro en forma de juego. Uno de los mejores días de la corta vida de Dan. Después Adam los llamó para bajar a la sala, donde ya tenía montada sobre una pila de libros viejos, su vieja, pero aun funcional, cámara de fotografías instantáneas. Se colocaron frente a la cámara, mientras Adam se las arreglaba para poner de alguna manera la función de temporizador, después posaron frente a la cámara. Se abrazaron y dieron la mejor sonrisa que pudieron hasta que la fotografía fue tomada. Fue perfecta, no necesitaba repetición. La colocaron en un portarretratos en el muro de las escaleras, y uno de los días en los que Dan y Emmanuel estaban jugando, tiraron accidentalmente el portaretratos, Adam prometió arreglarlo, pero no supieron de la fotografía hasta aquel día. Ahora Dan la poseía en sus débiles y temblorosas manos, con manchas de la sangre derramada por Adam.

Aún se escuchaban ciertos ruidos lejanos que remarcaban la presencia de las sombras en donde solía estar la cabaña, tenían que moverse, irse y escapar, todos lo sabían, pero nadie decía nada. Leah se acercó temerosa a Dan, se sentó a su lado y recargó su cabeza en el hombro de Dan, mientras le daba un abrazo.

—Lo siento —dijo con voz tímida.

—No lo estés —dijo Dan fríamente limpiándose el rostro—. No lo conocían...

Se puso de pie, con la furia siendo demostrada a través de su rostro, le costó trabajo dar los primeros pasos pero finalmente se adaptó. Entonces comenzó a avanzar en la dirección en la que Emmanuel escapó.

—Daniel...—exclamó Caleb—.Tenemos que seguir moviéndonos.

—Lo sé —dijo Daniel sin voltear a verlo—. Voy por Emmanuel.

— ¿Te esperamos aquí? —preguntó un tanto expectante Aarón, pero Dan no le contestó.

Avanzó cruzando el riachuelo, y siguió un pequeño camino de tierra, invisible para aquellos que no habían estado en el bosque antes, pero él había pasado por aquel lugar cientos de veces. Avanzó torpe y lentamente entre los delgados y maltratados árboles, su instinto de supervivencia le decía que debía ser rápido, que no tenía mucho tiempo, sin embargo, no lo escuchó, dejo llevarse por su tristeza y continúo tranquilamente. Finalmente llegó hasta un árbol grueso, mucho más que el resto y un tanto alto, levantó la mirada y se encontró con Emmanuel, sentado sobre una rama no tan alta, pero si lo suficientemente resistente para aguantar su peso, Emma sabía que Dan estaba ahí, pero no dijo nada. Daniel se sentó al pie de aquel árbol y ninguno hablo por varios segundos.

—Ni siquiera se despidió de mí — dijo finalmente Emma como si de un susurro se tratara—. O algo... no me dijo nada.

—No iba a poder —contestó Dan—. No tenía el valor. A veces... tal vez es mejor no decir adiós.

—No tiene sentido.

—Así sientes que esa persona no se ha ido nunca realmente... eso siento con Evan.

—Creo que estaré bien, eso hubiera querido mi papá —dijo Emma bajando de un brinco de aquella rama.

—Te tomará tiempo...

—Lo sé —interrumpió Emmanuel aún serio y triste—, pero tampoco me detendré ni ocasionare mi muerte o la de otros.

Daniel asintió ante las palabras de Emmanuel.

—Deberíamos irnos— continúo hablando Emma mientras comenzó a avanzar en dirección al riachuelo.

—Espera —lo detuvo Dan mientras que a su mente venia la promesa que le hizo a Adam, sabía que si iba con sus viejos amigos tendrían que ir al Arca y entonces no cumpliría su promesa. ¿Por qué le daba tanto valor a algo como ello? ¿A una promesa? Pronto la respuesta apareció en su cabeza, si algo le había enseñado bien Evan, era a cumplir las promesas que haces, si bien Evan no había cumplido todas, si había cumplido la más importante, llegar con Sara, y aunque el resultado no fue el esperado, nunca le dijo adiós a su esperanza. Tenía que seguir su camino y aplicar lo aprendido pero, ¿cómo le iba a hacer Dan? Cumplir aquella promesa implicaba decirle adiós a sus conocidos y emprender un viaje con su mejor amigo. No encontraba la forma de hacer las cosas de la mejor manera, no podía decirle a Emmanuel o pedir por su opinión porque tenía muy claro que él ya había tomado su decisión y esa era ir al Arca. Tenía que convencerlo—. Podemos ir a la casa de la playa. El plan B de Adam. Llegaríamos en poco más de una semana.

Emmanuel se sintió confundido ante la propuesta.

—Creí que iríamos al Arca —contestó.

—Tu padre no hubiera querido eso.

—Pero él ya no está —dijo molesto Emmanuel.

—Entonces honra su memoria cumpliendo una de sus últimas voluntades —Dan conocía a su amigo, sabía que iba a costar convencerlo y que iba a tomar tiempo.

—Las sombras asesinaron a mi padre. No me puedes decir que huya como cobarde sin hacer nada al respecto... No es lo que hiciste con Kyle.

Daniel se quedó sin palabras al escuchar lo que Emmanuel dijo, se molestó por un momento pero no dijo nada más, suspiro mientras se sentía herido por aquellas palabras que representaban una triste verdad. Emmanuel entonces retomó su camino y Dan lo siguió varios metros por detrás.

Finalmente llegaron con sus amigos quienes esperaban desesperados.

—Contactamos con el Arca mediante radio —dijo Eddy como si temiera hablar—. Nos recogerán en el centro de la ciudad. Llegaremos en tres días aproximadamente si comenzamos a avanzar ahora.

—Hagámoslo entonces —dijo Emmanuel.

Todos se pusieron de pie y comenzaron a avanzar rápida, pero sigilosamente.

«Como ninjas».

Pensó Daniel, cuando estaba a punto de avanzar, una extraña sensación lo invadió, sentía que algo no andaba bien, se detuvo, miro a su alrededor cuidadosamente pero no vió o escuchó nada, sin embargo la sensación seguía presente, decidió avanzar con ese mal presentimiento creciendo poco a poco.

«Instinto»

La última esperanza Parte 3: Confrontación (The Last Hope #3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora