El segundo día de entrenamientos no es tan duro como el anterior, es todavía peor.
La primera parte de la mañana la habíamos pasado practicando con armas de verdad; era la primera vez para todos que cogíamos una y, obviamente, disparábamos. Cuando llega el descanso para ir a comer, me dirijo hacia el comedor con una gran sonrisa en los labios. Esta vez se me ha dado bien; no soy la mejor ni mucho menos, pero lo he pillado rápido.
Sin embargo, tras la comida nos toca volver a la sala de entrenamientos para retomar las peleas. Siento mis músculos adoloridos y tensos después de haber estado en movimiento constante mientras disparaba y mis oídos aún me pitan levemente por el ruido de las balas. A parte de eso, estoy perfectamente.
-¡Iniciados! – nos llama Eric, quien parecía estar cada vez más interesado en supervisar cada uno de los entrenamientos de Cuatro. – ¡A luchar!
La primera vez que le he visto por la mañana he sentido un escalofrío recorriendo mi espina dorsal, pero he optado por ignorar esa sensación.
La primera pelea, Will contra Drew, acaba con la victoria reñida del primero. Ambos son buenos, de nivel similar, pero el moreno parecía que le golpease con más ganas.
-Bien hecho. – felicito a Will en cuanto se coloca, cansado, a mi lado.
-Se la tenía guardada desde el primer día. – añade guiñándome un ojo. Como única respuesta, mi sonrisa se hace más grande.
La segunda pelea termina con la victoria de Edward sobre Tris; la cual ha recibido una buena paliza hasta acabar en el suelo. Si no ha acabado inconsciente es porque Edward lo ha querido así.
La tercera, por desgracia, es Myra contra Peter, quien consigue dejarla fuera de combate en tan solo unos pocos golpes, con sangre en su labio inferior y en su ceja derecha. A diferencia de Edward, Peter no sabe cuándo parar y se ha cebado con la pobre chica.
-¡Al! – lo llama Eric. – ¡Contra Amy!
Siento cosquillas en el estómago y subo al ring seguida de cerca por el chico; al menos tengo la suerte de que Al no es mi enemigo, pero eso no consigue calmarme del todo. Ambos nos ponemos en posición y nos miramos a los ojos sin saber bien cómo empezar. Al es como dos veces yo a lo ancho y, a lo largo, todavía me saca una cabeza y media como mínimo.
-¿Quién de los dos crees que tiene más miedo? – escucho que murmura la voz de Peter entre el público, fastidiándome.
-¿A qué estáis esperando? – cuestiona entonces Eric y tanto Al como yo entendemos que no podemos demorarlo más. Miro una vez más en su dirección y asiento disimuladamente para decirle en silencio que está bien, que es lo que debemos hacer.
Como veo que él no lleva intención de moverse, decido ser yo la primera en atacar. Intento golpear sus costillas; sin embargo, carezco de la suficiente fuerza y mi puño casi rebota contra su cuerpo. Al, contraatacado, encaja perfectamente un puñetazo en mi rostro. Retrocedo llevándome ambas manos a la cara con un terrible dolor. Mientras que yo no la tengo, al chico le sobra la fuerza.
-Lo siento. – escucho que susurra Al con la culpabilidad grababa en sus ojos. ¿Por qué lo siente? Él lo está haciendo bien, pero yo no.
Intento golpearle de nuevo, acertando varios golpes de los cuales Al tan solo frena dos. Si hubiesen sido más fuertes, seguro que le habría vencido ya. Con facilidad, Al me agarra de una pierna y me tira, haciendo que suelte un quejido a la vez que mi cuerpo golpea el suelo. Pero no puedo rendirme, no puedo quedarme ahí. Con rapidez, me levanto y mi mente maquina que, si no puedo atacarle con los puños, tendré que buscar otra cosa. Al es fuerte, pero también lento.
ESTÁS LEYENDO
One choice | Peter Hayes
Fiksi PenggemarCordialidad. Erudición. Verdad. Abnegación. Osadía. Que no te engañen, a veces arriesgarse vale la pena. Sólo a veces. Y si no lo hace... Bueno, si no sale bien posiblemente lo pierdas todo. 3/3/2019 ➞ #1 peterhayes #1 milesteller #1 divergente 18/3...