17.

4.6K 288 23
                                    

—¿Camila?, ¿Mila?- la voz de Ed sonaba preocupada, claro, por miedo a que papá llegara y no nos encontrara, mi celular comenzó a sonar y maldije en voz baja, traté de abrir la bolsa pero esta no copero, los pasos de Ed se estaban acercando, el celular sonó de nuevo y corrí dejando mi bolso allí, ya tenía demasiada humillación por una noche, comencé a caminar por la carretera que parecía vagamente familiar para mi, abracé mis brazos tratando de darme calor yo misma, ¿Qué hora sería?, ¡bravo camila, dejaste tu celular tirado, no puedes ser más idiota!, pensé, oh, espera, creí que Ed y yo teníamos algo por unos cuantos besos, ¡claro que podía ser más idiota! Respondió otra voz dentro de mi y maldije, una luz apareció, un coche venía, me hice hasta la orilla y caminé más rápido, en unos metros había un faro con una luz, podría sentirme más segura allí, el carro se detuvo y varias personas salieron, mis señales alertas reaccionaron y comencé a correr,

 —¡Mierda, se esta yendo!- gritó una voz de un hombre y maldije, escuché pasos corriendo, entonces otro carro a exceso de velocidad pasó y freno dramáticamente justo frente a mi, alcé las manos preparada para atacar cuando reconocí el auto, miré a mis espaldas y Joe y paul estaban parados con sus manos en sus piernas respirando agitados, la puerta del coche detrás de mi se abrió y me giré, Ed se bajó con sus ojos abiertos y rojos, negó y corrió hacía mi pegándome a su cuerpo

—No vuelvas a hacerme esto, ¡jamás vuelvas a hacerme esto camila!- murmuró, su corazón latía de manera exagerada a un nivel que aun a pesar de su ropa y la mía sentía sus latidos, —no te alejes, no…- su voz se cortó y sentí húmeda mi frente, oh dios, ¿estaba llorando?, —¿estas bien?, ¿mila estas bien?- preguntó y asentí aturdida

—¿y papá?- pregunté y me miró confundido

—¿le pediste que viniera por ti?- preguntó y negué

—¿no se lo pediste tú?- pregunté y negó rápido, —oh- murmuré y me abrazó de nuevo, su cuerpo dejó de temblar sobre él mío y su respiración se controlo, —¿podemos volver a casa?- pregunté y asintió

—Nos vemos después chicos, muchas gracias- murmuró Ed y asintió en agradecimiento, ellos asintieron en respuesta y regresaron a sus autos, la mano de Ed buscó la mía pero la retiré y me crucé de brazos, —vamos- pidió y comenzamos a caminar a su auto, solo quería llegar a casa y olvidarme de todo lo que pasó, olvidarme de que me había humillado frente a Ed y todos sus amigos, olvidar sus besos, olvidarlo a él.

El camino había pasado en un silencio incomodo, la mano de Ed trató de tomar la mía pero la quité y la mantuvé entre mis piernas, tenía que mantenerme al margen de esto si quería terminar con algo que jamás tuvo un inicio, el auto paro 5 cuadras antes de casa y fruncí el ceño

—¿paso algo con el auto?- pregunté y negó, se giró quedando mirándome fijamente pero yo mantuve mi mirada hacía el frente

—¿Por qué te saliste así?- preguntó pero no respondí, —¿sabes…, ¡no, no sabes y ni siquiera imaginas el susto de muerte que me diste!- gruñó y tragué saliva, —¡te fuiste sola, por la noche, con alcohol en tus sistema y todavía dejaste tu celular y dinero tirados! ¿Pensaste siquiera en lo absolutamente peligroso que era eso?- yo seguía en silencio, —¿no vas a decir nada?- sonaba exasperado, mordí mi labio y comencé a jugar con mis dedos, sus manos golpearon el volante fuerte y salté sorprendida, —¡CREI QUE ESTABAMOS BIEN!- el que usara el verbo conjugado en un “nosotros” me sorprendió

—Yo… yo…. No… solo- comencé a tartamudear, —no quería humillarte más- admití y sus ojos se abrieron, ¿creyó que no me daría cuenta?, no fue tan despistado como cree

—¿Qué?- su rostro estaba entre confundido y molesto, negó y pasó las manos por su cabello, —jesus… Mila- murmuró, sus manos tomaron las mías y las quité inmediatamente, abrí la puerta y salí del coche a prisa y él hizo lo mismo, —¿A dónde vas ahora?- preguntó

SECRETOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora