—Ed…- murmuré cuando algo dentro de mi comenzó a sentirse extraño, sonrió y me besó de nuevo, mis piernas comenzaron a temblar, —Mierda…. Ed- murmuré y me miró, su ceño se frunció y besó mi frente
—Son los espasmos de un orgasmo mila, tu primer orgasmo- mustisó y me miró, —¿confías en mi?- preguntó, ¿realmente lo preguntaba?, había mordido mis pechos y ahora tenía su mano en mi entrepierna, ¿creía que dejaba que todos hicieran eso?, —¿Mila?- pregunto de nuevo, asentí y sonrió, su mano se entrelazo a la mía y besó la comisura de mis labios, su dedo se empujó sobre mi centro provocando que algo dentro de mi colapsara, mi espalda se curvo y apretó mi agarre en su mano, me miró a los ojos en todo momento y cuando sentí llegar al cielo sonrió cálidamente indicándome que había finalizado, su mano salió de sus boxers y suspiró
—¿eso es todo?- pregunté y sus ojos se llenaron de diversión, me regalo una de sus sonrisas coquetas y alzó una ceja
—¿quieres más?- negué maldiciendo no haber preguntado bien
—Me refiero a…. tu…- sonrió y besó mi frente
—verte llegar fue incluso más placentero que hacerme llegar a mi mismo- confesó y se acercó a besar mi frente, —además, no quiero presionarte, y acabas de tener tu primer orgasmo así que debes descansar- informó y asentí, —ahora ven, te daré permiso de que me usas como tu almohada- murmuró y sonreí, recargué mi cabeza en su pecho y deposité un beso, bostecé en grande y sentí mis parpados pesar, ¿Qué había hecho? ¿Correr 100 kilómetros?, mis ojos se cerraron y sentí como me quedaba dormida, —Buenas noches amor- creí escuchar a Ed pero el cansancio me ganó y caí dormida.
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Desperté sintiendo pequeños besos húmedos por toda la cara, sonreí y gruñí quejándome, —buenos días amor- murmuró y mis ojos se abrieron de golpe, ¿Qué acababa de decir?, sonrió y besó mis labios, —no hubo pesadillas- comentó con una sonrisa y mis ojos se abrieron
—Oh dios, tienes razón- murmuré y lo miré de nuevo, sonreí y besé sus labios
—¿a que crees que se deba amor?- preguntó y sonreí, “amor”
—No lo sé, tal vez porque no dormí sola, amor- dije y sonrió
—Cierto, oh bueno, amor, tal vez fue el orgasmo- recordó y sentí mis mejillas arder, —podemos intentar ambas cosas todas las noches, no tengo problema con eso- bromeó y reí golpeando su hombro —amor, ¿tienes hambre?- preguntó y sonreí
—¿agregaremos amor a todo lo que digamos, amor?- pregunté y sonrió
—Me gusta decirte amor, amor- murmuró y reí, —entonces… ¿quieres desayunar?- asentí a prisa y sonrió
—Me pongo mi sostén y bajo de acuerdo?-
—No me incomodaría verte así, y no dijiste amor, amor- recordó y reí
—Amor- murmuré y besé sus labios, -Amor- repetí y lo besé de nuevo, -Amor- dije una tercera vez y sonrió poniéndose de pie, —¡EDWARD!- grité y llevé mis manos a mis ojos
—¿Qué?- preguntó confundido
—¿Qué?, ¡es lo que me pregunto!- dije y lo escuché reír
—Bueno, después de lo que paso anoche y dormir pensando en la chica más caliente que conozco acostada a mi lado sin sostén, no ayuda demasiado, amor- informó con tranquilidad
—¡pues has algo!- protestó y reí
-—Amor, si lo muevo tardará más en bajar, dale unos 5 minutos y estará como si no pasara nada vale?- dejé salir el aire y bajé mis manos, —bien- murmuré y me puse de pie a prisa, tomé mi sostén y le di la espalda para ponérmelo, me giré cuando terminé y me miró confundido, —¿Qué?, pero no te quitaste la camisa- murmuró con desagrado y reí
