40.

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El hombre se acercó a mí con una sonrisa en sus labios, Hola cariño- susurró y acarició mi cabello, mordí mi labio y tomé mi muñeca con más fuerza, ¿Cuál es tu nombre?- preguntó y fruncí el ceño

mamá me dijo que no hablara con extraños- dije y le escuché reír

pero no soy extraño nena, mírame- pidió y alcé la vista, ¿lo ves?- preguntó el hombre

¿Qué le paso?- pregunté

¿te gustan las muñecas?- preguntó ignorando mi pregunta y asentí feliz de nuevo

Pues yo tengo una para ti- señaló y mis ojos se abrieron, Edward me ha dicho que te gustan- indicó y asentí

¿Eddy va a venir pronto?- pregunté y asintió

—Anda, ven, vamos por la muñeca- pidió y su mano tomó la mía haciéndome caminar,

—No…- susurre y negué, traté de detenerme pero su fuerza era mayor y me hizo caminar, entramos a una habitación extraña, miré hacia los lados, era el despacho del señor Moon, mi mirada viajo a todos lados buscando la muñeca, pero la muñeca nunca apareció, el miedo comenzó a adueñarse de mi, negué, -me quiero ir- susurré con miedo, -quiero irme con..- un golpe en la cara, grité, las lágrimas comenzaron a salir, -Mamiii- grité y traté de correr pero me detuvo, sus manos me apretaban con fuerza, resultando doloroso, comencé a gritar, quería irme, ¿Dónde estaba luke?, ¿Por qué vine a buscarlos cuando sabía que no había nadie?, fui despojada de mis nuevas mallas que mamá me compro y…

—¡¿Camila?!- una voz asustada me sacudió, abrí los ojos encontrándome con unos verdes, —diablos, ¿te encuentras bien?- preguntó y negué, sus brazos me rodearon y comenzó a maldecir en voz baja, —me asustaste camila- continuó, la puerta de la entrada sonó y me separé

—¿esperabas a alguien?- pregunté y asintió, me miró y mordió su labio, -¿Qué?- Pregunté y mordió su labio, -peter- exigí, —ayer, después de haber vagado unas horas le llamé, no quería ver a nadie de mi familia y definitivamente menos a Ed, no hasta que no estuviera segura de lo que haría

—Anoche ed llamó a todos para preguntar por ti, le dije que estabas aquí y dijo que vendría hoy- susurró y negué, pero no podía molestarme con él, no después de dejarme llorar en su hombro por 3 horas y escucharme gritar por mi pesadilla, —no te molestes mila por…

—tranquilo- susurré y le sonreí de lado, -en algún momento tendrían que saber dónde estaba- dije y asintió,

—iré a abrirle y puedo pedirle que se vaya si no quieres verlo- aseguró y sonreí negando

—tengo que hablar con él, tal vez ahora si quiera decirme porque termino conmigo- indiqué, no me había atrevido a decirle la verdad, no era algo de lo que estuviera feliz y ni siquiera quería aceptarlo, pero era verdad, ahora lo confirmaba, me puse de pie y me coloqué los tenis, abracé una vez más a Peter y bajé hacia la puerta, al abrirla me encontré a un ojeroso Ed

—ho…hola- susurró mirándome con atención

—Vamos- dije y salí de allí caminando, lo escuché seguirme en silencio y se lo agradecí, aun no estaba preparada para comenzar a hablar

—Camila…

—No- interrumpí, —cállate- ordené y continué caminando, escuché su suspiro de rendición y caminó a mi lado, después de 15 minutos de caminar me detuve y lo miré, —no es tu culpa- dije y sus ojos se abrieron, —no te odio, ni odio a tu madre, no es su culpa lo que tu… lo que sucedió- aseguré

—Cam…

—Lamento lo que dije a noche, no quise decirlo, no debí hacerlo, tú no eres como él, y yo lo sé, no tienes la culpa de nada- aseguré y suspiré, una sonrisa se coló en sus labios y me abrazó

—Creí que me odiarías, creí que no podríamos estar juntos, estaba tan asustado Camila….-

—Ed…- susurré empujando su pecho, —escucha- murmuré y tragué saliva, —no te odio porque no tuviste la culpa, no voy a alejarme de ti porque te quiero, pero… no creo que sea sano para mi estar con… bueno, ya sabes- murmuré y su sonrisa desvaneció, los brazos que comenzaba a elevar para abrazarme cayeron a sus costados

—oh..- susurró y desvió la mirada conteniendo las lagrimas

—Lo siento- dije

—Esta bien..- dijo y trato de sonreír pero solo formó una mueca llena de dolor, dolor que compartía, —supongo que debo agradecer que aún quieras ser mi amiga- señaló y mordió su labio

—Ed te quiero- aseguré, —pero…

—Lo entiendo- dijo y levantó su mano en un ademan para tocarme pero se arrepintió

—Tal vez solo necesito tiempo…- dije y sonrió de lado

—Oh tal vez necesites otro novio- murmuró y negó conteniendo las lágrimas, —uno cuyo cobarde padre  no..

—Shh…- susurré y puse mi dedo sobre sus labios, —no lo digas- pedí y negué, —estoy tratando de olvidarlo- señalé y dejé salir el aire, —¿sería mucho pedirte que me llevaras a casa?- pregunté y negó, asentí agradecida y regresamos a casa de Peter, donde él había dejado su coche, el regreso fue silencioso, lleno de tensión por su parte, sabía que se sentía culpable pero yo no lo creía así, él no había hecho nada, él no le había dicho a su padre que lo hiciera, él no tenía culpa de lo que su padre hizo, nos detuvimos en casa, el auto de papá y mamá se encontraba en casa, fruncí el ceño

—No han ido a trabajar- indicó y asentí, -estaban preocupados por ti así que le he dicho a luke donde estas- explicó de nuevo

—Gracias- susurré y negó, bajé del auto y caminé hasta casa, la necesidad de volver y besarlo llegó a mi pero sabía que no sería bueno, así que la ignoré y entré a casa, Mamá, papá y Luke se pusieron de pie a prisa, —Hola- dije y mamá dejo salir el aire que guardaba

—Estábamos preocupados por ti- dijo ella

—Sabían dónde estaba y que estaba bien- dije con desdén

—amila necesitamos hablar- dijo mi padre y negué

—Pues no quiero escucharlos, ustedes intentaron que olvidara esto y no funcionó así que ahora lo haré a mi manera, y no quiero nadie toque el tema de nuevo- dije con voz firme

—No queremos que ese ch…- comenzó a decir de nuevo él

—Pues no me importa- interrumpí, —ese chico significa mucho y no me importa lo que su padre hizo, fue su padre, no él, así que no me voy a alejar de él- aseguré con seriedad, —Edward es mi amigo, y sé que si hubiera tenido la oportunidad habría evitado que pasara, así como ustedes, así que no quiero que lo traten mal, ya mucho tiene con saber que su padre… solo… háganlo por mi- pedí y mamá miró a papá

—Es lo menos que pueden hacer- intervinó luke y lo miré agradecida

 —Y no es que haya olvidado que me mintieron, escondieron un secreto que no les pertenecía, eso jamás se los perdonaré, pero son mi familia y pienso no darle la importancia que se merece- aseguré  mirándolos directo a los ojos, —pero la confianza que les tenía ya no está, no puedo- dije y caminé hacia mi habitación, la fuerza que había mantenido desapareció al cerrar la puerta y comencé a llorar, ¿Cómo es que llegue a este punto?, ¿Cómo es que mi vida está llena de secretos?, ¿Cómo es que viví engañada todo el tiempo?.

 

SECRETOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora