El auto paró frente a casa y agradecí al cielo cuando vi que la mamá de Ed estaba caminando hacia su casa,
—¡Señora Moon!- grité y se giró, cuando me miró sus ojos se llenaron de coraje y se giró de nuevo continuando a paso apresurado hacia la entrada, desabroché el cinturón y murmuré un torpe “adiós alex” antes de bajar del auto y correr hacia ella, —¡Señora Moon espere!- pedí cuando ella se encontraba entrando, intentó cerrar la puerta pero a prisa coloqu— el pie entre la puerta impidiendo que lo hiciera
—¡tienes que irte!- espetó, —no te quiero cerca de mi hijo, ya lastimaste esta familia lo suficiente- aseguró e intentó aventar mi pie sin éxito alguno
—Yo… lo siento, señora Moon, de verdad necesito que me escuche- aseguré
—No hay nada que puedas decir que me interese escu…
—¡se lo que sucedió con su marido!- interrumpí y sus ojos se abrieron, coraje y dolor pasaron por sus ojos y antes de poder decir o hacer algo más su mano se elevó y se estampó contra mi mejilla haciéndome girar la cara y jadear ante el ardor y picazón que dejó en mi piel
—¡Madre!- el grito de Edward se escuchó mientras corría para llegar a mi lado
—¿Qué haces aquí?- preguntó ella con el ceño fruncido
—Encontré a Alexis unas cuadras adelante y me ha dicho que Ella ha venido a buscarme- dijo y me miró, su mano tomó mi mejilla y negó con una gran disculpa dibujada y sus ojos, —¿pero qué diablos sucede contigo?- preguntó mirando a su madre con molestía
—Ed.. ed- susurré pero su atención estaba puesta en su madre
—Ella vino a querer hablar de tu padre, ¿Cómo puede siquiera mencionarlo?- gruñó ella en respuesta
—Ed escucha…- intenté de nuevo tomando su brazo
-No debiste pegarle, madre por dios, ¡existen las palabras!- alegó él y rodé los ojos
—¡Edward!- grité y su mirada se encontró con la mía, tragué saliva y suspiré, —recuerdo… recuerdo todo- susurré, —todo lo que sucedió yo… lo recuerdo todo y sé que fue lo que sucedió con… con tu padre- aseguré y sus ojos se encontraron con los míos
—¿Qué?- preguntó confundido y asentí
—No puedes creerle- declaró su madre mirándome como si fuera el ser más repugnante en la tierra, —ella y su familia todo lo que han hecho es mentirnos!- protestó
—Siempre me dijiste que las personas merecen la duda, deberías de escucharla y después decidir si le crees o no- señaló él mirándola, después se giró de nuevo a mí, —¿Qué… qué sucedió?- preguntó con nerviosismo
—Yo… necesito que mis padres estén presentes- indiqué y asintió tomando mi mano caminando hacia la casa,
—¡EDWARD!- gritó su madre y él se giró
—No voy a obligarte a venir y escucharla, porque no podrás obligarme a no hacerlo- aseguró, -necesito saber la verdad mamá, no quiero más secretos ni paginas negras en mi mente, necesito la verdad- susurró con voz cortada y apreté su mano dándole apoyo, su mamá nos miró y caminó hacia nosotros, deje salir el aire y entramos hacia la casa
—¡mamá, papá, luke!- llamé y pronto llegaron, primero Luke, después mamá y finalmente papá, frunciendo el ceño al ver a la familia Moon en casa
—¿Qué hacen ellos aquí?- preguntó mamá y papá tomó su mano deteniéndola, lo miró como diciendo, “¿te das cuenta de quiénes son?” y él solo negó y me miró
—¿Qué sucede?- preguntó luke
—Yo… yo… recuerdo… recuerdo todo lo que paso ese día- murmuré y su mirada se llenó de miedo y preocupación, él estaba preocupado por el peso y dolor que los recuerdos deben de significar para mí, había sido doloroso revivir todo de nuevo, esta vez no como expectante sino como víctima, al ver la foto no soló había recordado todo sino lo había vuelvo a vivir, el dolor en mi cuerpo mientras el hombre me golpeaba para que dejara de gritar, el ardor en mi garganta después todos los gritos, el dolor entre mis piernas, la sangre, la sonrisa en su rostro, —para..- susurré cerrando mis ojos al darme cuenta que comenzaba a revivirlo de nuevo,
¿— hablar?- preguntó la señora Moon de mala gana y Edward la miró mal, se puso de pie y se acercó a mí
—Yo… lo siento, ¿Camila estas bien?- preguntó y asentí, mintiendo, pero él lo sabía
—El día que… el día que… yo fui a buscarte- susurré sintiendo las lágrimas salir, —estaba esperándote en el patio y él llegó- continué, —me dijo que… no tenía que seguirlo pero…- me detuve cuando las lágrimas comenzaban a caer, tomé una respiración profunda y miré a todos a mi alrededor, papá mantenía a mamá abrazada, Luke estaba con los puños apretados al igual que Ed, su madre me miraba con ojos llorosos, ella tal vez me odiaba, pero sabía que el dolor no me lo estaba inventando, —el punto es…- volví a hablar —yo…, él hombre que abusó de mi lucia exactamente como el señor Moon, pero… tenía algo diferente- susurré y mis padres y mi hermano me miraron extrañada, pero Ed y su madre sabían exactamente a lo que me refería —cuando él señor Moon llegó se dio cuenta de lo que pasó, estuvo a punto de llamar a la policía pero él se lo impidió, le disparó allí, frente a la niña a la que le había robado la inocencia, después desapareció y yo corrí hacia la calle, fue allí cuando Ed llegó y lo encontró, pero él señor Moon no fue culpable de nada- aseguré, la señora negaba a prisa
—¿entonces…
—Ron- dijo Edward con voz dura, —hermano gemelo de mi padre pero con una cicatriz en la cara a causa de un accidente de carro- señaló él
—Él nos apoyó…- la voz de su madre se cortó y negó de nuevo
—Lo siento tanto- susurré
—Tu… se… no… lamento haberme comportado de esa manera- susurró la mujer y negué
—No la puedo culpar, usted defendía la integridad de su marido- tranquilice
—Sé que no debería tener cara para pedirte nada pero… - se detuvo a causa de las lágrimas, Ed mantenía su mirada en el piso con los puños cerrados, no solamente yo había vivido engañada, aquel hombre no solo me había hecho daño a mí, sino a su propia familia, a Ed, no solo me quitó la inocencia, le arrebató a Edward su padre, que resultaba ser su hermano
—¿podrías… podríamos hablar sobre ello frente a un juzgado?- preguntó Ed con voz dura y asentí a prisa
—Por supuesto, me lo debo y se los debo a ustedes, al señor Emanuel- dije refiriéndome al señor Moon, mamá se puso de pie y me abrazó, extrañamente me sentía bien, bien conmigo misma al saber la verdad, los secretos que había en mi vida habían quedado revelados y aunque en su momento saber que había me asustó ahora que sabía la verdad acerca de todo ello me encontraba tranquila, ya no había nada oculto en mi vida, saber la verdad había sido como un punto y final a la historia de lo que había sido mi vida dándome la oportunidad de un nuevo comienzo, uno en el que me encargaría de que no hubiera mentiras, que no hubiera secretos.